Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)

Capítulo 6

Tobirama observaba a ambos clanes convivir. El ambiente era relajado y tranquilo.

Hashirama se levantó de su asiento y levantando su copa, comenzó con el brindis una vez que todos estuvieron en silencio.

—Quiero brindar, tanto por el matrimonio de mi hermano con Lord Madara, como también por nuestra alianza —Sonrió a los presentes— Ahora somos clanes aliados y una familia —Tomó aire y continuó— Brindo por la paz y felicidad de ambos. —Los presentes aplaudieron.

Obito se levantó de su lugar y tomó la palabra una vez que el Lord del clan Senju se sentó.

—Hermano —El mayor lo miró— Quiero felicitarlos a ti y a tu esposo, ahora mi pequeño hermanito —Sonrió mirando al albino— La familia ha crecido y me refiero también al clan Senju, espero que los dioses nos den su bendición logrando que crezca aún más con el nacimiento de sus vástagos en un futuro no muy lejano —Tomó la copa frente a él y continuó— Por eso brindo por los recién casados —Dijo mirándolos— Que su matrimonio sea bendecido con salud, muchos varones y que sus donceles sean tan hermosos como lo es el doncel de nuestra fortaleza.—El comedor estalló en rugidos provenientes de los guardias.

La sonrisa de Tobirama iluminó el lugar, se sentía aceptado y querido por su nueva familia. La emoción que sentía lo llevó a actuar sin pensar, tomando ambas mejillas del Lord entre sus manos y plantando en sus labios un vigoroso beso que dejó a Madara perdido por un momento.
El vitoreo de los soldados de ambos clanes creció.
El pelinegro tuvo que parpadear varias veces para volver en si. No se esperaba esa muestra de afecto de parte del albino.

Izuna y Obito veían la escena con sonrisas divertidas mientras que Hashirama los veía con asombro. Tampoco esperaba esa reacción de parte de su hermanito.

—Lo lamento —Habló Tobirama, por encima de los gritos, cuando se percató de lo que había hecho— Creo que fue la emoción del momento —Su sonrojo iba en aumento desde que comenzó a hablar— Fue una falta de respeto haberlo hecho frente a todos.—Y finalmente, la sangré se le subió de golpe permitiendo ver en su rostro un brillante color rojizo

Madara colocó su mano detrás de la cabeza del albino y lo atrajo hacia sus labios plantándole un beso con la misma intensidad con la que él lo recibió. Y si pensaba que el sonrojo de su esposo ya no podría llegar a más, se equivocó. Ahora sus marcas a penas si se notaban.

—No tienes porque disculparte —Dijo sonriendo— Eres mi esposo y tienes el derecho a besarme cuando quieras al igual que lo tengo yo. 

Mujeres y donceles Senju comenzaron a servir los platillos del banquete, dando sus felicitaciones a la pareja a medida que iban pasando.

El Lord tomó un pedazo de la carne de venado que se encontraba en su plato y lo cortó en trozos pequeños para dejarlos en el plato de su esposo.

—¿Quieres agua o sake? —Preguntó mirándolo.

—Agua, por favor.

Madara vertió el líquido dentro de la copa y la dejó frente a su pareja. Agradecido, Tobirama bebió mientras observaba y oía a los soldados entablar conversación.
El flautista se presentó en el centro del salón y comenzó a tocar una melodía rápida y animada.

—¿Quieres bailar? —Preguntó el albino a su esposo.

—Lo lamento pero realmente no soy bueno haciéndolo.—El pelinegro se acomodó mejor en su lugar.

—Sin embargo, yo si —Dijo Izuna levantándose y caminando los pocos pasos que lo separaban del Senju menor— ¿Te molesta? —Le preguntó a su hermano— Prometo devolvértelo en una pieza.