Todo Por Amor (MadaTobi) (MadaraxTobirama)

Capítulo 19

Antes de comenzar, les advierto que este capítulo tiene momentos de tortura por lo que si les resulta muy impresionante, absténganse de leer.
Sin más que agregar, que disfruten su lectura.

Asuma Sarutobi ingresó en silencio a su cuarto. Aquel lugar de paredes húmedas y una cama con un colchón demasiado fino.

Caminaba de un lado a otro sin poder sacarse de la cabeza la "invitación" del líder del clan Namikaze, argumentando que había decidido reunirse con sus aliados y necesitaban de su presencia en el lugar.

—El motivo de tal exigencia, si es que lo quiere denominar de esa manera, es que necesito un heredero. Se que el clan Senju es uno de los más fuertes y me parece la mejor opción que mi heredero también lleve la sangre de su clan.

El joven no podía experimentar otra emoción que no sea odio y enojo al recordar las palabras que había dicho su padre al líder Senju.

Estaba cansado de que lo aleje, lo niegue y lo ignore. Hasta casi los diez años, había intentado que su padre vea la clase de ser humano en el que se estaba convirtiendo, sin embargo, ante el desprecio que mostraban los ojos del anciano, dejó de molestarlo.

—Por mi lado, tendré un heredero para cuando me retire como rey, será un heredero fuerte con sangre noble y de guerrero, de los mejores guerreros. Y por el lado de su clan, tenga en cuenta que contará siempre con el apoyo real, nada le faltará a su hermano, mi hijo o su clan.

—¿Nada le faltará? —Preguntó inconscientemente al aire, dejando escapar una risa sínica.

Giró la cabeza y miró el colchón sobre la cama a su lado.
Manchas de humedad entre amarillas y grises, casi negras se extendían a lo largo del objeto. Tenía suerte si le daban algunas pieles o siquiera leña para poder calentarse en el lugar.

Asuma jamás entendió el porque su padre lo había rechazado desde pequeño.
Aún recuerda cuando su madre le decía que él sería el próximo rey cuando el anciano ya no pudiera continuar con su reinado.

Y a pesar de todo lo que le había dicho su madre y de toda su instrucción, veía el trono demasiado alejado de su realidad.

Tenía demasiadas ideas para poder gobernar y devolverle a su reino todo su esplendor.

Se recostó sobre su cama, sintiendo las maderas de apoyo clavarse en su espalda. Tomó la piel agujereada que tenía a un lado y se tapó con ella sin poder conseguir que el frío que sentía, desaparezca.

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Los gritos desgarrados hacían eco en el patio de armas.

Los soldados se mantenían en silencio, deleitándose con el sonido doloroso que provocaban las cuerdas vocales del guerrero y permitiendo que su líder pueda preguntar y oír respuestas sin ningún problema.

Hashirama había visto a Mito ingresar al torreón cuando comenzó la tortura. El Lord no estaba de acuerdo con su método pero no se metería en su forma de sacar información a un traidor. Sobre todo, porque el traidor estaba metido en sus filas.

Kakashi permanecía en el lugar junto a su esposo e Izuna. Los tres se encontraban a un lado del su soberano, viendo como la sangre manchaba el suelo.

Las mujeres, niños y la mayoría de los donceles del lugar, se había retirado impresionados por la escena que presenciaron.

La mano enguantada de Madara, sujetó el cabello negro de Zetsu y tiró su cabeza hacia atrás con brusquedad.

—Una vez más te lo pregunto —El guerrero miró a los ojos de la persona que se había convertido en su Lord y derramo lágrimas de dolor— ¿Quién te envió?