extra

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Changbin se quejó al bajar del bus, pudo felizmente haber pasado aquella parada para llegar a su hogar en 15 minutos. Pero claro, él era tan buen mejor amigo que cuando Hyunjin le pidió si podía ir a dejarle un paquete a Seungmin porque él no podía debido a que estaba en semana de exámenes, Changbin dijo que si, que como le quedaba de camino a casa se bajaría antes.

Y por eso, ahora debía esperar de nuevo el bus que le servía y aparte pagar nuevamente un pasaje que no era tan barato.

Pateó una piedrita y afirmó el paquete extraño bajo su brazo, antes de ver la bonita cafetería bastante floreada en su exterior al ser primavera y el clima acalorarse bastante. Y bajando la cremallera de su cortavientos al sentir calor, entró a la bastante llena cafetería.

Se topó enseguida con el olor a canela característico de allí, y pudo ver a un pequeño niño tembloroso con una bandeja retirando una vajilla, y detrás de la barra a un ocupado Seungmin ahora pelimorado maniobrando un montón de cosas que Changbin no sabría manejar.

Se ganó en la corta fila de la cana registradora con tres personas adelante, no queriendo interrumpir a Seungmin en su trabajo y rogando con que no se tardara demasiado, estaba cansado, quería solamente llegar a su casa y dormir toda la tarde por haber salido esta mañana de una exposición bastante tediosa sobre el sistema digestivo.

Sacó su teléfono mientras avanzaba un paso, respondiéndole a Hyunjin con muchísimos emojis enojados y diciéndole que por este favor merecía algo, y bufando cuando este le respondió con que no le iba a dar nada con esa actitud, cuando de pronto sintió la vocecita de Seungmin hablarle suavemente, por lo que levantó la vista hacia el pelimorado y se dio cuenta que ya era su turno al verse en la caja registradora y con los ojos de Seungmin encima suyo.

─¡Hola, Changbin hyung! ─Saludó alegre, a pesar de verse algo agotado, y Changbin le ofreció una sonrisa a modo de saludo mientras dejaba el paquete a un costado de la caja registradora, llamando la atención de Seungmin.

─Hola, Seungmin. ─Empujó el paquete hacia al pelimorado, confundiéndole.─ Hoy soy tu pajarito mensajero porque tu querido novio estaba demasiado ocupado, y me pidió que te trajera esto. ─Palmeó suavemente el paquete, antes de soltarlo y ver como Seungmin lo inspeccionaba.─ No me preguntes que es, Hyunjin solo me lo dió y rogó con que te lo trajera.

Sin esperárselo, notó como Seungmin se sonrojó y sonrió en grande al ver el paquete, que tenía una pequeña notita pegada con cinta adhesiva y la letra característica de Hyunjin, y Changbin no pudo evitar sentir una punzada de envidia en su pecho, porque Seungmin era completamente el tipo de Hyunjin y viceversa, ambos estaban tan enamorados del otro que se notaba el cambio de aire ante la simple mención del contrario.

Changbin siempre quiso encontrar a alguien con quien sentir lo mismo que su mejor amigo, y hablarle de él al de ahora pelimorado como Hyunjin lo hizo cuando estaba conociendo a Seungmin. Changbin quería sentirse tan enamorado como para sonreír al simplemente recordar a su pareja.

─Muchas gracias, Changbin hyung. ─Le agradeció Seungmin, llamando nuevamente su atención y viéndole guardar el paquete en uno de los cajones a su lado, y Changbin asintió, ando por concluida su tarea..

─No hay de qué, Seungmin. ─Se rascó la nuca, antes de agitar su mano.─ Ahora me voy, estoy algo cansado. Ten un buen día.

Seungmin le dijo algo que no entendió demasiado, antes de darse la vuelta y salir de aquella cafetería con un suspiro y una mueca en la boca, solamente esperaba que su bus no tardara demasiado en llegar o si no golpearía a Hyunjin la próxima vez que lo viera.

Pero bueno, algo lo tiró al suelo y lo arrulló contra el cemento sin apenas haber llegado a la vereda peatonal, y escuchó un potente grito antes de sentir su culo doler y algo metálico caer sobre su cuerpo.

─¡Oh dios! ─Escuchó la voz de un chico, antes de sentir como el objeto encima de él era removido y un cuerpo se arrodillaba a su lado.─ Perdóname, no te vi y choqué mi bicicleta contigo y dios, perdón, perdón, perdón. ─Volvió a escuchar, una voz grave que hablaba rápido.

Changbin abrió los ojos con algo de dolor, maldiciendo en todos los idiomas que conocía -solo coreano e inglés- en la mala suerte que tenía.

Claro, hasta que vió al chico.

De cabello rojizo, el chico tenía una carita redonda y de cachetes grandes, ojitos pequeños y rasgados de perrito mojado y que se veían temerosos ahora mismo, nariz tierna y labios gruesos que le miraba buscando alguna herida o algo parecido.

Changbin pensó que era lindo, demasiado lindo, y lo escaneó rápidamente aún con algo de dolor. Llevaba un delantal blanco por sobre su hombro y con suerte pudo ver las letras negras de su nombre bordadas ahí.

Felix.

─Hey, lo siento, de verdad. ─Volvió a hablar, luciendo apenado y sujetándole de los hombros.─ No fue mi intención chocar contigo, estaba distraído y no te vi... Si quieres podemos ir a un hospital si te lastimé o algo. ─Sugirió preocupado, abultando inconscientemente sus mejillas, y Changbin solo pudo catalogar eso como tierno.

─No, no. ─Habló, asustando al pobre chico.─ No te preocupes, solo fue un golpe, nada grave. ─Intentó tranquilizarle, y se impulsó a levantarse del cemento con algo de dificultad, viendo la bicicleta que lo arrolló, tirada a un lado de ellos.

─Déjame ayudarte. ─Habló el tal Felix, sujetándole del brazo con delicadeza y ayudándole a levantarse con suavidad, y Changbin no pudo evitar pensar que Felix era demasiado suave y tierno para su pobre corazón.─ De verdad, disculp-

─Está bien, fue un accidente. ─Changbin le sonrió con calma, y notó como el chico se le quedó mirando un par de segundos antes de apartar la mirada.─ Soy Seo Changbin. ─Se presentó, sacándose el polvo de su remera y guardando sus manos dentro de sus pantalones.

El chico miró hacia abajo con una sonrisa algo avergonzada.─ Yo soy Lee Felix. ─Habló bajito, mirando su bicicleta azul en el suelo.

─Lo sé. ─Soltó una risita al ver el rostro confundido de Felix, y apuntó su hombro.─ Lo leí en tu delantal.

Felix formó una pequeña "O" con su boca, y sintió sus mejillas calentarse antes de reír suavemente, sintiéndose nervioso.─ Oh, si... trabajo como cocinero en la cafetería.

─¿En serio? Yo soy el mejor amigo de Hyunjin, el novio de Seungmin. ─Felix pestañeó coquetamente hacia él mientras lo miraba asombrado.

─¿En serio?

─Si, de hecho vine a dejarle algo a Seungmin de su parte. ─Se encogió de hombros, y antes de arrepentirse o siquiera pensar, volvió a hablar.─ ¿No me... quieres dar tu número? Podríamos salir a alguna parte... no sé. ─Se rascó la nuca, bajo los atentos ojitos de Felix.─ Ya sabes, por haberme tirado. ─Volvió a reír cuando vio a cara de arrepentimiento de Felix.

─Está bien. ─Felix sintió sus mejillas más calientes que antes y miró hacia un costado, sintiéndose nervioso ante la atenta mirada del bonito chico castaño que había atropellado, y le dictó los números de su teléfono mientras lo veía anotarlo.

Al final de todo, a Changbin no le había ido tan mal esa tarde, y quizás, en un tiempo más, le agradecería a Hyunjin por haberle pedido llevarle ese paquete a Seungmin, porque gracias a ello, había conocido al bonito y adorable Felix.

for me ☆ h.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora