Capítulo 2

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El primer día de Takemichi ha sido realmente genial, sus nuevos niños son inteligentes y divertidos. Para conocerse, Takemichi ha ideado una entretenida actividad que lo ha llenado de glitter, purpurina y algunas manchas de colores en sus manos y brazos.

Ensuciarse así nunca ha sido problema para él, prefiriendo ver la sonrisa en los rostros de sus niños. Aunque eso hace que la gente lo mire divertido mientras camina por la calle, sabe que tiene su cabello negro lleno de glitter rosa, azul, verde y amarilla, haciendo que su cabello brille con cada paso que da. Ha intentado lavarlo en la escuela, pero solo ha conseguido esparcirlo más.

Al llegar a su edificio, saluda al portero y marcha hacia el ascensor, volviendo a recordar su encuentro en él de esa misma mañana. Sin embargo, duda mucho que vaya a volver a encontrarse con esos hombres de nuevo, aunque sería agradable ponerse al día con Kaku-chan.

El sonido del ascensor lo hace levantar la vista y casi salta de la sorpresa al encontrarse con el hombre de cabello blanco, ojos negros y tremendamente delgado mirándolo fijamente, en su mano un taiyaki mordisqueado.

Takemichi espera a que el hombre baje, pero cuando es evidente que no va a moverse, entra en el ascensor y pulsa su piso.

¿El hombre no va a bajar?

¿El ascensor ha venido de los pisos del subsuelo donde están los aparcamientos? Debe ser eso, sí.

Una mirada a los botones le recuerda que no hay subsuelo.

¿Eso significa que este hombre simplemente está pasando el rato en el ascensor?

—Eres Takemitchy, ¿verdad? —Pregunta el hombre con una voz monótona que eriza la piel de Takemichi, quien salta en su lugar sin esperarse una conversación.

—No, soy Takemichi. Hanagaki Takemichi. —Murmura el pelinegro con una sonrisa incómoda, el hombre mantiene su rostro estoico, pero parece sonrojarse por alguna razón. ¿Tal vez está enfermo?

—Puedes llamarme Manjiro, Takemitchy.

Takemichi quiere decirle que ese no es su nombre, pero aunque no lo parezca tiene autoconservación, por lo que sonríe y asiente. Por suerte, llega a su piso rápidamente y se despide de Manjiro con una inclinación.

Cuando las puertas del ascensor se están cerrando, Takemichi se muere de la vergüenza cuando el estoico Manjiro murmura con voz divertida: "Me gusta tu nuevo y deslumbrante look".

Prácticamente corre hacia su apartamento, y cuando entra, se derrumba en la entrada, tapándose la cara con vergüenza. ¡Se le había olvidado que su cabello estaba lleno de glitter y Manjiro lo ha estado observando todo el tiempo!

—Hola, Mocca. —Murmura Takemichi, aun con su rostro sonrojado cuando su lindo gato viene a saludarlo en el genkan, donde se quita sus deportivas y las coloca en su lugar. Acaricia a su mascota unos momentos antes de irse al interior de su apartamento, rememorando la breve conversación una y otra vez.

Cuando supera un poco la vergüenza, y por fin consigue quitarle la gran mayoría del brillo de su cabello tras una hora en el baño, llama a Chifuyu para contarle sobre su primer día tal y cómo había prometido. Sin embargo, duda un poco en si debería hablarle de los hombres del ático o de su nuevo amigo, Manjiro.

Finalmente se decide a no contarle, ya que siempre le está advirtiendo de que se aleje de los tipos que tengan apariencia peligrosa, porque normalmente acaban siendo peligrosos.

—¿Qué te parece si vamos a cenar y celebramos tu primer día? —Pregunta Chifuyu tras haber escuchado pacientemente todas las historias de sus niños. Takemichi dice que si enseguida, porque le encanta pasar el rato con Chifuyu, y enseguida ambos quedan en ir a un lugar de barbacoa.

Takemichi elige ropa un poco más formal sabiendo que no se enfrenta a un montón de niños, una camisa negra arremangada hasta los codos debe hacer el trabajo, porque no se esfuerza mucho más antes de darle la cena a Mocca, agarrar sus cosas y marcharse.

—¿Tal vez me he arreglado demasiado? Solo es una cena. —Murmura para si mismo mientras entra en el ascensor finalmente vacío, mirándose en los espejos de este. —Tal vez el cabello así peinado hacia atrás no hacía falta.

Takemichi suspira, pero se encoge de hombros y aprieta el botón de la planta baja, pero para su horror personal, el ascensor comienza a subir en vez de bajar, por lo que las puertas se abren en el ático y de nuevo, se encuentra con el grupo de ocho hombres.

—H-hola, no estaba... No iba al ático, pulsé la planta baja pero comenzó a subir. —Murmura Takemichi sin saber porqué está dando explicaciones, sin embargo no puede relajarse.

El silencio reina en el ascensor hasta que Manjiro se coloca a su lado, hombro con hombro. Takemichi se encoje un poco del miedo, pero mira de reojo a Manjiro, quien lo observa por completo.

—¿A dónde vas, Takemitchy? —La monótona voz de Mikey sorprende a Takemichi, quien salta por el susto y luego carraspea incómodo.

—Voy a cenar con un amigo.

—Hm.

Takemichi siente que está en un interrogatorio, sobre todo por la mirada que Manjiro le lanza de nuevo, ¿parecen celos mezclados con lujuria? No lo entiende bien, él también puede ir a cenar con sus amigos, no tiene que tener celos de Takemichi.

Sin embargo, decide no mencionar nada, esperando a que el ascensor llegue a la planta baja, una vez que lo hace, hace lo mismo que en la mañana y huye de los hombres. Pero a diferencia de por la mañana, se gira para despedirse de Manjiro con la mano.

—Sanzu.

—En ello, mi rey.

Manjiro asiente y vuelve a pulsar el botón del ático cuando Sanzu sale del ascensor para seguir a Takemichi y cuidarlo sin que se dé cuenta. Está satisfecho de haber puesto cámaras en el ascensor, no quiere volver a pasarse la tarde aquí dentro esperando por ver a su Takemitchy.

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Mikey: Que coincidencia verte de nuevo, Takemitchy.

Also Mikey: Voy a quedarme en el ascensor hasta que lo vuelva a ver.

Los vecinos: Es hora de mudarse.

Bonten: Ni modo, por lo menos el jefe está entretenido.

SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora