Reían juntos, sentados sobre la arena y bebiendo de unos refrescos que habían ido a comprar. No querían alcoholizarse la noche antes de la presentación.
Eddie contaba anécdotas que hacian reír a Steve, mirando las estrellas acompañado de una carcajada. Sus presencias juntas alegraban a la solitaria luna.
La lata de Coca Cola estaba vacía, la dejó junto a su guitarra, tirada detrás de ellos.
- No puedo burlarme cuando me pasó algo parecido. - Declaró el castaño.
- ¿Qué cosa?
- Cuando era pequeño, ayudando a mi mamá para la cena de navidad, confundí la azúcar con sal.
- Mierda.
- Estaba toda la familia reunida, no sabrás qué caras pusieron al probar las ensaladas.
Eddie hizo una mueca.
- ¿Qué edad tenias?
- Mmm... - Steve bebió. - Unos ocho años.
- A esa edad igual tienes conciencia. - Aseguró.
- No discutiremos sobre eso, tan sólo ríete.
- Bien, me reiré de tus desgracias. - Se burló, Steve lo miró con una sonrisa decorando su rostro.
La noche estrellada decoraba y ayudaba al ambiente agradable. Era todo tan familiar que ninguno dudaba en hablar sobre temas personales.
O contar historias.
- Es una lástima que apenas nos topábamos en la escuela.
- Ya, bueno, para mí no es una lástima.
Eddie lo miró, incitando a que siga hablando.
- Era un idiota.
- ¿Eras? - Dijo juguetón, Steve le levantó el dedo de en medio. - Entiendo, entiendo. Aún así, quizá me entretenías.
- Nah.
- Sip.
- No, Eddie. Hubiese sido un caos.
- Mmh...
Eddie miró en frente, suspiró.
- ¿Qué te hizo cambiar?
- Crecer, le pasa a todo el mundo.
- Hay personas que siguen siendo idiotas. Mi madre, por ejemplo.
Steve prestó atención, sin saber si sacar aquel tema o seguir hablando de lo anterior.
- No pongas esa cara, Harrington. - Comentó al ver su expresión. - Pasaron como... ¿quince años? Desde que me abandonó. Era una jodida drogadicta. Está superado.
- ¿Hermana de tu tio? - Se atrevió a preguntar.
- Sí. Mi padre no tengo idea quién es, o si sigue vivo.
- Vaya.
- Pero no hablemos de eso. ¿Estás listo para mañana?
Steve abrió la boca, tomando aire.
- Los nervios siempre estarán, pero sí.
- Genial. Nos saldrá bien.
- ¿Tú estás seguro de querer hacerlo?
- No hagas esas preguntas o cambiaré de opinión.
Harrington sonrió, riendo.
- Me refiero a que, prepara tu mente para no bloquearte en el escenario.
ESTÁS LEYENDO
CORRODED TEETH [STEDDIE]
FanficEddie Munson jamás pensaría que Steve Harrington también tenía una banda.