Día 15: Apoyo

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— No es necesario que te quedes aquí — dice Law con una suave sonrisa a su novio, miró cómo estaba apunto de quedarse dormido y no le gustaría causarle molestia.

— Torao siempre te preocupas demasiado — fue la respuesta sencilla que le dio Luffy, al verlo concentrados en unos papeles, tal vez no entendiera mucho sobre asuntos de medicina y esas cosas. Pero le podía dar el apoyo que tanto necesitaba su novio en ese momento.

Luffy hace un puchero cada vez que dice o piensa en esa palabra, para él no sólo era suficiente decir novio o pareja. Quería que todo el mundo supiera que Law era suyo, aunque ya tuviera la marca, aún sentía que era poco. Pero como podía demostrar que Law era solamente de él, sin llegar al matrimonio.

Él sabía que a ambos le molestaba el tema del matrimonio y aunque eran de pensamientos muy diferentes, en algo estaban de acuerdo: El matrimonio para ellos era otra prisión.

— ¿En que piensas? — pregunta Law mirándolo a los ojos, como si quisiera leer sus pensamientos.

Luffy se ríe por ese hecho y estira su cuerpo del incómodo mueble del hospital.

— Quiero que todo el mundo sepa que somos más que pareja, pero sin llegar al casamiento — le responde él correspondiendo a la mirada intensa de su lindo omega — Creó que hay ceremonias para eso, pero no quiero anillos...

Law se sonroja y trata de calmar los latidos de su corazón, aunque no era el momento para tocar ese tema. Algo en su interior le había gustado, menos en la parte del casamiento. Según tenia entendido por sus amigos y conocidos, el matrimonio mata el amor. Y si perdiera a Luffy que era su rayo de luz, estaba seguro que no soportaría este mundo cruel.

Law trata de analizar un poco la situación y sonríe al ver un puchero en los labios de Luffy, de tanto pensar y no llegar a nada. Se levanta y tratando de no despertar a su padre, se acerca donde estaba su alfa y se sienta en sus piernas, aprovechando que las enfermeras acababan de irse.

Luffy lo mira de forma interrogante, pero no lo aleja. Todo lo contrario, lo acerca más a él en volviendo sus brazos en la pequeña cintura de su pareja, observa con cuidado las intenciones que tenía Torao con él.

Ve como el omega lo toma de su mano izquierda y toma el dedo anular, antes de hacer cualquier movimiento le sonríe de forma provocadora para luego llevar el dedo a sus labios y modelo con algo de fuerza.

El corazón de Luffy late tan rápido, de la misma forma de cuando se va a una aventura o cuando tiene una comida deliciosa frente a él. Suelta un gruñido en contra de su voluntad y su enigma brinca de felicidad al ver el atrevimiento de su descarado omega.

— Torao — dice Luffy con una voz ronca, llena de deseo y pasión.
El doctor sólo sonríe y se acerca aún más, rozando sus labios con los de él — Es una forma de estar unido, no te parece.

Luffy se tuvo que morder la lengua y respira profundo, recordado que estaban en un hospital y con el papá de Torao en un estado delicado. Aunque el atrevido había sido su propio omega, lo abraza más fuerte y oculta su rostro en el cuello de Torao.

Olía a café y la brisa del mar, necesitaba más de él. Sonríe al ver como su miembro actúa por las acciones cometido por su novio, despacio trata de moverse para que Law lo sintiera, sonríe orgullo al escuchar suspirar.

— No podemos — le dice Law entre suspiro y la respiración pesada.

— Tú empezaste — le recuerda Luffy y le muerde la parte del cuello donde estaba descubierto, estaba apunto de llevar a Law baño de la habitación, pero fue interrumpido cuando alguien abrió la puerta.

— ¡Lo sabía! — susurra Nami a lo alto, tratando de no despertar a Cora-San — Lo sospeche desde que Chopper me dijo que podía oler tu aroma Luffy, por lo menos ten algo de pudor. ¿Y tú Torao? Lo esperaba de este idiota, menos de ti.

— ¡Pero no hacíamos nada malo! — grita Luffy enojado por ser interrumpido, odiaba cuando pasaba esas cosas, iba a seguir protestando pero Law le había tapado la boca con las dos manos.

— Shhhh — dijeron Law y Nami al mismo tiempo.

— Ni se molesten, después de todo me desperté con sus aromas — dice un cansado Cora-San pero aún así sonríe de forma dulce.

Law se levanta del regazo de su pareja y se acerca a su papá, mirándolo algo preocupado. No quería que su padre se sintiera mal, por culpa de su mirada.

— ¿Estás bien? — pregunta cuidadosamente tomándolo de la mano y mirándolo a los ojos, aunque no se vieran muy seguido y en ocasiones discutían por tonterías, Law lo amaba con todo su ser.

— Mi pequeño tigre, estoy bien. Sólo un poco cansado, debe ser el efecto de la anestesia — dice Cora-San mirando a su pequeño hijo y sonriéndole, no quería hacerlo sentir mal — Lo perdí, ¿verdad?

Law baja la mirada, aún sentía enojo por todo lo que pasaba su padre. Él no estaba en condiciones de tener un bebé y el idiota de Doflamingo no le importaba ese hecho.

— Lo siento tanto — dice Law sosteniendo una de las manos de su padre, con las suyas.

— Que idiotez.

— ¡Luffy! — lo regaña Nami dándole un coscorrón — No te metas.

— ¡Pero es la verdad! Todo estaría bien si Corazón se mudará con nosotros — comenta el Enigma a su amiga — También serviría si se va de viaje con los abuelos, podemos defenderlo de ese imbécil.

— Niño tonto, ¿se te olvida que un omega no puede estar sin su alfa? — dice Cora-San con ternura, después de todo le agradaba mucho el alfa impulsos de su hijo — ¿Que pasaría si alguien aleja a Law de ti?

— Lo mató — fue la respuesta segura del Enigma, lo que ocasionó que recibiera otro golpe por Nami — Es la verdad, Torao es mío.

Law hace una pequeña sonrisa y suspira por las acciones de su alfa, incosientemente toca la marca en su cuello. Gracias a ella es que el Joker no lo alejaba de Luffy.

— Vayan a descansar, yo estaré bien — habla Cora-San mirando al trío de amigos, aunque observa como su pequeño duda — Law ve, ya estuviste todo el día conmigo. Estaré bien, los médicos me cuidarán.

Law no quería dejar a su padre sólo, la última vez que lo hizo vino el imbécil de su tío y se lo llevó, sin el permiso del hospital y en un estado delicado.

— Nami, ve con Torao y Robin a la casa — dice Luffy mirando a su pelirroja amiga — Ustedes pueden ir a la casa a descansar un poco y cambiarse, estuvieron todo el día aquí.

Law frunce el ceño, iba a protestar pero su pareja lo detiene — Torao, tranquilo. Yo me quedaré con Zoro y los demás en cuidar a Cora-San, además que Chopper tiene guardia hoy.

Law tuvo que presionar los labios para no llevar la contraria, la verdad estaba algo cansado. Pero odiaba que Luffy le diera órdenes, aunque tuviera la razón.

— Lo haré sólo para cambiarme de ropa y prepararte algo de comida, no quiero que el hospital se quede sin alimento por tú culpa — dice el cirujano, antes de irse abraza a su padre para luego seguir a Nami.

— ¿Y mi abrazó? — pregunta Luffy con un puchero.

Law sólo le responde — Los alfas mandones  no tienen abrazos, nos vemos Cora-San.

Nami se ríe por la cara graciosa que hizo Luffy, era satisfactorio ver como no siempre se salía con la suya.

30 Días LuLawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora