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YoonGi guío a Jimin por todo el colegio, ya que era nuevo y según él, su deber era guiarlo como buen compañero que era.

-Aqui son las duchas y baños del equipo de basquetbol.

-Vaya, es muy grande.

-Lo se -sonrio-. ¿Algún juego que sea de tú interes?.

-Por el momento ninguno. Prefiero leer y estar en casa.

-Vaya, eso también es interesante.

-Eso creo -sonrio-. ¿Y tú?.

-Bueno -sonrio. Con su cabeza señalo los baños-.

-¡Oh!, ¿te gusta el basquetbol?.

-Me encanta -suspiro-, pero a papá no le agrada la idea. El prefiere que me dedique a mis estudios a estar perdiendo el tiempo en eso, como él dice.

-Lo siento -susurro-.

YoonGi nego y continuaron el recorrido. Pasaron por la sala de música, la biblioteca, los campos de lectura y muchos lugares más. Jimin quedó facinado con aquel colegió, era bastante amplio, mucho más que su antiguo colegio.

-¿Y bien, a qué clase estás asignado?.

-Cierto -saco una nota de su saco y se lo tendió a YoonGi-.

-No puedo creerlo. Estás en el mismo salón que yo.

-¿Enserio? -YoonGi asintio-, es un alivió.

-Muy bien, sígueme.

Ambos se dirigieron al salón que les tocaba, la hora de clases estaba a tan solo unos minutos así que apresuraron el paso. Cuando llegaron a su salón, varias miradas se posaron en ellos y aquello cohibio a Jimin.

-¡Suga!.

Un chico alto se acercó a ellos. YoonGi lo miro y le hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera. En el camino, Jimin se topo con varias miradas, la mayoría eran de las que serían sus compañeras.

-Sehun, que milagro. ¿Tú llegando temprano?.

-Nana me botó de la cama, ya sabes cómo es ella -sonrio, pero después se percató de una tercera presencia-. O ¿y quién es él?.

-Cierto -se hizo a un lado, dejando que Jimin viera a Sehun-. Jimin, te presento a Sehun. Sehun, te presento a Jimin. Es de intercambio.

-Bienvenido, Jimin. ¿De dónde eres?.

-Oh, pues-...

-¡Corran, viene la maestra!.

Entro gritando uno de los chicos, todos comenzaron a tomar asiento. Jimin fue jalado por YoonGi y lo llevo a una banca para sentarlo. Todo el salón estaba en completo silenció, hasta que poco a poco se fue escuchando el eco de unos tacones chocando contra la cerámica del piso.

La puerta del aula fue abierta y por ella entro una joven de no más de veinticinco años. Se acercó a su mesa y dejo los libros que traía en sus manos.

-Buenos días, chicos. Comencemos con la clase.

-Profesora -hablo una de las chicas, temerosa-. Ha-hay un nuevo alumno.

La joven frunció el ceño y observó a todo el salón. Sabría quién sería, ya que conocía perfectamente a todo el curso. Su mirada cayó sobre Jimin, este se encogió en su sitio.

-¿Eres nuevo?.

-Si.

Se puso de pie.

-Por favor, ven aquí.

En la caja •°HopeV°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora