Madara despertó temprano ese día, aún se podían apreciar las estrellas en todo su esplendor.
Giró su vista para ver que su esposo no se encontraba durmiendo a su lado.
Extrañado, se levantó y se vistió para poder salir en su búsqueda.Había pasado un mes completo desde que Tobirama había llegado a su fortaleza y había comenzado con las clases.
Al Uchiha se le hacía extraño que no discutiera cuando algo no le parecía correcto o justo a la hora de realizar un dictamen o algo similar.Le había obedecido en todo sin protestar, su vestimenta era la de un doncel de alta cuna, no realizaba actividades de hombres como el combate y ni siquiera observaba cuando los hombres practicaban.
Desde el primer día, comenzó a tratarlo como a su Lord, siendo que si bien ese era el caso, desde que se habían casado lo llamaba por su nombre.
Comenzó a ocuparse de las actividades del torreón encargándose de las mujeres y donceles que allí laboraban.Con respecto a su matrimonio, nada iba bien. Por un lado, no tenían comunicación porque el albino solo hablaba para darle su opinión en algo cuando él se lo pedía, fuera de eso, se mantenía en un completo mutismo cuando lo acompañaba.
Muchas veces el menor había querido cumplirle como esposo en la intimidad, sin embargo, cuando Madara comenzaba a besarlo, sentía el rechazo del doncel, quien hacía hasta lo imposible por esconderlo.
El Lord no quería eso, quería tenerlo con él cuando ambos quisieran y no porque el joven estaba obligado a cumplirle.
El deseo por querer estar íntimamente con él lo estaba superando. No podía quitarse de la cabeza su noche de bodas, ansiaba volver a tenerlo debajo de él gimiendo su nombre. Sabía que era su derecho tomarlo como y cuando quisiera pero aún así, algo se lo impedía.
Esa situación había dado como consecuencia, que el pelilargo esté estresado y molesto, tanto así, que más de una vez sus soldados pagaban el mal humor de su Lord al igual que los sirvientes del torreón.El muchacho se había convertido en el doncel que tenía que ser, en el perfecto señor de la fortaleza. Tobirama se había transformado en alguien dócil, amable, abnegado y obediente pero aún así, Madara no podía comprender porque no le estaba gustando su nuevo esposo siendo que era lo que tanto quería.
El personal ya había comenzado a hacer sus labores en la fortaleza. Se oían los movimientos desde el pasillo que daba hacia los cuartos del segundo piso.
Entró en las habitaciones que sabía que estaban vacías para verificar que el doncel no se encontraba allí.
Bajó las escaleras y buscó por el primer piso pero no encontró rastros de él.
—¿Sabes donde se encuentra mi esposo? —Preguntó algo avergonzado a Sarada, quien ayudaba a la cocinera, Hoshi, a preparar el desayuno.
—Lo lamento, mi Lord, no tengo conocimiento de su paradero.
Madara salió a paso rápido hacia el patio de armas.
Encontró a sus guerreros, quienes hacían el cambio de guardia en la cercanía de la muralla.—¿Muchachos, han visto a mi esposo?
—Yo lo he visto —Contestó uno de los jóvenes luego de hacer una reverencia— Ha ido temprano hacia el lago, Toka lo ha acompañado.
El Lord suspiró más tranquilo y se dirigió hacia el lugar.
Al acercarse, observó al albino sentado en la orilla abrazando sus piernas. Toka se encontraba a unos pasos alejado, estudiando el perímetro para prevenir cualquier amenaza. Madara debía cruzarlo para poder acercarse al doncel.
—¿Hace mucho tiempo que está aquí? —Preguntó el Uchiha colocándose a un lado del combatiente.
—Hace bastante —Contestó Toka— Se ha levantado temprano y me ha pedido que lo acompañe, luego tiene clases y no tiene el tiempo suficiente para poder estar aquí.
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Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)
Historical FictionHashirama Senju, el Lord del clan Senju, recibe un inesperado pedido. El rey Hiruzen Sarutobi, le ordena presentar a su hermano menor ante él para contraer matrimonio y poder tener un heredero para el trono. Todos saben que el rey es un tirano y abu...