3 meses para enamorarte [Bakugo Katsuki x Tú]

¿Y quién te persigue a ti?

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Desperté por el golpeteo de la puerta indicando que alguien estaba apunto de entrar al cuarto, en el momento en que abrí los ojos un fuerte dolor de cabeza me invadió haciendo que todo diera vueltas, me molestara la luz y las ganas de vomitar y el dolor de cuerpo incrementara a niveles insoportables, definitivamente la cruda me estaba matando.

—Ya levántate fea —Al escuchar la voz de aquel cenizo recordé que estaba en su casa, me senté en la cama con dificultad y lo vi con una tasa de café completamente cargado y una aspirina.

—Después de que tomes esto y se te haya bajado un poco la cruda vas a desayunar, prepare algo, tengo que salir pero puedes quedarte aquí, regreso en 1 hora, adios —Dijo para entregarme las cosas rápidamente.

—Ve con cuidado —Me volteo a ver y asintió dejándome sola al fin.

—El café es delicioso —Dije para mi misma en el cuarto silencioso, mire a mi alrededor dándome cuenta que estaba completamente sola ahí, le di un sorbo más a mi bebida antes de levantarme para ir a revisar la cocina y ver que había preparado.

Vi una sopa de fideos con pollo en la estufa, decidí calentarla y ver que había en la televisión, estaban pasando The Big Bang Theory y decidí recostarme a ver ese programa ya que no tenía ánimos de buscar algo más.

Pasaron 10 minutos y me levante a servirme un plato de sopa, decidí dejar un poco ya que no sabía si Katsuki había alcanzado a comer algo antes de irse.

—"Que impresionante control tuviste Bernadette"
—"Yo sé tratar con niños necios, mi mamá dirigía una guardería ilegal en nuestro sótano"

Solté una risa —Bernadette es increíble —Dije estando recostada en el sillón, totalmente cansada después de haber tomado un baño.

—Ya estoy aquí —Escuché cerrar la puerta y algunos pasos.

—Bienvenido a tu casa —Le grite desde el sillón perezosamente. Vi como salía del recibidor y se acercaba a la sala, al entrar me vio de mala gana pasando derecho hacia la cocina.

—¿No te comiste la estúpida sopa? Vete a la mierda, la prepare para que comieras algo, jódete —Me levante lentamente y me dirigí a la cocina con dificultad.

—Si comí pero deje un poco porque no sabía si habías comido —Le dije algo molesta, vi unas bolsas de supermercado y me puse a husmear un poco su contenido.

—¿Qué trajiste? —Pregunté.

—¿Para ti? Un puto suero, tómatelo —Saco la botella y me la entrego —Lo demás es para la comida así que no tomes nada —Tomo la bolsa y la guardo en los gabinetes.

—No me gusta este sabor —Era un suero de coco, a mi gusto sabía a agua con medicamentos.

—Pues te jodes y lo tomas —Se fue a la sala sentándose en un sillón.

—Perdón que aún no me vaya pero la verdad no quiero volver a mi casa todavía —Me senté en el mismo sillón.

—No me importa, es nuestro día libre, puedes quedarte el tiempo que quieras, en realidad no me interesa —Tomo el control y comenzó a cambiar de canal.