Holy Diver

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A Steve Harrington no le daba el tiempo para temer por su vida. Su mente estaba enfocada en arreglar la estúpida camisa que estaba arrugada. Las ventanas estaban hasta abajo, Eddie era el que más disfrutaba el aire fresco.

A la hora de doblar y dar un giro brusco, el copiloto chocó con la puerta, maldiciendo.

Eran cercana las 1 de la tarde.

- ¿A qué hora sales hoy?

- Uhm... - Arreglaba algunos detalles, disimulando el arrugado. - Por el retraso quizás me despidan. - Bromeó.

Eddie sonrió, estacionando en frente de la tienda.

- Gracias, Eddie. - Steve abrió la puerta, al bajarse se asomó por la ventanilla. - Puedes pasar por las seis, todavía está en pie el ayudarte. - Lo apuntó. - Ensaya.

No dejó tiempo a contestar porque corrió hacia la entrada. Eddie vió como al entrar, Robin se tiraba encima para golpearlo.

Sacó una caja de cigarrillos que descansaba tirado en el suelo del furgón. Lo encendió, sacando medio brazo por la ventanilla.

Al fumar, tiró su cabeza hacia atrás.

Colocó música.

Gypsy - DIO

Su cabeza se movía despacio, agitando sus cabellos. Tarareaba la letra mientras encendía nuevamente el motor, tiró el cigarro hacia fuera y salió del lugar.

Tenía su guitarra ahí, con él. Se la había llevado la noche anterior, o bueno, la madrugada anterior.

Ahora pensaba en dirigirse al lugar que le había enseñado Steve. Se sentía extraño ir sin él, como si estuviese cometiendo algún delito, pero el tiempo pasaba rápido y la presentación era mañana.

Se sentó sobre una de las rocas, abriendo sus piernas y mirando el paisaje, el sol pegaba de frente.

- Puto sol. - Insultó al aire, echándose hacia atrás, unas ramas taparon la claridad.

Tomó su guitarra acústica con un diseño personalizado. Al dejarla sobre sus piernas, pensó en qué tocar.

Podía seguir con How Soon Is Now y sorprender a Steve más tarde. Era la mejor opción.

Bien, comenzamos.

- Me debes cien dolares por cubrirte, idiota. - Robin alegaba con los pies sobre el mostrador, leyendo una revista.

- ¿Y las veces que yo te he cubrido?

- Ya, ya, sólo bromeaba.

Steve bostezó.

- ¿Qué estuviste haciendo anoche?

- ¿Uh?

- Te quedaste dormido pero aún así estás cansado.

- Estaba terminando la canción.

- Oh, Steve. - La chica se paró, acercándose a su amigo. - Si es tan complicado podemos ir por otra cosa, lo sabes.

- Está bien, todo está bien ahora. - Explicó, apoyándose en la pared. - ¿Tú cómo vas?

- Zoé me enseñó un poco de batería el otro día.

- Genial, ¿La suplantarás? - Bromeó.

- Moriría si tan sólo lo pensara.

- ¿Y Mick?

- La última vez dijo que tenía que arreglar el teclado, parece ser que se había dañado algo del sonido, apenas se escuchaba.

- Pero allá dijeron que ellos podían entregarnos instrumentos.

CORRODED TEETH [STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora