Stop Me

234 44 29
                                    

Eddie mordía sus uñas, sin prestar real atención a su alrededor. Miró a Louis ensayar, susurrando algunas palabras. Gareth tomaba agua de una botella, Jeff tocaba a la perfección, sacando la lengua.

Y él estaba sentado, pensando en cómo dar la noticia. Pero las palabras de Louis lo ayudaron a hablar del tema.

- Entonces... una banda instrumental. - Soltó irónico.

- ¿Ayudaste en buscar a alguien? No. - Atacó Jeff, estresado por el tono ejercido del bajista.

- No tengo la culpa de rechazar por orden de otro. - Se defendió, Gareth se acercó, con las manos en los bolsillos.

- Vamos a tocar bien, podemos sorprender al público.

Louis lo miró, incrédulo.

- ¿Crees que el público se sorprenda con nosotros? Nos tirarán jodidos tomates.

- Podemos hacerlo, chicos. - Se arrepintió del anuncio Eddie, parándose. - Ya tenemos todo listo.

- No, no podemos. - Insistió el bajista.

- Deja de llorar. - Atacó Gareth, frunciendo el ceño. - Estamos todos iguales.

- Me importa un carajo, no seré la burla de nadie.

Louis dejó el instrumento de lado y se fue dando fuertes pasos y maldiciendo. Los chicos se miraron, dando un suspiro. Eddie se colocó la chaqueta.

- Volverá mañana.

En la habitación oscura, el estrés de Munson comenzaba a flotar. Sentado sobre el suelo, tocando la guitarra y cantando, se enojaba consigo mismo.

Aún se equivocaba, y la noche lo estaba atormentando. Sus ojos estaban cansados, tenía grandes ojeras. Leyó la letra una vez más y comenzó nuevamente.

¿Steve estaría pasando por lo mismo? ¿O su grupo tenía todo listo?

Sus dedos fueron veloces a cada cuerda, apretando y moviendo con el alto sonido saliendo por la caja del lado.

Su voz acompañaba, pero no era la protagonista, no sabía qué sucedía.

Puso sus manos sobre su rostro, escondiéndose de si mismo. Escondiendo sus nervios.

Steve tomaba un refresco, mordiendo su labio mientras leía una y otra vez la letra. Buscaba sintonía con su guitarra, pero no encontraba nada que los una.

La canción iba a ser lenta, y tenía los primeros acordes para acompañar su voz inicial. Pero nada más allá de eso, no podía presentarlo así.

Sus amigos intentaron ayudar, pero Steve era terco en algunas cosas, y la música era una de ellas.

Suspiró, dejando caer su cabeza hacia atrás, apoyándose sobre el respaldo de la silla. Cerró los ojos.

La noche ya estaba presente. De hecho, era bastante tarde. Cerca de las una de la madrugada, Eddie conducía por la carretera.

Necesitaba tomar un poco de aire.

Y bueno, quizá hacer alguna visita después de una desesperada llamada. Había encontrado el número anotado en una libreta, Steve lo había anotado ahí hace unos días.

Era tarde, pero dejaba toda su fe sobre la mesa para que su llamada sea respondida por el chico.

Insistió una segunda vez.

Cerró los ojos con fuerza.

- ¿Diga? - La voz susurrante del otro lado portaba una notoria confusión.

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora