Hazme sentir

Capitulo 9

Notas del autor: Y finalmente hemos regresado a nuestra amada Nación del Fuego y descubrimos qué diablos ha estado pasando con ellos desde entonces. Y por fin me las arreglé para entrar en ese punto de vista de Mai del que les hablé en el capítulo anterior. Este capítulo fue algo grande ya que tenía muchas cosas que quería incluir aquí, incluida la escena con Ursa y un personaje muy especial que finalmente hizo su aparición.

De todos modos, este capítulo es probablemente uno de los más largos que verás, pero están sucediendo algunas cosas muy interesantes que presagiarán algunos eventos muy... importantes en el futuro.

No quiero spoilear demasiado, así que comencemos este capítulo.

Si había algo que Mai podía decir que disfrutaba genuinamente en la vida, era la sencillez.

No, no el tipo de sencillez que sus padres la obligaron a ser siempre puntual y ser la personificación viviente de una muñeca viviente sin emociones que la volvía medio loca. Era el tipo de sencillez en las cosas que hacía.

Como lanzar cuchillos. Fue relajante a su manera.

Mai respiró hondo mientras movía los cuchillos entre sus dedos.

Respiró hondo y no dudó ni un segundo mientras lanzaba los cuchillos a sus objetivos. Los postes de madera terminan astillándose un poco por el impacto de sus cuchillos golpeándolos con fuerza.

Ella giró mientras lanzaba aún más cuchillos a sus objetivos, todos golpeando perfectamente en áreas letales.

Flexionó los brazos mientras se relajaba. Estaba contenta de poder practicar su lanzamiento de cuchillos libremente ahora, si sus padres la hubieran visto haciendo esto, le habrían dado un ataque al corazón o le habrían dado un sermón. Tal vez ambos .

Ser la novia del Señor del Fuego tenía algunos beneficios muy agradables y uno de ellos era el beneficio de alejarse de sus padres autoritarios. Y el beneficio de finalmente tener un espacio dedicado para practicar su lanzamiento de cuchillos.

Ella no ha tenido tanto desde que fue con Azula en su que-

Mai se detiene allí. Prácticamente reprendiéndose a sí misma con la misma severidad que su madre.

Ni siquiera quería pensar en la princesa.

Mai se giró cuando escuchó que alguien entraba a la sala de entrenamiento y vio que era Ty Lee, vestido con su ropa acrobática habitual y con su típica sonrisa despreocupada en el rostro.

Mai ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando Ty Lee corrió hacia ella y la abrazó con fuerza "¡Mai! ¡Estoy tan feliz de verte de nuevo!"

"Bueno, sí... nos vemos todos los días... todavía no soy fan de los abrazos", se quejó Mai, pero ni siquiera trató de defenderse.

Excelente . Ty Lee debería proporcionar una buena distracción de sus pensamientos.

"Lo sé, pero con la forma en que trabajo con las Guerreras Kyoshi, apenas podemos verlas sin mi uniforme", dijo Ty Lee con una sonrisa mientras se apartaba. "Te lo digo, Mai, esos atuendos son tan incómodos como recuerdo". que sean..."

"Sí... eran..." Mai no dejó escapar que no apreciaba que Ty Lee mencionara el momento en que Azula había logrado que se disfrazaran de guerreras Kyoshi para entrar en Ba Sing Sae. Una de las cosas más estúpidas que jamás había hecho.