🌿 LA SACERDOTISA 🌿
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Me despierto tosiendo todo el jengibre al suelo, mis manos están cubiertas de cera de vela negra y mi glamour es inexistente. Mis ojos se acostumbran de inmediato a la oscuridad, inspecciono el lugar en poco tiempo, es un sótano. Mi perfecta visión nocturna y mi alto sentido del olfato me dejan claro que estoy en alguna clase de cabaña vieja y mohosa en medio del claro de un bosque septentrional. Puedo sentir el frío y el olor de los cientos de manojos de hierbas que están secándose al aire libre o que están guardados en los frascos que cuelgan del techo. Me alegra sentirme como en casa, todas esas plantas desparramadas en frascos y macetas poco ortodoxas me recuerdan mi hogar. Hay perejil en ollas, romero saliendo de latas, lavandas brotando dentro de teteras y salvias creciendo en televisores viejos; sí, hay unos televisores viejos en un rincón, alguien les quebró las pantallas y metió plantas dentro. Si la radio sigue fallando le haré lo mismo.
Me sorprendo de lo realista que es este "viaje astral", puedo sentir las cosas a la perfección, paso mis manos por uno de los arcaicos muebles, el polvo queda entre mis dedos y el aire, suspendido y brillante. Un aplauso resuena tras de mí.
No soy tan vulgar como todos piensan, sé cómo debo comportarme ante gente ilustre, así que, me arrodillo de inmediato en dirección a la pared de donde provienen los aplausos, frente a mis ojos la madera comienza a rechinar y a quejarse tomando la forma de una anciana de piel chocolate y brillantes ojos cromados.
— Bienvenido a casa, Kai Ivanov — la voz de la mujer es melosa y afable.
— Perdón la intromisión, Madre Jengibre — la saludo intentando sacarme la cara de emoción.
— Tranquilo, ya sabía que venías. Quizás un poco más temprano, pero si hicieras las cosas a tiempo no serías tú — me sonríe cálidamente con sus dientes negros —. Puedes llamarme Gretchen, niño.
— No podría, es decir, eres Madre Jengibre.
— Oh. Veo que realmente te gustan mis libros, es una tragedia conocernos en estas funestas circunstancias, sino le habría dicho a Mhatrios que te llevara algunos que tengo. Ese mocoso es un bueno para nada con las plantas, un bruto — me hace el gesto de que la siga con una de sus manos —. Es culpa de su padre, salió igual a él por desgracia — la sigo a una distancia prudente, unos tres metros. Ella sube tranquilamente las escaleras apoyándose de las paredes, sus fuerzas le flaquean —. Es tan maravilloso ver que no eres parecido a él o a tu madre. Un jovencito hecho a su propia medida, no es por tirarme flores, pero me recuerdas a mí cuando era joven. Mi padre era un estúpido que nos vendió a mi madre y a mí por una mísera moneda dorada, mi madre por otro lado era más parecida a una oveja sumisa y obediente que a cualquier otro animal. Y yo no salí ni tonta ni sumisa — ríe.
— Creí que la habían raptado de su aldea.
— Vendida, raptada, da igual. Mi familia completa estaba compuesta de bruxas y aún así dejaron que los blancos nos atacaran. Un montón de inútiles, su pacifismo fue su ruina... de todas formas no merecían morir en la hoguera.
Llegamos al final de la escalera y la ilusión de que estaba en una simple cabaña se desvanece. La poderosa anciana abre la puerta y la ubicación real se vuelve confusa. Estoy en un castillo en ruinas, a través de los agujeros en la piedra, que antiguamente fueran las primeras ventanas, puedo ver una noche iluminada por las luces del norte, la nieve se cuela por doquier y todo el lugar me resulta demasiado hogareño. No se diferencia mucho de mi "castillo", además del obvio detalle de que no hay gatos, solo animales salvajes; junto al fuego están descansando unos ciervos de grandes cornamentas junto a una hembra completamente blanca y su macho alfa, un dios del bosque, un ciervo negro como el azabache con astas ramificadas como ramas de árboles de las cuales brotan pequeñas flores blancas. Él parece molestarse conmigo hasta que Madre Jengibre resopla hastiada, solo entonces el animal vuelve a su posición de descanso.
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El Brujo y El Muro: Cuando el espejo se quiebra (libro 3)
Fantasía🌿En las frías calles del Berlín dividido por la Guerra Fría, un contrabandista punk y un joven vagabundo se verán atrapados por el destino en una inesperada aventura entre sombras, misterios y magia. ❄️Matt, un joven que huye de su pasado, terminar...