Día 5:

1.4K 142 14
                                    

Besándose:

Law aprendió por las malas, que las apariencia engañan. Siempre pensó que Luffy sería un inexperto con todo lo relacionado al tema del amor, porque como nunca le vio interés al asunto. Asumió que sería un novato en esa área, grave error.

El primer beso que tuvieron, se sorprendió al sentir la lengua de Luffy invadiendo su boca, paseando ese pequeño músculo por toda su zona bucal. Law se tuvo que separar por un momento para tomar aire, ambos eran un desastre, con las respiraciones agitadas, sonrojados y siendo un desorden con la saliva, podía ver la mirada hambrienta del pequeño alfa posada en sus labios.

— Torao sabe tan bien, quiero más — dice él sin apartar la mirada de su objetivo y antes de que Law dijera algo, sintió como Luffy lo jalaba hacía él y volvía a invadir sus labios.

Podía escuchar los ruidos de sus bocas al chocar, las lenguas batallar por tener el mando y sentir lo demandante que era Luffy con el beso. Law soltó algunos gemidos por todas las sensaciones que sentía al mismo tiempo.

Luffy había colocado sus manos en la pequeña cintura de él y lo había atraído más hacia su cuerpo. Law estaba seguro que sí él no lo tomaba de esa forma, hace un buen rato ya se hubiera caído de rodillas, por no sentir sus piernas y al mismo tiempo su omega ceder a los deseos del enigma.

Luffy al fin le da tiempo de respirar y se sonroja todo al ver como sus labios se unía en unos pequeños hilos de saliva, eso le debería dar asco y era todo lo contrario. Sentía en su pecho una emoción única e inexplicable.

Luffy lo ve entre serio y confundido por un momento — Torao, tienes que abrir más la boca, no puedo explorarla toda si no colaboras.

Law en ese momento quería golpear al salvaje que tenía como pareja, además de invadir su boca sin consideración. ¿Todavía le era insuficiente? Hay que ver el descaro que tenía el alfa, si no fuera que su piernas temblaban como gelatina ya se hubiera ido.

— Casi me haces un lavado estomacal con tú lengua y quieres que abra más mi boca, ¿en serio? — dice Law fijando su mirada a los ojos traviesos del alfa.

— Shi, Shi, Shi, Torao sabe bien — dice Luffy mirando los labios de Law y pasando una de sus manos por la barbilla del hermoso omega, para abrir más su mandíbula — Quiero probarlo todo de ti, cada tramo de tu cuerpo Torao.

Si, Law sentía que iba a morir en ese momento por tanto calentamiento que recorría su cuerpo, por las palabras tan provocativas que le decía el salvaje alfa. Estaba seguro, que su corazón iba a explotar en cualquier momento, que su padre adoptivo colocaría en su lápida: Murió por tanta calentura. Era un buen hijo, médico y un terco omega.
También veía a su tío Doflamingo reírse de él, porque siempre negó que se iba a enamorar y que jamás en su vida se fijaría en un alfa.

He aquí la ironía de la vida riéndose en su cara.

Law tuvo que dejar su dramática novela, cuando sintió la nariz de Luffy acariciando su cuello para luego pasar su lengua por esa zona, escucha como el alfa respira profundamente. Como si se estuviera reteniendo para no cometer ninguna imprudencia — Law, te deseo tanto. Te quiero solo para mí, tú aroma y todo lo que sea tuyo, sólo lo quiero para mí. Te deseo tanto.

Law tuvo que alejarse de Luffy en ese momento o se iba a desmayar, todavía no podía creer lo que un mocoso le provocaba en todo su ser. Además de colocarlo nervioso, ansioso y deseoso, también lo ponía caliente.

Si seguía así, tarde o temprano se iba a quemar con el deseo que desprendía Luffy. ¿Cómo alguien que se comportaba como un niño caprichoso y travieso la mayoría de la veces le provocaba eso?

Law se lo ha preguntando tantas veces, ¿cómo es que se llegó a enamorarse de ese alfa rebelde? De un día para otro, ya está cautivado por la luz que desprendía Luffy, su sonrisa y su mirada llena de valentía, ese espíritu libre que lo motivaba a seguir adelante.

¿Cómo era posible que millones de personas en el mundo y él se fue enamorar del más libre?

Law en ese momento recuerda, sus dudas. Luffy siendo un Enigma tan libre y sin ataduras, nunca se fijaría en él. Alguien que siempre debía tener un plan, que hacía todo tan meticulosamente y siempre teniendo cuidado con cada detalle.

Hasta sus amigos y los de él, le advirtieron que enamorarse de Luffy sería peligroso. Ya que él era una persona que buscaba la libertad y no quería ninguna atadura, que miles de pretendientes estaban detrás de él y siempre los rechazaba. ¡Hasta rechazó a una reina de belleza!

— ¿Torao estás bien? — pregunta Luffy serio, tratando de mirarlo a los ojos. Con esa mirada de confianza y firmeza que tantas veces lo han cautivado.

Es cuando Law se da cuenta que todas sus dudas y miedos son innecesarios, también injustificado. Porqué Luffy no le ha dado ningún motivo de dudar de él, si no todo lo contrario y sobre todo porque siempre es él quién buscaba estar cerca suyo.

Law sonríe y se aclara la garganta — Disculpa, Mugiwara- ya. Me sentiría más cómodo si vamos a mi departamento o al tuyo, los besos son algo tan íntimo...

Luffy cambia su expresión seria a una gran sonrisa — Shi, shi, shi. Torao es demasiado tímido, está bien. Vamos a la casa del árbol, Ace y Sabo no están en la ciudad así que podemos estar más tranquilo. Ya habrá una próxima vez para que todos sepan que Torao es mío.

Law se sonrojo con esas palabras, ni tiempo le dio de protestar cuando Luffy ya lo estaba cargando como un saco de papa y salio corriendo del lugar donde estaba. Que era cerca del hospital que  trabaja y la universidad donde Luffy estudiaba.

30 Días LuLawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora