YoonGi es un alfa y JiMin un omega que se conocen desde niños, ambos son cercanos, sin embargo con el paso del tiempo YoonGi es un tanto indiferente con JiMin y JiMin sigue siendo un amor con él.
Desde niños hasta la universidad, JiMin estuvo enamor...
Nota: Parte alternativa, no es parte oficial de la historia, solo algo muy diferente de lo que pudo ser.
. . . . . .
—¿Podemos vernos cuando queramos, puedo abrazarte, besarte y decirte lo mucho que te quiero?
—Debe ser un sueño... si lo es al menos quiero decirte que te quiero JiMin...lo sabes...
—Lo sé...
—"JiHoon."
—"Te lo iba a decir... Pero quería que fuera como en los vídeos donde la gente le da a sus alfas una caja con unos zapatitos o un cartel enorme de "vas a ser papá" pero..."
—"Gracias... JiMin..."
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—...Llaves...
YoonGi caminó por todo el departamento, tenía una idea de donde estaban las llaves, pero solo postergaba el tiempo, no sabía que sucedería después de que el día terminara.
Si bien se mantenía en calma, a base de té de manzanilla y videos de perritos, YoonGi sabía que algo malo le podía pasar si JiMin decidía romper el lazo en definitivo.
Romper el lazo.
Bastaban las palabras "te rechazo como mi destino" y el verdadero sentimiento del olvido para hundirlo en el abismo.
Muchos destinados lo hacían, para pertenecer en cuerpo y Alma a la otra persona amada.
YoonGi sabía que JiMin no lo iba a hacer, pero el estaba firme en dejar a JiMin ser feliz.
—Oye...lobo tonto, no vayas a hacer una locura en el santuario ¿ok?
Su lobo no contestó, YoonGi suspiró, si la situación se ponía muy difícil su robo podría emerger y reclamar al omega y YoonGi temía eso.
Pero al mismo tiempo no rechazaba esa posible situación del todo.
JiMin llegó muy temprano en taxi al salón, no quería encontrarse con nadie, que nadie lo arreglara, que nadie lo tocara, al otro lado de ese salon se llevaría a cabo la ceremonia, era un lugar muy lujoso, escogido por Taehyung.
JiMin hizo todo automáticamente, sin emoción, observó su traje, se vistió, se maquilló, se peinó, se baño en supresores y se perfumo.
Listo.
Sin tanto lujo, pues sentía que no valía la pena esforzarse tanto.
Apenas pasaron un par de horas, alguien tocó la puerta.
