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Cuando Seungmin intentó bajarse de la motocicleta de Hyunjin luego de quitarse el casco, hyunjin no se lo permitió al tomar su mano y envolverla con la suya mientras se daba vuelta.

—¿Qué pasa, hyung? —Preguntó Seungmin, mientras se bajaba con algo de dificultad para no soltar la mano de Hyunjin y viéndole subir la visera del casco.

Hyunjin lo quedó observando por un par de segundos, inspeccionó su rostro de arriba a abajo, antes de soltar una pequeña risita y darle un apretón a su mano, dejando finalmente a Seungmin bajarse.

—Perdóname. —Susurró, y Seungmin enarcó una ceja ante aquello.

—¿Por qué debería perdonarte? No hiciste nada. —Seungmin negó, acercándose un pasito más a Hyunjin en la acera.

—Exactamente por eso. — Hyunjin volvió a reír ante la mueca de confusión del castaño, y con su pulgar acarició el dorso de la pequeñita mano que envolvía la suya.— No hice nada, ya no puedo estar contigo todo el tiempo que estaba antes, no puedo pedirte formalmente que seas mi novio, porque no puedo tratarte como uno. —Seungmin quedó más confundido que antes, y hyunjin lo notó, por lo que apretó los labios.— Tengo... miedo.

—¿Miedo a qué? —Seungmin comenzó a sentir un poco de miedo nuevamente, por lo que preguntó temerosamente.

—Tengo miedo de que Yeji pueda hacerte algo, o decirte algo.

Seungmin arrugó la nariz y arqueó una ceja, soltando una pequeña risita.

—Soy lo suficientemente capaz de defenderme si me hace algo.

Hyunjin negó con la cabeza, suspirando y cerrando los ojos.

—Lo sé... solo que, cuando le dije que no había funcionado lo de los 30 días, ella enseguida se dió cuenta que fue por alguien más. Me rogó que le contara quien, jurándome que iba a ser mejor que quien me gustaba, que lo iba a superar, todas esas cosas. —Hyunjin se encogió de hombros, amagando el levantarse de la motocicleta y pasar una pierna por encima, para quedar apoyado en el asiento y en frente de Seungmin.— Tengo miedo de que ella pueda hacerte algo si se entera de nosotros, intente hacerte daño o... no sé, no sé que estoy diciendo. —Hyunjin rió, sintiéndose inútil y bajando la cabeza hasta mirar el suelo.

—Hey, Hyunjin. —Seungmin soltó su mano de la de Hyunjin y le quitó el casco con algo de dificultad, para poder mirarlo mejor y buscar su rostro caído.— Está bien, no estas diciendo nada tonto. —Le aseguró, llevando sus manos a los hombros contrarios y masajeando aquel lugar por sobre la ropa.— Cuando me dijiste que te gustaba, yo pensé que esto iba a pasar, que no podríamos ser una pareja enseguida por Yeji. Y está bien, no estoy enojado, tampoco te echo la culpa de que ya no puedas ir a la cafetería sin levantar sospechas. Porque cuando te confesé mis sentimientos, yo sabía que tendríamos que pasar por esto, y no me importa si tu estás a mi lado.

Hyunjin alzó la cabeza cuando terminó de hablar, nuevamente mirándole por un par de segundos, con los rizos de su cabello tapando sus cejas.

Seungmin soltó un chillido al sentir el fuerte y repentino abrazo que el mayor le dió, envolviéndolo entre sus brazos y hundiendo su rostro en el cabello castaño de Seungmin y apretándole con un cariño tan ardiente, que Seungmin no pudo evitar sonreír y acurrucarse en hyunjin como un pequeño gatito.

—De verdad, eres la cosita más linda de este mundo. —Escuchó a Hyunjin, antes de comenzar a sentir pequeños cosquilleos en su cabello cuando hyunjin comenzó a repartir besos allí.

—Eso no es cierto. —Soltó una risita, y ante eso, Hyunjin se detuvo y le separó del abrazo. Su rostro se iluminó al ver al rubio con una suave sonrisa tranquila, y aún más cuando de la nada Hyunjin se agachó un poco y dejó un pequeño beso en la comisura de sus labios.

—Claro que si, cosita. —Seungmin rió ante el apodo, antes de sujetar la correa de su bolso y ver como Hyunjin volvía a colocarse el casco y subirse a la motocicleta.— Buenas noches, Minnie, ojalá pueda pasar por vos mañana. —Y extendiendo su brazo, acunó la suave mejilla de Seungmin antes de encender la motocicleta.

—Buenos noches, Hyunjin hyung. —Murmuró el castaño, antes de ver como Hyunjin se acomodaba y partía de su complejo de departamento por la calle oscura hasta desaparecer al doblar en la siguiente.

Seungmin suspiró, sintiendo cosquillas en donde Hyunjin le había besado y tocado, y en ese momento se dió cuenta de que se le había olvidado pasarle el casco a Hyunjin.

Negó con la cabeza y partió hacia su departamento, entrando al hall y pasando del guardia saludándole con un asentimiento hacia el ascensor, que para su suerte estaba en el primer piso y tuvo que esperar nada para abordarlo. Cuando las puertas se cerraron y ya había presionado el botón 5 de su piso, ahogó un grito al darse cuenta de que Jisung lo debería estar esperando, y él no llevaba nada más su bolso, y un casco de motocicleta, y para nada el jueguito de princesas de disney y algo comestible.

Se quiso golpear la cabeza contra al ascensor, pero no iba a dar semejante show para que el guardia después le dijera que estaba loco al ver la cámara. Por lo que esperó al llegar a su piso -deseando que el ascensor tuviese una falla y le deje encerrado, cosa que no pasó.- Tragó saliva al ver el pasillo de su piso y dos puertas más allá estaba su departamento.

Gimió frustrado, ¿Qué le diría a su mejor amigo ahora?

Hola, sabes que me robaron pero me defendí y obtuve un casco de motocicleta ajaja.

Caminó despacio, sacando las llaves de su departamento y lloriqueando suavemente al ya verse frente a la puerta. Insertó la llave con el más cuidado posible, intentando no hacer presente su llegada, pero todo se fue al caño cuando de un fuerte movimiento que le hizo gritar, su puerta ya estaba abierta y Felix y Jisung le miraban con una ceja alzada.

—¡Hola Minnie! ¿Dónde estabas? —Jisung saludó sarcásticamente, viendo el casco en su mano.— O mejor dicho, ¿Con quien estabas, Kim Seungmin?

Y así comenzaba el martirio en su propia casa.

for me ☆ h.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora