Capítulo 4

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El silencio en el interior del auto era tranquilo, cómodo, como si ambos estuvieran acostumbrados a estar junto al otro. Henry iba mirando por la ventana, la ciudad presentándose ante sus ojos. Dejo escapar un suave suspiro y se recargó más en su asiento, contra su pecho, apretaban la bolsa con las prendas que le Leyla le había regalado. Se aferraba a esta como un salvavidas, no es que estuviera nervioso, solo ansioso hacia donde iría.

Ray, por su parte, iba conduciendo con firmeza, su vista pegada al frente. En su mente pasaban miles de situaciones, pensaban en lo que pasaría en cuanto pusiera un pie en la capicueva junto con Henry, un completo extraño. Alejo esos pensamientos en cuanto visualizo a lo lejos la tienda, trago saliva y apretando el volante con fuerza, condujo hacia basura y más.

—¿En dónde estamos?.

La voz de Henry lo hizo saltar un poco, sin embargo, no respondió y siguió conduciendo, dándole la vuelta a la tienda, posteriormente, entro a un callejón. Henry se estaba poniendo nervioso, mirando por la ventana con ansiedad, movía sus ojos por todos lados, detallando cada cosa. Era desconfiado, no podía evitarlo. La camioneta se detuvo al final del callejón, pero este no era como los típicos callejones, parecía más un estacionamiento, uno pequeño y limpio. Henry finalmente se atrevió al mirar al capitán, quien ya había apagado el auto y lo miraba con tranquilidad.

—Estoy a punto de romper unas de las principales reglas para ser superhéroe —soltó una risa nerviosa. Henry tragó saliva, asintiendo al mismo tiempo.

—Eso es un problema... —murmuro, al mismo tiempo, sonando como si preguntara si debía bajarse del auto e irse por su cuenta. El capitán man simplemente negó.

—Estoy seguro de que recibiré un regaño de mi equipo. Pero ya soy un adulto, así que —se encogió de hombros, pero al mismo tiempo, podía escuchar la voz de Charlotte molesta, eso lo hizo temblar de miedo.

Henry dejó escapar una risa pequeña, eso fue todo lo que Ray necesito para bajarse del auto.

—Vamos —le dijo al rubio mientras se quitaba el cinturón de seguridad y abría la puerta de su auto.

Henry se quedó unos segundos en el interior del auto antes de bajar, dejo escapar un suspiro y apretando con más fuerza la bolsa contra su pecho, se bajó de auto y camino hacia el capitán man, quien lo esperaba a solo unos pasos.

—Es algo complicado llegar a la capicueva, su localidad es secreta y por eso, es difícil encontrarla. —tomo a Henry de los hombros y lo condujo hacia una pared. —necesito que confíes en mí, ¿está bien? —le dio la vuelta a Henry para que pudiera estar frente a frente. Dio un paso hacia adelante para que Henry diera uno atrás, colocándolo bajo una X. Henry la miro antes de alzar la mirada hacia el capitán, dándose cuenta de que no le había respondido.

—Prometo que no le diré a nadie sobre esto.

Ray dejo escapar una sonrisa, Henry le resultaba tan tierno. Llevo su mano hacia su mejilla y la acaricio, un simple, pero suave roce de sus dedos sobre la piel de Henry. Luego se apartó, colocándose al lado del rubio.

— ¿Estás listo?

Henry no supo que responder, pues, no entendía del todo que pasaría después. Observo al capitán presionar la hebilla de su cinturón y luego sintió como el suelo empezaba abrirse debajo de él, pego un grito, cuando fue arrastrado hacia abajo. Henry estuvo gritando la mayoría del tiempo, sus ojos estaban cerrados con fuerza mientras era arrastrado hasta quien sabe dónde. Su corazón retumbaba sin cesar, casi podía jurar que se le saldría en cualquier momento. Se movía por todos lados, abrió un poco sus ojos dándose cuenta de que estaba dentro de un tubo, ¡fue succionado por un tubo! Grito un poco más sin entender como esto era posible. Pronto vio el final, el suelo abrirse ante él. Cerró sus ojos y espero el golpe, golpe que nunca llego.

Yo te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora