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-'ღ'-𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 18: Confesión.
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Sanemi se encontraba en frente del patrón mientras él empezaba a hablarle sobre el tema importante que quería decirle.
-Sanemi, lo que te voy a pedir es un favor especial.
-Lo que usted diga patrón, haré lo que desee.
-Gracias hijo, sabía que podía contar contigo.- agradeció y el albino estaba orgulloso de poder ayudar a su líder.- Lo qué pasa es qué hay una señorita que hace poco ingreso al cuerpo de cazadores...
La sonrisa orgullosa del albino se iba borrando de su rostro, ya imaginaba de lo que quería hablar el patrón.
-¿Quiere que sea su maestro?
El patrón se sorprendió para después sonreír suavemente asintiendo en respuesta a la pregunta del chico.
-Eres muy listo Sanemi.- halago.- Esta chica es una buena usuaria de la respiración que utilizas por ese motivo pensé que no tendría mejor entrenador que tú, un excelente usuario de la respiración del viento.
-¿Por cuanto tiempo tendré que enseñar a esa mujer?
-Sería por un buen tiempo pero aún no calculo por cuanto pienso que hasta que ella perfeccione las técnicas de la respiración. Eso sería más que suficiente.
-No lo se patrón, no sé si tenga la paciencia para soportar a un aprendiz.
-No te preocupes, ella es muy habilidosa.
Shinazugawa estaba dudando, por un lado quería hacerlo solo por ayudar al patrón, pero por otro lado, él no quiere perder el tiempo y paciencia. Apoyo su cabeza en una de sus manos mientras pensaba, elevó su rostro y observó el rostro sonriente del patrón, resignado suspiro pesadamente.
-Esta bien, lo haré solo porque usted me lo pide patrón.
-Gracias Sanemi.- agradeció y seguido pidió a sus hijas que dejaran pasar a la chica.- Por favor háganla pasar.
-¿Que? ¿Está aquí?
Las chicas acataron la orden e hicieron pasar a la chica, Sanemi tuvo curiosidad y volteó para ver de quien se trataba, quedando asombrado, ya que se trataba de la chica que había visto hace rato, pelirroja y con cara de "los odio".
-Buenos días.- se reverenció hacia el patrón para después hacerlo hacia el pilar.- Estoy agradecida por su ayuda, haré mi mayor esfuerzo.
Sanemi estaba callado, esa chica no le inspiraba confianza, perdido en sus pensamientos hasta que escucho la voz del patrón.
-Por favor siéntate a lado de Sanemi.- pidió amablemente Kagaya y la chica obedeció para entonces sentarse a lado del albino sin siquiera mirarlo.-Sanemi, ella es Yuri Asikawa, como te dije ha practicado la respiración del viento, es muy habilidosa y por esa razón pedía tu ayuda, como maestro en esa respiración podrías ayudarla a que la perfeccione.
El pilar miraba de reojo a la chica, mientras ella seguía sin dirigirle la mirada y solo veía hacia delante, ni pestañeaba, ella era muy rara ante los ojos del pilar.
-Haré lo que me pida patrón, pero no quiero que ella me haga agotar mi paciencia en las prácticas.
-Descuida, ella es muy responsable y cuidadosa.- comentó el patrón.- Yuri, me dijiste que trajiste a una persona más contigo.
