Lovely 2 - Steve Harrington +18

Alguien que te quiere

Mi cuerpo dolía.

Mis ojos seguían cerrados.

Mi cuerpo estaba en el suelo, frío.

Escuchaba gritos y cosas rompiéndose.

Alguien gritaba mi nombre.

Steve.

Intenté abrirlos y aunque me costó más de lo que pensaba.

Lo vi todo.

Steve arrodillado a mi lado, con cara de pánico, que se suavizó un poco al ver que yo estaba bien.

Lo malo estaba fuera de la sauna.

Billy intentaba coger a Max y los demás, mientras los chicos lo golpeaban con muebles y tablones de madera.

- Dios mío. -susurré y intenté levantarme.

- Madds, casi te mata. -susurró Steve a mi lado.

- No voy a matarle, Steve. -aseguré y conseguí levantarme.

Billy consiguió coger a Max y la levantó en el aire, ahogándola como había hecho conmigo minutos antes.

- ¡Billy! -grité con fuerza acercándome a él.

No soltó a Max, pero su agarre se soltó un poco para que ella pudiera respirar. 

- Parece que no te he ahogado lo suficiente. -dijo Billy mirándome.

Todos se quedaron quietos al ver que yo seguía acercándome a él.

- Billy, escúchame, yo sé que has cometido muchísimos errores durante toda tu vida, yo he estado a tu lado cada vez, sé lo mal que te has sentido cada vez que ha ocurrido algo malo. -empecé a hablar.

- No sabes nada. -gruñó Billy.

- Se todo lo que serías capaz de hacer para deshacer lo que estás a punto de hacer, no podrías vivir con ello nunca más. -seguí hablando.

Billy miró a Max, que lloraba en silencio.

Volvió a mirarme a mi.

- Nosotras nunca podríamos hacerte eso. -dije en un susurro y me acerqué más a él.

- No. -dijo Billy en un gruñido.

- Si realmente tienes que hacer esto, suéltala a ella, mátame a mi, porque sé que mi muerte podrías superarla, pero la de Max no. -seguí hablando.

Mi mano se posicionó en su brazo y apreté, dándole a entender yo era real y que estaba ahí.

Estaba muy frío.

- Alguien que te quiere no te haría eso. -susurró Billy y su mano soltó a Max.

Ella cayó al suelo y Robin la alejó de Billy lo más lejos que pudo.

- Billy, por favor, sé que estás ahí y que puedes escucharme. -susurré mirándole a los ojos.

- Diablita, tenéis que iros, ¡ahora! -gritó y yo retrocedí.

Steve me agarró.

- Billy.. -susurré al ver que seguía ahí, en alguna parte.

- ¡Alguien que te quiere no te haría eso! -gritó de nuevo y empezó a golpearlo todo, haciendo que los muebles se rompiesen y todo volara por los aires.

Steve cogió mi mano y salió corriendo de ahí, detrás de Robin y los chicos.

Mientras corríamos escuchaba los sollozos de Max y los gritos de Billy.

Mi corazón no podía estar más roto.

Si algo realmente lo estaba manteniendo para que siguiera latiendo, ese era Steve.

Me sujetaba con fuerza, evitando que yo pudiera romperme del todo.

Volvimos a casa sin decir ni una palabra

No queríamos separarnos, teníamos mucho miedo.

Nada iba bien y no teníamos ni idea de como arreglar lo que estaba pasando.

Una cosa estaba clara.

Nadie quería perder a Billy.

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el capítulo de mañana será más larguito, pero este era necesario para que mas adelante entendáis todo :))))