ღ'-𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 26: Sentimientos.
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Los cuerpos de los demonios yacían desintegrándose, mientras la pareja de cazadores guardaban sus espadas. Cuando los cuerpos de los demonios se desvanecieron por completo, Shinobu dirigió su mirada a su pareja.
—Y bien, ¿qué ibas a decirme?
Giyu también le devolvió la mirada, avergonzado. —El veneno que usas cada vez es más fuerte.
Shinobu pestañeó.— Oh, sí, he tratado de mejorarlo, ¿eso era lo que me querías decir?
Un silencio inundó el lugar, solo con leves ruidos de insectos alrededor.
—Sígueme, por favor.
El pelinegro empezó a caminar, y enseguida la joven pilar le siguió el paso. Mientras caminaban, la chica lo observaba con detenimiento. Él, al sentir la mirada fija de la mujer, también la observo de reojo.
—¿Pasa algo?— preguntó, ahora viendo directamente a la pilar.
Ella se acercó más a él.— Eso quiero saber yo, ¿pasa algo? Te he notado extraño desde que llegué aquí.
"¿Extraño?" Pensó él, colocando una mano en su barbilla, pensativo. Shinobu se confundió más.
— Oye, oye, ¿me vas a decir qué está pasando?
El pilar suspiró.— Hoy, en la tarde hablé con Uzui.
— Oh, en serio, ¿de qué hablaron?— sonrió dulcemente.— Sabes, yo también tuve una conversación con Mitsuri.
—¿Kanroji? ¿Una conversación? ¿De qué?
—Yo pregunté primero.— hizo un tierno puchero, dejando al pilar de agua fuera de sí.
Cuando el hombre se estabilizó, sacó la carta que tenía antes y comenzó a hablar.— Había escrito en esta carta unas palabras para ti, y Tengen me ayudo con eso.
—Ajaaa.— ella lo escuchaba atentamente.
—Bueno, al principio no estaba seguro que escribirte.— la pilar abrió los ojos confundida, y el hombre se alarmó.— ¡No me malinterpretes! — alzó un poco la voz.— Yo... nunca he hecho este tipo de cosas, todo es nuevo para mí, pero, sé que también lo es para ti.
— Uhmm...
Giyu empezó a ponerse nervioso.— Tengen me preguntó si acaso no fuimos muy rápido.
Shinobu quedó estática.— ¿Rápido? ¿Cómo?
—Me preguntó si estaba seguro de esto, y si no me había apresurado.
— ¿Y... qué le dijiste?— preguntó, un poco preocupada.
—Yo... realmente te quiero.— la chica se sonrojo.— Es por eso que temo fallarte o no ser lo que esperabas o mereces. No sé escribir cartas de amor y no sé mucho sobre los detalles románticos, tal vez no funcionaría como una buena pareja, no para alguien tan admirable y extraordinaria como tú.
El pilar agachó un poco la cabeza, cabizbajo. Unas suaves manos pequeñas agarraron delicadamente su nuca y empezó a bajar lentamente. Cuando reaccionó, unos delicados labios se posaron en los suyos y se envolvieron en su tierno beso. Por instinto, el joven pilar agarro la cintura de la chica y el beso se profundizó más.
Pasaron unos largos minutos, hasta que se separaron con las respiraciones agitadas, sus mejillas rojas y sus ojos brillantes. Shinobu asentó su frente con la de Giyu y sus ojos se encontraron. Entre la oscuridad del bosque, con la poca luz lunar que brillaba levemente en sus rostros, él podía notar él púrpura en los ojos de su amada, ella lo miraba con el mismo afecto que él cada vez la veía; amor, ternura, cariño, adoración, pasión. Todas las emociones positivas y armoniosas se reflejaban en sus ojos.