Capítulo 53|Un futuro que planear

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–En memoria de sus hijos– dijo el sacerdote– Y su ex esposa.

–Esposa– dijo mamá.

–Entierrenlo– dijo.

Metieron el cajón con el cuerpo de papá a la tumba, me voltee y abracé a Aegan ocultando mi rostro en su cuello mientras lloraba.

–Ya mi amor– dijo abrazándome.

Terminó el entierro y fuimos a casa, Maisie se quedó con Jude en casa de los chicos y fuimos a recogerla, la llevamos a casa y se durmió en el camino, subí a dejarla en su cuna dormida y bajé a la sala.

–Ten– dijo Aegan dándome un plato.

–No tengo hambre– dije.

–Tienes que comer amor– dijo él.

–No quiero nada– dije– Lo voy a extrañar.

–Mi amor tienes que comer– me extendió el plato– Amor por favor, si no comes te harás daño.

Agarré el plato y comí, no pasó nada interesante, pasaron dos semanas y todo iba mejorando o eso creíamos, un día tocaron la puerta de casa y Aegan abrió, entró rápidamente cerrando la puerta y ser acercó a mí.

–Ve con Maisie– dijo Aegan– Ahora!

–Por qué?– dije.

–Ve con Maisie– repitió.

Subí a la habitación de Maisie y cerré la puerta, me acerqué al ventanal y lo ví a él con una chica y se me hizo raro que no la haga entrar, salí cuidadosamente sin que me vean al balcón y escuché.

–Vete de aquí– dijo Aegan.

–Aquí vives?– bufó la chica– Vamos Aegan, tu padre quiere verte.

–Melanny yo no pienso ir a verlo– dijo Aegan.

Espera, Melanny Cash? La prima de los chicos estaba en mí casa?

–Cómo tú quieras– dijo Melanny– Ah y si te animas a ir, lleva a tu esposa y a tu hija, quiere conocer a la pequeña Maisie.

–Ni que estuviera loco– dijo él– Adiós Melanny.

Melanny se fué y Aegan entró a la casa, yo entré a la habitación y Aegan entró al rato.

–Volví– dijo.

–Que quería?– pregunté de brazos cruzados.

–Quién?– dijo.

–Melanny– dije.

–Cuánto escuchaste.

–Lo suficiente para saber que tú padre quiere ver a mi hija.

–No la pienso llevar– repitió– Ese hombre es a la última persona que quiero ver.

–Lo entiendo– dije– Igual, no quería ver a tu padre.

–Tampoco lo ibas a ver– respondió Aegan.

Me reí un poco y me acerqué a él y le dí un pequeño beso.

–Me vuelves loco T/n Ross– dijo él.

–Lo sé– dije con una sonrisita.

–Bueno– dijo Aegan– Ya quiero que sea el día de la boda.

–Dios– dije– Amor la que tiene que preocuparse soy yo, pareces la novia, ella es la que se preocupa más que el novio.

–Lo sé pero es que quiero que salga magnífico– me respondió Aegan.

–Va a salir perfecto– dije– Ahora es tiempo de estar con la pequeña Maisie.

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