Capítulo 15

4.6K 599 85
                                    


El silencio que comienza a extenderse por el salón del ático es un poco incómodo en opinión de Takemichi, ya que todos los hombres de Manjiro los están mirando a ambos, esperando que ocurra algo, incluso puede vislumbrar a Sanzu sacar su móvil sin que nadie se dé cuenta y apuntarlos con él, como si estuviera grabando.

—He preparado algunos dulces que podéis comer si tenéis hambre, hay pasteles, dorayakis, galletas, brownies y taiyakis. —Murmura Takemichi mirándose las manos, un poco avergonzado de toda la atención puesta en él. Pese a su ofrecimiento, todos siguen quietos, mirando a la pareja.

—Creo que Takemitchy ha dicho algo. —Dice finalmente Manjiro, y con la amenaza implícita, todos sus subordinados se marchan hacia la cocina, dejándolos a solas finalmente. Es el propio Manjiro quien le hace un gesto para que lo siga hacia las escaleras. Ambos se dirigen hacia el dormitorio principal, y Manjiro enarca una ceja ante su habitación ordenada y ventanas abiertas.

Takemichi aprovecha y se sienta en el sofá de la esquina, el que da a las preciosas e imponentes vistas de Tokio a sus pies. Manjiro se sienta a su lado en el otro sillón disponible, y ambos miran por el gran ventanal en silencio.

—¿Cómo te ha ido el viaje? —Pregunta Takemichi para intentar llenar el silencio, pero hay una tensión visible que no es posible rellenar con una conversación banal, y ambos lo saben.

—Mal, no quería ir, pero eran negocios importantes. —Responde Manjiro, y de nuevo, siguen sin mirarse a los ojos, sus miradas fijas en las vistas de Tokio en lugar de la persona a su lado.

Takemichi suspira y asiente, frota sus manos juntas con nerviosismo antes de no poder aguantar más, dejando que las lágrimas que ha estado reteniendo estos días finalmente resbalen por sus mejillas.

No entiende muy bien porqué está llorando, aunque siempre ha sido un llorón de lágrima fácil, o así es cómo sus amigos lo han llamado siempre, y estar justo en este instante, finalmente con Manjiro, está sintiéndose como un sueño hecho realidad. No creería que fuesen en unas circunstancias tan extrañas, sin embargo al fin puede verlo junto a él, pero solo es capaz de preguntarle por su viaje, en vez de decirle como se siente o cuánto lo ha echado de menos.

No entiende porqué no es capaz de decírselo, solo puede quedarse llorando en silencio cuando lo que más ansía es lanzarse a sus brazos y abrazarlo con fuerza, besarlo con dulzura y no dejar que se aleje de él nuevamente, ya que duele estar separados, y mucho.

Manjiro se sorprende al escuchar un sollozo, y cuando se gira para ver qué le ocurre a su Takemitchy, es abordado por un cuerpo tembloroso que se sube a su regazo y lo abraza con fuerza mientras llora. No duda ni un segundo en abrazar el cuerpo de Takemichi y dejarlo llorar con su rostro escondido en el hueco de cuello y hombro.

—Te he echado de menos, Takemitchy. —Murmura Manjiro con una pequeña sonrisa que se permite hacer sabiendo que nadie lo ve. —Pensé que no querrías saber nada más de mí, que me odiabas.

—No te odio. —Solloza Takemichi mientras se separa del cálido cuerpo de Manjiro y mueve una de sus piernas para poder sentarse frente a Manjiro en su regazo. —Creo que nunca sería capaz de odiarte, y eso me asustó un poco.

—No tengas miedo de mí, dañarte es lo último que haría, porque después me moriría. —Responde, tomando las mejillas de Takemichi entre sus manos para acercar sus rostros hasta que sus frentes permanecen juntas. —Gracias por dejarme tocarte de nuevo.

Takemichi no debería derretirse ante los gestos de Manjiro o sus palabras dulces, pero no puede evitarlo, su corazón palpita rápidamente en su pecho, su estómago se siente un revoltijo extraño de mariposas, y su deseo está despertando tras el letargo después de su distanciamiento.

SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora