The Queen Is Dead

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De pronto los labios del profesor se movían lentamente, y de su boca no salía nada más que incoherencias, como si se tratase de un alienígena. Eddie intentaba prestar atención a la clase, pero su mente no lo ayudaba a estar en paz.

El chico cuyo nombre y descubrimientos recientemente descubiertos lo desconcentraban. Quitaban su conexión directa con el mundo real, secuestrándolo en uno donde persiste la duda. Eddie movía su pierna inquieta, mordía la punta de su lápiz. Steve Harrington, pese a estar fuera de la escuela marcaba terreno en los pasillos, siendo nombrado unas cuantas veces y teniendo su cara en un cuadro del ex equipo de baloncesto que trajo copas y victorias a la escuela.

Steve Harrington, un sujeto que en sus años de estudios molestaría fervientemente a Eddie. Claro que, si hubiesen coincidido. 

Steve jodido Harrington, un niñato con dinero que su nombre estaba en boca de las chicas, siendo nombrado de los mejores besadores y... en la cama. Rumores.

Al parecer secretamente estaba en una banda. Como él.

Y se podría decir que "secretamente" porque nadie parecía tener idea de ello, ni siquiera él, aquello no podría haberle pasado de imprevisto, era una información que hubiese retenido apenas escucharla. No hay nada más agradable que compartir pasiones con alguien, no importa si es un chico que parece odiarte y lograron conocerse por un amigo en común. Un amigo de dieciseis años.

Cantaba, eso era lo que más lo desorientaba. Es innegable la gran curiosidad que generaba en los oídos de Munson, siendo tentados con la idea de escucharlo cantar alguna canción, la que sea. Su estilo musical también era importante.

Tampoco le había dicho qué tocaba directamente, ¿guitarra eléctrica u acústica? ¿o ambas? mierda, era muy poca información y mucha la intriga.

Al salir de clases, lo primero que hizo fue ir en busca de Dustin.

- Hola, Dustin-Boo. – Bromeó, abrazándolo de los hombros y despegándolo del grupo de amigos.

- Eddie. – Le sonrió el otro, siguiendo el paso. El agarre se hizo más fuerte, el rostro de Eddie miraba fijamente el perfil del otro. - ¿Qué pasa? Esta vez no hice trampa al ganarte.

- No me ganaste, idiota, fue un descuido. – Rodó los ojos. – En fin, no hablemos de esto o me arrepentiré de estar aquí.

- Todavía no he encontrado un vocalista, es complicado en un pueblo tan pequeño y cerrado. Amigo, el único que me contactó fue uno de ópera.

- Una voz firme, pueden hacerse arreglos.

- ¿En serio?

- No.

Eddie se paró derecho, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón y balanceando su cuerpo acorde sus movimientos, Dustin caminaba tranquilo a su lado, con sus manos agarrando su mochila.

- Necesito que me digas algo pequeño, Dustin. Revelar un poco de información.

- ¿Nada ilegal?

- Por supuesto que nada ilegal, ¿Quién crees que soy?

Dustin miró la lonchera que llevaba en mano, portando sustancias dentro. O, mejor dicho, "mercancía".

- Hay que ganarse la vida de alguna manera, ¿no?

- Ya, ¿Qué quieres?

- ¿Yellow Teeth?

Silencio, Eddie sonreía esperando que el otro captase. Dustin hizo una mueca, sin entender qué quería decir.

- ¿Es una indirecta? – Tocó sus labios.

- No, no, ¿no te suena para nada eso?

Henderson negó con la cabeza, confuso.

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora