Capítulo 3

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La habilidad de Tobirama con la espada era increíble, era la primera vez que los Uchiha veían a un doncel manejar un arma, aún más con tal destreza. Se movía con agilidad alrededor del guardia castaño y lo atacaba rápidamente, tenía técnica. La punta de su lengua se mantenía apoyada sobre el lado derecho de su labio superior, indicando su concentración.

—Tobirama —Llamó Hashirama, pero el muchacho mantenía su vista en su contrincante.

A Toka se le complicaba seguirle el ritmo, el doncel aprovechaba la ligereza de su cuerpo para poder poner en aprietos al hombre y lograba dar golpes certeros en su torso con el puño, provocando que el guerrero se doblara y cayera de rodillas.  
El albino colocó la punta de su espada a escasos centímetros del cuello del varón haciendo que éste elevara la vista para verlo.

—¿Te rindes? —Preguntó con una sonrisa.

—Claro que si, muchacho, si no lo hago me cortarás la garganta —Tobirama soltó una carcajada y le extendió la mano a Toka para ayudarlo a levantarse.

Cuando el guerrero tomó su mano y se impulsó, el doncel tuvo que hacer palanca con su cuerpo y recostarse hacia atrás para poder levantarlo. Cuando lo logró, se dio la vuelta y miró a su hermano que se encontraba junto a los Uchiha. 

—¿Qué necesitas? —Preguntó más tranquilo. El ejercicio le había servido para desestresarse.

—Hace rato te llamé, pequeño.

—Lo se, pero si te hubiera mirado ya no tendría la cabeza sobre mis hombros ¿No crees? —Preguntó con obviedad, Hashirama asintió dándole la razón.

—Eres bueno con la espada— Habló el menor de los Uchiha. Tobirama estrechó sus ojos tratando de recordar si había escuchado su nombre— Soy Izuna y él es Obito, no llegamos a presentarnos —Habló deduciendo su silencio. El doncel sonrió.

—Agradezco el cumplido, Izuna, aunque debo admitir que Toka me tiró al suelo más veces de las que me gustaría contar —Habló ganándose una risita por parte de su guardia.

Obito miró a Madara quien se había mantenido en silencio durante todo el combate. El mayor recorrió al albino con la vista. La parte inferior de su Kimono se encontraba sucio y partes de su cabello se pegaba a su frente debido al sudor.
El doncel pasó su mano por su frente y sus mejillas dejando un rastro de suciedad sobre su cara.

—¿Cree que esa es la manera en la que debe lucir un doncel? —Preguntó Madara frunciendo su ceño.

—¡Vaya, pero miren nada más! —Exclamó el albino sonriendo divertido— Creí que había quedado clara la advertencia, mi Lord.

Hashirama observaba a su hermano, no quería que se metiera en problemas con su futuro esposo ahora que habían pactado, definitivamente, esa alianza. Aún debía contarle al Uchiha mayor los problemas que tenía con el rey, puesto que éste se lo había pedido y el Senju admitía que ahora, como prometido de su hermano, tenía el derecho a saber sobre la situación.

—Quedó claro, pero eso no significa que no esté a tiempo de comenzar a emprender sus tareas como futuro doncel de la fortaleza. 

Tobirama elevó una ceja y se acercó al Uchiha, una vez que se colocó frente a él, tiró su cabeza hacia atrás para poder verlo a los ojos debido a que su estatura daba justo hasta el cuello del Lord.

—¿Y si en lugar de comenzar con mis tareas y quedarme en una fortaleza sin hacer nada peleo con usted hombro a hombro? Debo admitir que también soy muy bueno con el arco, se nota mucho más en las cacerías —Sonrió.

Madara recorrió su rostro con la mirada, su sonrisa acompañada por la tierra que manchaba su cara y sus ojos carmesí que brillaban ante la propuesta que le había hecho, daban una imagen demasiado tierna al mayor.

Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora