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Un día después, Seungmin estaba llevando hábilmente un latte a la mesa de una chica cuando sintió el tintineo de la campana. Giró su cuerpo luego de dejar el latte de la chica y recibir una sonrisa amistosa de ella.

Lo primero que vio, fue ese casco de motocicleta que él ya conocía, y luego de ver el perfil de aquella persona. Su estómago dio un vuelvo al reconocer a Hyunjin.

Esta vez llevaba una camisa arremangada negra con líneas blancas y una musculosa debajo blanca con un estampado extraño. Y Seungmin podía jurar que cualquier cosa que le colocaran a ese hombre se vería maravilloso.

Seungmin se quedó congelado en su sitio al ver como Hyunjin reparaba en su presencia a dos metros y le sonreía de lado. Casi se le cae la bandeja ante lo caliente que se vio aquello, pero logró estabilizar sus manos y el ritmo de su corazón al verlo partir a la barra.

Yeji le saludó nuevamente con un eufórico abrazo, diciéndole algo al oído y Hyunjin asintiendo sutilmente, para luego la castaña seguir paseando entre las mesas con algo de apuro. Seungmin sabia que aún no terminaba el turno de la castaña, por lo que Hyunjin tendría que permanecer en el local el tiempo que le restara a Yeji.

Seungmin soltó un suspiro sin saber si eso era bueno o  malo, y retirando la vajilla y la cuenta de un cliente que ya había pagado, se dirigió a la barra intentando verse desinteresado y natural. Entró a la cocina un par de segundos para dejar la vajilla sucia y salió de allí con la libreta de la cuenta en su mano, abriéndola y ojeando la boleta desconcentradamente mientras se dirigía a la caja -la cual estaba a su izquierda de Hyunjin- y abrir el cajón para guardar los billetes tortuosa e intencionalmente lento.

Pestañeó repetidas veces ante el impulso de levantar la vista y encarar a Hyunjin, el chico le miraba sin disimulo, y no sabia como tomar aquello, ¿Se estará burlando de él? ¿O capaz le encuentre lindo? Seungmin niega casi imperceptiblemente, Hyunjin estaba con Yeji, no podía ilusionarse solamente porque le mirase mucho.

─¿Cómo era que te llamabas? ─Seungmin se sobresaltó con la voz de Hyunjin, no tan grave pero rasposa. Seungmin, por alguna razón, la sintió como la voz más exquisita que había escuchado, seguramente el chico seria un buen cantante o rapero, pero no lo sabia, pero desearía poder escucharle todo el tiempo posible.

¡Concéntrate! ¡Te preguntó el nombre!

─¡Oh! uh-eh ─Cerró la caja con un brusco movimiento de caderas y sonrió nervioso.─ Me llamo Seungmin. ─Sonrió, algo incómodo por el silencio formado entre ellos dos antes de abrir su boca y soltar lo que se le pasase por la lengua. ─¿Y tu?

¡Ya sabes su nombre, pedazo de inútil!

Hyunjin le concedió una mirada dolida, y Seungmin se mordió el labio queriendo suspirar porque, joder, no había sido buena idea preguntarle el nombre.

─¿Tan rápido te olvidaste mi nombre? Ah... Que mal me haces sentir. ─Hyunjin hizo una pequeña mueca, pasando una mano por su nuca.

seungmin se alarmó, levantando las manos.─ ¡No! Uh-uh, ¡Si me acuerdo! T-te llamas Hyunjin. ─Casi llora de alivio al ver su rostro a suavizarse, esta vez con un tono burlón que Seungmin decidió ignorar, no funcionando. El chico se estaba burlando de él, y sus mejillas enrojecieron mientras miraba hacia otro lado.─ E-es que, atiendo a tanta gente que se me olvidan sus nombres, perdón...

─Mmhm, está bien. ─Asintió, sin dejar la sonrisa burlona y apoyando sus brazos en la barra.

Dios, ese hombre tenía el doble de masa muscular que él. Tenía tantas ganas de experimentar como se sentiría tener esos fuertes brazos abrazando su cintura o sus caderas con posesividad y firmeza.

Seungmin se agachó entre los estantes, fingiendo buscar algo solamente para estremecerse y borrar aquellos pensamientos. Se quedó allí agachado al sentir la voz de Yeji del otro lado de la barra, junto a la de Hyunjin que era tan tranquila, incluso aburrida.

─¿Seungmin? ─Preguntó la castaña, inclinándose sobre la barra.

Salió de su escondite con la cabeza ladeada, soltando un pequeño sonidito en respuesta y sin despegar los ojos de Yeji, porque no quería cruzar con los orbes de Hyunjin.

─¿Podrías cubrirme por esta media horita? ─Preguntó de nuevo, casi con súplica y ojitos de cachorro. Seungmin suspiró, estaba algo cansado, pero asintió sutilmente mirando hacia abajo.

Escucho un pequeño 'gracias' de Yeji, antes de sujetar su bolso con una de sus manos y sujetar la mano de Hyunjin con la libre. Este mismo le miró extraño, dejando la manos estática y que Yeji le envolviera entre la suya, sin entrelazarlas.

─Te debo una, nos vemos. ─Canturreó, jalando al rubio fuera del local con una rapidez monumental.

Seungmin no alcanzó a despedirse, pero sintió como se derretía al ver a Hyunjin voltear hacia él y sonreírle, agitando suavemente su mano libre.

for me ☆ h.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora