Capítulo 1: Una misión
Era una mañana relajante, los pájaros canturreando con su melodioso sonido, la tranquila brisa a los alrededores, en esa relajante mañana se despertaba una hermosa mujer de 16 años de edad, cabello negro con puntas de color púrpura, ojos de ese mismo color, piel pálida, cuerpo pequeño pero tan hermoso como todos los demás, y así mismo tan delicada y elegante como una mariposa.
-Es una agradable mañana.- dijo aquella mujer de ojos púrpura, mientras estiraba su cuerpo.
Momento después llegó su cuervo para dar aviso a un mensaje.
-Shinobu Kochou, se te solicita hacer presencia en la sede en una hora.- hablo aquel cuervo.
-Gracias por la información.- agradeció sonriente la chica acariciando la cabeza del ave.
Entonces se adentró en la ducha, tomó un baño con agua caliente para emprender camino a la sede de cazadores.
En otro lado, o más bien en la finca del pilar de agua, se despertaba un joven de ojos azules tan penetrantes, cabello negro y largo, un joven muy agraciado con un inexpresivo rostro.
Simplemente se levantó de su futón, revisó la hora siendo las 6:10 am, de pronto llegó su cuervo para dar su respectivo mensaje.
-Giyu Tomioka, te solicitan en la sede en una hora.- dijo su cuervo, aunque fue sorpresivo para el pilar, dado que su cuervo suele olvidar o demorar en ocasiones dar los mensajes.
-Entendido.- fue lo único que dijo el joven y se empezó a preparar para dirigirse al mismo destino que la chica de ojos púrpura.
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En la entrada de la sede, se encontraron aquellos jóvenes, viéndose fijamente como si el tiempo se detuviera y solo el aire seguía, sus respiraciones se hacían lentas y sus ojos brillaban, pero aún ninguno hablaba, solo fue hasta que la pequeña mujer habló.
-Buenos días, Tomioka-san.- saludó sonriente la mujer. -¿Como amaneciste?
El joven estuvo un momento más observándola fijamente y la chica pensó que ignoro su saludo, hasta que finalmente el hombre regresó en sí y le devolvió el saludo a la chica.
-Buen día, Kochou. Amanecí bien, te agradezco por preguntar y tú cómo amaneciste.- termino de decir Giyu.
-Vaya, pensé que no me responderías.- soltó una pequeña risa la mujer. -pero respondiendo a tu pregunta, amanecí muy bien.
El asintió, y nuevamente se quedaron mirando fijamente hasta que llevó un compañero pilar a saludarlos.
-Buenos días, Kochou y Tomioka.- dijo el pilar de la roca.
-Buenos días, Himejima-san.- respondió el saludo amablemente la sonriente mujer.
-Buenos días.- también respondió el hombre de ojos azules.
Así que se adentraron a la mansión y en el patio de esta estaban los pilares de viento, serpiente y sonido. Giyu trato de ir por otro lado pero Shinobu con una linda sonrisa lo sostuvo de su haori de manera delicada para impedir que se alejara, el simplemente la miró y no opuso resistencia, se quedó a su lado.
-Muy buenos días mis estimados compañeros, espero hayan amanecido con mucho entusiasmo.- saludó animado el pilar del sonido, Tengen Uzui.
-Buenos días, Uzui-san, veo que has despertado con todo el ánimo posible.- dijo Shinobu soltando una risitas.
-Buen día Uzui, como siempre tan entusiasta.- respondió Gyomei alegre a su compañero.
-Buenos días Uzui.- dijo el hombre de ojos azules dejando asombrados a los presentes.
