30 Días LuLaw

Día 2:

Caricias:

####
— Eres tan hermoso — dice Luffy a su novio mientras que le daba pequeños besos en su espalda — Amo cada uno de tus tatuajes.

Law sólo responde con pequeño murmullos, su piel estaba tan sensible por el celo y que Luffy le diera tiernas caricias, lo ponía tan débil al toque de su alfa. Comenzaba paseando sus dedos suavemente por su cuello y clavícula, admirado su marca y mirándola con orgullo. Para después recorrer cada de uno de sus tatuajes, desde el corazón grande que tenía en su pecho, hasta los pequeños que tenían en cada uno de sus nudillos.

Law se mueve al sentir un escalofrío en su columna, su pareja acaba de recorrer su espalda con la lengua, el cirujano con dificultad se mueve hasta rodear las caderas de Luffy con sus piernas.

— ¿Quieres seguir? — pregunta él con una pequeña sonrisa y una cara de ingenuidad que no le creía. Luffy era valiente, temerario, un poco loco, bromista en ocasiones parecía un niño. Pero cuando se trataba de momentos serios y de gran importancia, como el de ahora su expresión y actuar cambiaba por completo.

Law tenía que admitir que adoraba la mirada tan seria de Luffy y también cuando le daba su merecido a las personas abusivas, fue una de las cualidades que tanto le cautivo y también adoraba.

— Mugiwara — dice Law como puede, soltando sus feromonas para llamar la atención.

Luffy lo mira con un puchero y se aleja de él un poco, cruzándose de brazos — ¿Cómo que Mugiwara? Torao, no seas un  omega caprichoso. Soy Luffy, tú L u f f y.

Lo último lo digo con una sonrisa y rozando sus labios — ¿En verdad quieres que dejemos de jugar?

Law con la respiración agitada, suelta un gruñido y mira con dificultad a su odioso alfa. Pasa sus manos detrás de la nuca de su pareja y lo jala hacia sus labios, demandando el beso que según él le debía.

Luffy sonríe entre sus labios y toma las caderas de su rebelde omega, para después acercala a su miembro. Así sintiera lo duro que lo ponía, ningún omega, alfa o beta le había llamado tanto la atención como lo hizo Law desde el momento que lo vío. Al principio no le tomó importancia, pensaba que sólo iba ser un amigo más.

Pero según lo que le había explicado Sanji, Robin y Sabo, con un amigo no sentía los celos que él sentía cuando veía que otros querían cortejar a su omega, no quería pasar casi todo el tiempo con él o era la primera persona quién pensaba en la mañana, además de la deliciosa carne o la comida de Sanji. Fue ahí cuando supo que sentía algo especial por Law, porque colocarlo al lado de la deliciosa comida de Sanji era un privilegio que casi nadie tenía.

Luffy se separa del beso demandado y se saborea los labios la ver el estado de su omega, completamente desnudo sólo para él. Con el sudor corriendo por su cuerpo, la respiración agitada, las mejillas sonrojadas y un poco de saliva escapándose por sus labios por el producto del beso.

— Tan hermoso, que te quiero comer Law — dice el alfa tocando el fuerte vientre del cirujano y acercando su nariz a la clavícula del omega — Hueles demasiado bien, como a fogata y leña.

Sin esperar más tiempo vuelve a morder el cuello de su pareja, reclamándole una vez más. Todo el mundo debería saber que Law Trafalgar tenía dueño y cualquiera que se le acercará estaría más que muerto.

Law al sentir la mordida,  cierra los ojos y sale una especie de gemido de sus labios y al mismo tiempo arqueando  su espalda, no pudo evitar correrse y manchar sus vientres.

Cuando abre los ojos, tratando de recuperándose de la fuerte emoción. Ve a Luffy con una mirada sería, que lo hace temblar. Si no fuera que acababa de tener un orgasmo, estaba seguro que en ese preciso momento estuviera apunto de tener otro.

Ve como Luffy toca el caos que formó y juega con el esperma,  para después llevarlo a sus labios — Torao fue un mal omega,  se vino sin mi permiso. Te tendré que castigar.

Law siente como su corazón comienza a palpitar con más fuerza, no sabe si de miedo o de excitación. Lo único que sabía, es que no iba a caminar mínimo por una semana.