Eager To Be Held

218 38 31
                                    

Eddie lo miró de pies a cabeza, sintiendo un vuelco en su corazón, hacía tiempo no lo tenía tan cerca. Su rostro seguía igual de atractivo que siempre, su aroma era suave, usaba pijama escondido bajo su grande chaqueta. Apretaba sus labios, sus palmas sudaban.

Steve no decía nada. Gran parte de piel de Eddie estaba expuesta, tenía un gran tatuaje en uno de sus muslos. Se veía cansado, su cabello estaba igual de desordenado que siempre.

Tragó saliva, los nervios lo recorrían como hormigas sobre sus brazos. De pronto unas insaciables ganas de probar nuevamente los labios de Eddie lo invadieron.

Dios.

Steve Harrington no apartaba su mirada de él, y eso lo tentaba a actuar como lo haría con cualquier ligue de bar. Y no quería eso, no con él.

Necesitaba que él diera el primer paso, necesitaba que Steve le confirmara sus sentimientos. No sabía qué estaba haciendo ahí parado, sin hacer u decir nada.

Hasta que su boca fue abierta.

- No debí irme de esa forma.

Hasta su voz le provocaba mariposas en el estómago. Se escuchaba más grave, quizá era su imaginación.

- Pensé que evaderiamos el tema.

Hacía tiempo no lo escuchaba, su tono bromista lo hicieron apretar los labios y desviar la mirada.

- ¿Quieres evadirlo?

- No realmente. Dijiste que me contestarías en la vida real.

Sus miradas chocaron como si de un llamado se tratase. El tema de conversación se desvió completamente.

- ¿Dije eso? - Bromeó.

Eddie sonrió coqueto.

- No te hagas el tonto ahora.

- No recuerdo haber dicho nada.

Se sonrieron mutuamente.

Eddie contenía las ganas de saltar encima del otro y comer sus labios, saborear cada espacio dentro de su boca. Quizá era por la hora que no lograba concentrarse en lo debido.

- Deberias quedarte a dormir, es tarde.

- Hombre, manejé tarde para llegar.

- Sólo acepta. - Lo miró suplicante, no habían unas malas intenciones detrás, sólo quería estar con él y despertar mañana para seguir hablando.

- Mañana es sábado de todas maneras. ¿Por qué no? - Se convenció a si mismo, psrecía nervioso.

Eddie le sonrió una última vez antes de darle la espalda, abriendo la puerta de su habitación.

Aunque Steve ya había estado aquí antes, se sentía diferente, algo había cambiado. Estaba avergonzado porque sentía íntimo el lugar.

- No hace falta que durmamos juntos. - Comentó Eddie revisando arriba de su armario. - Tengo un saco de dormir.

Harrington intentó decir algo pero se mordió la lengua. Era mejor quedarse callado, según él.

Unos minutos después, se encontraban ambos sentados en la cama, uno frente al otro. Apenas se miraban.

- ¿Tienes sueño? - Preguntó Steve. Eddie negó con la cabeza. - Yo tampoco.

- ¿Quieres comer algo?

- Uh, ¿tú quieres?

- No realmente, pero puedo cocinarte.

- ¿Sabes cocinar?

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora