Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)

Capítulo 14

Mito observaba a su esposo caminar de un lado a otro mientras se mordía las uñas por la preocupación.
No sabía cuanto tiempo había pasado, solo se alcanzaba a escuchar el fuerte llanto desgarrador de su cuñado desde el gran salón.

Muchas mujeres y donceles habían tomado la decisión de salir del lugar al no soportar el malestar de su señor, entro ellos, Kakashi.

Los soldados que se encontraban en el comedor, mantenían un semblante de preocupación e impotencia al no saber que hacer. El dolor en su ser era evidente en cada grito de agonía que llegaba a los oídos de los guerreros.

Obito salió del comedor en busca del Hatake. No había tenido oportunidad de hablar con él desde que habían vuelto a la fortaleza luego de cazar.
Sabía que se encontraba mal, lo dejó en evidencia cuando le mostró a su hermano el daño en el cuerpo de su cuñado y tuvo que retirarse.

Caminó hacia el patio de armas, donde encontró al doncel recostado sobre la pared, alejado de la puerta que permitía la entrada a la cocina.

Se acercó a él con cuidado, notando como respiraba de manera agitada y restregaba sus manos sobre sus ojos.

—¿Kakashi?

El doncel volteó a verlo, mostrándole sus ojos brillosos y colorados por las lágrimas que no permitía que salgan.

—Yo... Lo siento, pero no pude continuar allí.—Habló con la voz rota.

El Uchiha se acercó y lo envolvió en un abrazo, sintiendo como el cuerpo del contrario se relajaba y comenzaba a temblar debido al llanto que se había permitido liberar.

Sobó su espalda con suavidad, subiendo y bajando su mano.

—Te he visto mal desde que he vuelto.—Susurró.

—Es mi amigo —Kakashi se separó sin romper el abrazo y lo miró a los ojos— El día que nos atacaron vinieron directamente por mi señor ¿Ha visto como lo dejaron? Se ensañaron con él y no hemos podido hacer nada, nos tenían inmovilizados obligándonos a ver como lo lastimaban.

—Esto no es culpa tuya, ni de los que los estuvieron acompañando como tampoco lo es de mi hermano.—Habló con voz suave.

—Jamás culpé a nuestro Lord por este crimen.—Habló con el ceño fruncido.

—Lo se, pero él no deja de culparse por no haber estado aquí. Encontraremos a los culpables, pero debes dejar de martirizarte por esto.—Le sonrió tranquilizador acariciando con suavidad sus mejillas.

El doncel lo miraba a los ojos. Lágrimas seguían saliendo de sus orbes oscuros, mismas que eran quitadas por el mayor pero otras nuevas volvían a reemplazar a las anteriores.

Obito volteó el rostro a ambos lados para verificar que no hubiera nadie cerca. Con lentitud se acercó al rostro del menor y capturó sus temblorosos labios en un delicado beso que mantuvo a la espera de que el peliplata le correspondiera o lo alejara.

Sintió la boca de Kakashi abrirse apenas, acción que el Uchiha tomó como una aceptación. Las manos del mayor bajaron hacia la cintura del joven de cabello plateado atrayéndolo a su cuerpo para formar un abrazo.

El menor subió sus manos con la intención de aferrarse al cuello del pelinegro, acariciando el pecho contrario en su camino por llegar a destino, sin embargo, antes de finalizar el recorrido lo empujó levemente para separarse provocando que Obito lo vea con el ceño fruncido.

—Lo lamento —Habló el más joven— Fue insolente de mi parte.

Kakashi tomó las manos del Uchiha que se ceñían sobre su cintura y comenzó a abrirlas para poder liberarse.