Draw The Line

202 29 17
                                    

Y ahí estaba de nuevo, sentada en el pupitre de la esquina, contemplando un cabello pelirrojo amarrado en hasta lo alto. Apoyaba su mejilla sobre la palma de su mano, su boca se encontraba semi abierta.

Vickie sonrió a un lado, prestando un lápiz a la chica de su costado. Robin se reincorporó, disimulando.

Sus casilleros estaban cerca, no fue a propósito, la casualidad jugó a su favor. Pero la castaña huía cada que la otra se acercaba.

Pensó que con el tiempo la iba a superar, y eso fue por unos meses.

Pero para organizarse hay que contar detalles de los pedazos de su corazón roto.

En el jodido baile de graduación, Robin se bajaba el vestido en cada oportunidad, le incomodaba. Se encontraba ahí, sosteniendo el brazo de su amigo, frente a una cámara por una razón.

Vickie se le había acercado días anteriores, con aquella sonrisa tan segura y linda.

- Robin. - La nombrada alzó la mirada, viéndola. Apretó los labios y puños. - Hola.

- Hola. - Se esforzó en decir.

- ¿Irás al baile?

Los cables que mantenían a Robin fuera del colapso tuvieron un corto circuito. La chica no sabía qué responder, era una idiota para hablar con otras personas que no sean sus amigos.

- Uh, no. O sí, no lo sé. ¿Tú vas? - Cada palabra chocaba con la otra, Vickie se sentó a su lado, cruzando sus piernas.

- No lo sé, puede ser aburrido.

Robin sonrió con los nervios desbordando, Vickie la observó, girando levemente la cabeza.

- Podemos ir juntas.

La celebración de la castaña al llegar a casa no fue normal. Pataleó un montón de veces, saltó, gritó contra su almohada.

"Esta estúpida lo está logrando" pensaba.

Se veía frente al espejo, preparando sus mejores conjuntos para esa noche. Aunque en el fondo sabía que no ocuparía ninguno.

Después de todo, necesitaba pasar desapercibida.

Y fue en una pose frente al espejo, que el teléfono sonó. Rápido fue a contestar, pensando en su amiga u alguna emergencia.

Todo se volvió negro en escasos segundos, apoyó su peso contra la pared, su corazón latía tan fuerte que lo escuchaba en su mareo.

- ¿Robin? - Preguntaron por segunda vez en la línea.

- Sí, sí. - Tosió. - Uh.

- Perdón, de verdad.

- Debiste... - Las palabras salían apenas.  - Debiste habérmelo dicho antes.

- Estábamos peleados, de verdad lo siento. Podemos salir en verano, te invito a algún helado.

La llamada finalizó con una Robin deprimida.

Vickie tenía novio, y acababa de enterarse porque la habían reemplazado.

Se sentía idiota.

Esa noche se desahogó con la almohada, abrazándola y llorando.

A la mañana siguiente el ánimo no era el mejor, pero obtuvo fuerzas del más allá para levantarse de la cama.

Su madre decía que un corazón roto servía para la madurez. Un consejo quizás de mierda pero le ayudaba de alguna manera.

Evitó a Vickie durante todo el día.

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora