Sandwich

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La puerta se abrió de golpe.

Mi cabeza daba vueltas.

Demasiadas vueltas.

Alguien entró y intentó desatar a Robin.

- ¡Hijo de puta! -grité.

Empecé a zarandearme.

Intentando llamar su atención.

- ¡Cógeme a mí! -volví a gritar.

El guardia se acercó a mi y me levantó del suelo, como había hecho con Robin antes.

- ¡No! ¡Maddy, cállate! -gritó ella.

- ¿Quieres ser tú la siguiente? -el guardia se acercó a mi cara.

- Sí. -aseguré.

- Me gustas más tu, tienes una cara muy bonita, pero tu amiga irá primero. -dijo acariciándome la mejilla y yo puse una cara de asco.

Le escupí con fuerza y él se limpió rápidamente la cara, asqueado.

- ¿Ahora tampoco vas a llevarme a mi? -le pregunté con una sonrisa.

- Hija de puta. -dijo y me levantó de ahí, desatándome de mala gana y sacándome de  la sala.

Robin gritaba que no me llevasen, que la cogieran a ella, pero yo no pensaba permitir eso.

Me sentaron en otra silla, esposándome las manos.

El jefe entró en la sala y me miró con una sonrisa.

- Tus amiguitos no han querido hablar, ¿lo harás tu? -preguntó él acercándose a mi.

- ¿Dónde están? -le dije de mala gana.

- Las preguntas las hago yo. -dijo y me dio una bofetada.

- ¿Qué mierda les has hecho? -grité cabreada.

- Cállate, zorra. -gritó él y volvió a darme en la cara, esta vez con el puño y con más fuerza.

Yo escupí sangre en sus botas y lo miré desafiante.

- No pienso responder a nada. -le aseguré.

- Entonces tus amigos verán como mi compañero te tortura. -dijo con una risita.

Dijo algo más en ruso y unos cuantos guardias entraron con Billy y Steve.

Billy estaba medio inconsciente, pero no le habían golpeado.

Steve tenía la cara y el cuerpo amoratado, lleno de golpes.

Los dos levantaron la vista y me vieron.

Intentaron zafarse con las fuerzas que les quedaban.

- Estoy bien, estoy bien. -les aseguré mirándolos y ellos se quedaron quietos.

No podíamos hacer nada, ellos tenían armas y nosotros estábamos completamente indefensos.

Por la puerta entró otro guardia, pero este era el doble de grande.

Ataron a Steve y Billy en una pared y los demás guardias desaparecieron.

El jefe se rio y se apoyó contra una pared, mientras el guardia grande se acercó a mi.

Me acarició el pelo y dijo algo en ruso, que perfectamente supe que era algo asqueroso por como me miraba.

Me dio el primer puñetazo y mi cabeza dio más vueltas de las que ya daba.

Mi labio sangró aun más y mir nariz se unió también al sangrado.

- ¡No! -gritó Steve, intentando romper las cuerdas que lo ataban. 

Lovely 2 - Steve Harrington +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora