Capítulo 11

565 51 4
                                    

Tobirama salió de su cuarto completamente relajado.
El tiempo que había pasado con el Lord y el baño caliente que se había dado, le había servido de mucho para poder estar tranquilo y desestresado.

—Es bueno verlo de tan buen humor, mi señor.—Comentó Sarada con una sonrisa de lado, cuando la encontró en lo alto de la escalera acompañada de Kakashi.

—Lo estoy.—Contestó sonriendo.

—Me arriesgo a decir que es por pasar tiempo a solas con su esposo ¿Verdad? —El albino se sonrojó ante las palabras del peliplata.

—Pero que preguntón estás hoy, mi querido Kakashi —El joven soltó una pequeña carcajada— Pero puede ser —Dijo con tono sugerente— Espero que las cosas con Obito estén muy bien.—Picó con una sonrisa pasando por su lado.

Fue el turno de Hatake de sonrojarse por las palabras dichas por la pareja de su Lord.

Sarada y Kakashi habían sido los primeros que le habían hablado con respeto y los únicos con los que pudo conformar una sincera amistad.
Le había costado acostumbrarse a la joven pelinegra y su cháchara que en más de una ocasión, iba con doble sentido. Como también, le costó habituarse al joven de cabellos grises con ojos negros y su forma tan directa de expresarse.

Tenía oportunidad de pasar tiempo con ellos en el corto tiempo en el que terminaba sus clases, hasta que hacía presencia frente a su Lord, actualizándose y sincerándose para poder conocerse un poco más, así fue como llegaron a la noticia de que el joven peliplata se encontraba perdidamente enamorado de su cuñado.
También conoció que de los dos, Sarada había sido la única que nació con el apellido Uchiha, ya que Kakashi era hijo de Sakumo, uno de los hombres que formó parte de las líneas del clan, siendo recibido por el padre del actual Lord cuando lo desterraron de su clan tachándolo de ladrón, ganándose con el tiempo, la plena confianza de los que habitaban el lugar.

Fueron los únicos que lo habían acompañado en ese horrible proceso de tener como tutora a la señora Umiko, claro, sin contar a sus cuñados que en más de una ocasión trataban de hablar con él para saber como llevaba todo.

Bajó las escaleras hacia el gran salón encontrándose con un hombre alto, de cabello corto y de aspecto desaliñado, parecía que había pasado tiempo a la intemperie, al menos así lo demostraba el kimono verde que llevaba puesto, mismo que se encontraba roto en algunos sitios y con manchas de lodo.

—Buenas tardes.—Saludó cuando bajó el último peldaño colocándose frente al desconocido.

—Buenas tardes —Contestó el mayor— Mi nombre es Zetsu.—El joven se inclinó y tomó una de sus manos para besar el dorso.

El albino se sintió incómodo. No estaba acostumbrado a ese tipo de muestras de afecto y mucho menos de desconocidos. Ni su esposo lo trató con tal descaro cuando los presentaron.

—Voy a pedirle, por favor, que no vuelva a hacer eso.—Habló quitando su mano y colocándola detrás de él para limpiar, sutilmente, la zona besada.

—¿Puedo saber por qué? —Preguntó Zetsu con una sonrisa de lado— Aunque debo de suponer que es porque está casado ¿No es así? Dudo mucho que un doncel tan hermoso como usted se encuentre solo.

—No quiero que vuelvas a faltarle el respeto como lo acabas de hacer.—El hombre giró su cabeza hacia un costado cuando escuchó la voz de un tercero. Kagami acababa de entrar desde el patio de armas.

—Usted debe ser su pareja —Comentó con una sonrisa restándole importancia.

—No lo soy, él es el doncel de esta fortaleza y esposo de nuestro Lord. 

Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora