Capítulo 54|Día madre e hija

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*Un mes después* *Octubre*

–Adiós– dije moviendo la manito de mi hija.

Me despedí de Aegan y me subí a mi auto, acomodé a Maisie en su silla y nos fuimos a pasear solo ella y yo, llegamos a un parque y bajamos.

–Vamos Maisie– dije cargándola– Dios, por primera vez tu papá no nos siguió.

Caminé por el parque y ví a alguien familiar y se acercó.

–Vámonos de aquí Maisie– dije caminando rápido.

Me tomaron del brazo y me voltearon, tomé a Maisie y la acosté en mi pecho.

–Por que tan de prisa T/n?– preguntó Melanny.

–Melanny– dije– Tengo cosas que hacer.

–Tu suegro quiere conocer a Maisie– dijo Melanny.

–No gracias– dije– No quiero verlo, adiós.

–Pero él sí– escupió.

–Tengo cosas más importantes– dije– No quiero ver al hombre que quería desaparecer a sus hijos.

Melanny rió sarcásticamente.

–No es una pregunta querida– me dijo– Es una orden.

–Yo no recibo órdenes Melanny– dije– Ah y yo que tú me alejo de Maisie, Aegan y yo somos capaces de matar por ella, adiós.

Me dirigí a mi auto y me subí, acomodé a Maisie y nos fuimos a la casa de Jack, bajamos y toqué el timbre.

–Hola– dije.

–Holiiiis– dijo Jen– Pasen chicas.

Entré.

–Hola Maisie– dijo Jen– Y ese milagro que me visitas?

–Eres su madrina– dije– Cómo no te vamos a visitar?

–Es cierto– argumentó Jen.

–Necesito que me ayudes a ver vestidos de boda– dije– Faltan poco y ya sabes que ese proceso es largo.

–Está bien– dijo Jen– Cómo lo quieres?

–Largo, y no tan cargado de tela, quiero que sea liviano y que tenga unos cuantos brillitos– dije.

–Perfecto– dijo ella– Vamos a la boutique.

–Bueno pero llamaré a mamá y mi abuela– dije.

–Yo llamaré a Naya, Lana y Sue– dijo.

Llamamos y dijeron que nos iban a ver en la boutique, salimos de la casa de Jen y fuimos a la boutique.

–No me gusta– dije viendo el vestido.

–Está lindo– dijo mamá.

–No me gusta– repetí.

–Segura?– dijo Lana.

–Sip.

Mientras las demás hablaban me acerqué a la chica que nos atendía y le describí cómo quería el vestido.

–Tenemos uno– dijo– Iré a traerlo.

–Gracias– dije.

–Le dijiste?– preguntó Jen.

–Si– dije.

–Oye– dijo ella– Es tú boda y tú debes escoger el vestido que te guste entendiste?

–Si Jen– dije.

–Bien– dijo ella– Maisie está dormida, la estoy cuidando sí? No te preocupes.

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