Appetite For Destruction

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Las respiraciones agitadas potenciaban más el tono rosado de las mejillas de Steve. Los movimientos de Eddie despertaban cada sentido de su cuerpo, no sentía control sobre nada.

Estaba siendo presa de la lujuria en su interior, Eddie besaba su cuello, agarrando fuerte de su nuca, tirando alguno de sus cabellos. Las marcas rojizas ahí quedaban, calientes e húmedas.

Soltó un gemido, seguido de esto colocó ambas manos sobre la cintura del otro, apretando con hostilidad. Eddie se quejó, moviéndose vivazmente sobre su pelvis.

- Mierda, Eds. - Jadeó Steve, apoyando su frente sobre el hombro del otro. - No podemos hacer esto...

- ¿Por qué no? - Susurró en su oreja, su respiración estaba igual de agitada, la excitación se sentía en la punta de sus dedos.

- Porque me vas a matar. - Murmuró alzando su mirada, el pelilargo lo miraba desde unos centímetros más arriba.

Se mordió el labio, pasando a atraer una herida que tenía. Suspiró pesadamente, Steve entrecerró los ojos.

- ¿Estás seguro? - Besó precoz su cuello, volviendo a atacar.

Steve asintió, cerrando por completo los ojos.

- Está bien, como tú quieras. - Antes de que se parase de encima, Harrington lo tomó fuertemente, capturando sus labios y entrando ferozmente dentro de él.

Eddie sonrió entre medio del beso, acomodándose nuevamente sobre Steve.

La sesión todavía no había terminado.

Eran chicos jóvenes, ninguno podía administrar la culpa de sus deseos, y mucho menos cuando son correspondidos. Eddie soltaba gemidos al Steve tomar el control.

Bajó desde su cuello hasta su clavicula, sus huesos se asomaban, el castaño arrastró el cuello de la camiseta hacia abajo.

Eddie mordió su labio, mirando al techo. El bulto crecía en ambos, eran conscientes.

- Dios... - Murmuró. Steve estaba entretenido pasando su lengua por la piel descubierta del chico, saboreando con los ojos cerrados. - Querías detenerte, grandulón.

- Espera.

Sus manos fueron firmes por las piernas de Eddie, subiendo hasta sus muslos, palmeando dos veces y siguiendo el camino.

Llegó hasta su pecho, acariciando todo rastro en frente de él. El roce con los pezones pusieron al otro atento.

Luego sus dedos llegaron hasta la mandibula de Eddie, lentos y seguros, agarrando fuerte del mentón, tiró su cabeza hacia un lado.

Acercó su boca y dientes a su cuello en exposición, mordiendo lo suficiente como para dejar una pequeña marca. El rojo se tornó de inmediato, se permitió suavizar con su lengua.

Eddie no soportaba más.

- Harrington, me estás volviendo loco.

El nombrado sonrió, alzando su mirada para encontrar la suya, atrapándola.

- Pensé que ya lo estabas. - Coqueteó.

- Mierda, ¿dónde dejaste al chico tímido? Me estás asustando. - Bromeó, sentándose a su lado, ambos tenian las piernas abiertas, exhaustos después de ser víctimas de la adrenalina. Steve giró su cabeza, observándolo.

- Bueno, ya pasamos ese capítulo.

- ¿Tan pronto?

- Eds, nunca he sido del todo tímido, debiste escuchar cosas sobre mí en la escuela.

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora