La sensación abrumadora de calidez y amor seguía rondando por toda la capicueva, todo era sonrisas y alegría; Henry y Ray no podían estar más felices, Henry nunca había estado tan feliz en su vida. Jamás pensó que llegaría vivo para fin de año, pero aquí estaba, vivo, con un increíble novio, recibiendo puro amor y felicidad; algo que nunca pensó tener, ahora lo tenía todos los días.
Como ya tenía acostumbrado, despertó con una brillante sonrisa y con ánimos se preparó para iniciar el día, quien diría que alguien pudiera despertar tan feliz por las mañanas, pero así era Henry Hart desde hace un par de meses. Tomó sus pastillas y luego fue a darse una ducha. Un intruso, llamado Ray, entró con él al baño minutos después, pronto se vieron envueltos en un momento romántico lleno de pasión, terminando con ellos en un cálido abrazo mientras el agua de la regadera caía sobre sus cuerpos desnudos. Después, con amor, continuaron con el baño, Ray pasaba la esponja de baño de forma lenta por todo el cuerpo de Henry, mientras que Henry, envuelto en el placer, se dejaba llevar por la cálida sensación. Perdieron la noción del tiempo en la ducha, pero a ninguno les importó, ya no tenían prisa por nada, ya no tenían nada de que preocuparse.
Continuaron la tarde relajados en el sillón giratorio, Ray saliendo cuando el deber llamaba, Henry lo esperaba, preparando la cena. Así eran sus días, comunes y corrientes como una pareja normal.
—Estoy muy emocionado por el viaje —comentó Henry mientras con alegría sacaba sus prendas del armario y las metía en su maleta. —Nuestro primer viaje juntos —dejó escapar una enorme sonrisa antes de caminar el armario y sacar más ropa.
Finalmente, Ray había organizado todo para tener sus vacaciones en la cabaña, se irían en un par de días, pasarían año nuevo en la cabaña y luego se quedarían un par de días más para disfrutar y tener algo de tiempo a solas: eran unas pequeñas vacaciones, pero unas bien merecidas. El crimen no solía ser tan frecuente para estas fechas, así que capitán man podía tomarse unos días libres, la policía podía encargarse de todo en su ausencia.
—¡Ni siquiera sé que más llevar! —expresó Henry, feliz como un niño pequeño mientras miraba hacia su maleta repleta de ropa. Ray frente a él, también ordenando su maleta, le sonrió con ternura.
—¿Metiste lo esencial? ¿Ropa interior? ¿Ropa de invierno? En las montañas hace frío.
Henry asintió al mismo tiempo que respondía;
—Sí, y sí, Incluso guardé mi cepillo dental.
Ray volvió a sonreírle, dejó lo que hacía y se acercó a Henry, lo tomó por la cintura y lo envolvió con sus brazos.
—Entonces, ya estás listo para el viaje, mi amor.
Henry sonrió, expresando toda su felicidad. Rodeó a Ray por el cuello y se acercó para dejarle un tierno beso.
—Gracias por hacer esto. —murmuró contra los labios de Ray. El castaño negó con su cabeza.
—Ya basta de agradecerme por todo, sabes que lo hago porque te amo y amo verte feliz. Si vuelves a agradecerme por algo, me enojaré —lo apuntó con su dedo; sin embargo, estaba bromeando, nunca podría enojarse con Henry, además, sabía que Henry nunca iba a dejar de agradecerle por todo. Henry se rió un poco, volvió a dejarle un beso antes de alejarse y continuar arreglando su maleta.
—Esto será genial. Será como en las películas cuando los protagonistas se van de vacaciones románticas.
Ray se rió un poco, enamorado de la actitud tan radiante de Henry, no se cansaría nunca de verlo tan feliz.
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Yo te protegeré.
FanfictionHenry Hart, un adolescente huérfano a temprana edad y con múltiples experiencias que han marcado su vida, es rescatado por el Capitán Man, quien se ofrece a cuidarlo y protegerlo llevándolo con él a su guarida secreta. Lo que no esperaba el gran su...