Capítulo 7

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Hinata entra en el aula de su mejor amigo durante el recreo cuando se da cuenta de que no ha ido a la sala de profesores para su café diario. Simplemente no se espera ver a Takemichi tapándose la cara sonrojada con sus manos, la cara contra el escritorio y gritando de forma ahogada.

—¿Estás bien? —Pregunta Hinata tapándose la boca con una mano para no reírse abiertamente de la reacción de Takemichi, quien siempre ha actuado de forma bastante linda cuando está avergonzado.

—Hina, creo que voy a morir de vergüenza. —Murmura Takemichi, su voz ahogada por sus manos, sin levantar la cabeza del escritorio donde la tiene apoyada. —Hoy he hecho algo muy vergonzoso.

—Bueno, mira el lado bueno, tienes el fin de semana para calmarte. —Resopla Hinata, caminando hacia el escritorio para dejar ahí el café de su amigo en pánico.

—No puedo hacer eso porque he quedado con la persona con la cual he muerto de vergüenza. He besado en la mejilla a Manjiro, Hina. Él simplemente estaba ahí y yo le he besado como despedida y he huido. Creo que me odia. —Takemichi por fin se quita las manos de la cara y toma la taza de café para darle un sorbo, sonriendo al ver que está a su gusto.

—¿Por eso has entrado corriendo hoy seguido por un montón de niños? —Pregunta Hinata, riéndose cuando Takemichi gime avergonzado de nuevo.

—Eran de mi clase, mis niños, ya sabes. Se pensaron que estaba echando una carrera y me comenzaron a seguir por el patio, no podía decirles que estaba huyendo de un hombre hermoso al que besé en la mejilla. —Takemichi se encoje de hombros y vuelve a tomar otro trago del delicioso café. —Y eso no es todo.

—Estoy deseando escucharlo. —Murmura Hinata, divertida por la vergüenza de su mejor amigo. —Vivo por esto, lo sabes.

—He desayunado con Manjiro, y me ha traído al trabajo en uno de sus increíbles coches con chófer. Y eso no es todo, mañana iré a su ático y le prepararé un postre. —Takemichi evita mirar a su amiga y ordena su ya impecable escritorio para no ver la reacción de Hina, pero no tarda en escuchar su risa. —Hina, no es gracioso.

—Claro que lo es, y también es lindo que tengas una cita con el hombre que te gusta. —Dice encogiéndose de hombros, feliz de que Takemichi se abra por fin tras años con miedo a tener cualquier tipo de relación de amistad o amorosa. —Solo te diré que tengas cuidado.

Takemichi resopla, abre la boca para decirle que no pasará nada, pero se congela al darse cuenta de algo esencial. ¿Le gusta Manjiro? ¿A él? ¿Cómo algo más que una amistad? No, no es cierto.

Espera, ¿y si lo es?

—¿Takemichi? —La voz de Hinata le hace parpadear y volver a la realidad, viendo el rostro preocupado de su amiga mirándolo fijamente. Debe haber entrado en pánico en silencio y no la ha escuchado. —¿De qué te has dado cuenta?

—No me gusta Manjiro. —Dice Takemichi, y siente que no son verdad esas palabras en cuanto salen de su boca, como si de verdad le gustase Manjiro con tan solo unas semanas de haberlo conocido. —No me gusta. Es solo un amigo, ¿verdad?

Hinata se encoge de hombros, sin decir una sola palabra, y Takemichi, como ha hecho siempre que entra en pánico, se abalanza sobre su mochila, toma su móvil y abre el navegador para buscar de forma estúpida un "¿cómo sabes si te gusta alguien?". Su amiga se vuelve a reír al ver lo que está buscando.

—He encontrado algo para que me diga si me gusta Manjiro o no. —Murmura Takemichi y Hina vuelve a reírse, y lo entiende, suena estúpido al decir eso, sabe perfectamente la respuesta, pero prefiere negarlo todo para ver si desaparece. —A ver, aquí dice que hay señales para saber si te gusta esa persona.

Takemichi comienza a leer, y casi gime al ver los puntos, porque tendrá que decir en voz alta lo que Hina y él ya saben.

1. Sientes nervios cuando ves a esa persona. Check.

2. Cuando estás con esa persona el tiempo pasa volando. Check.

3. Todo te recuerda a esa persona. Check.

4. Sientes atracción y tensión sexual. Check, mucho check en este punto.

5. Disfrutas de su compañía. Check.

6. Imaginas un futuro con esa persona. Check.

7. Simplemente lo notas. Oh, check.

—Hina, me gusta Manjiro. —Takemichi observa la larga lista y todas obtienen su check personal, porque sin pretenderlo, ha estado con Manjiro en su mente todo el día desde que lo conoció, al principio sintiendo un poco de temor por su apariencia intimidante, pero que poco a poco se fue cambiando a algo más. —¿Qué hago?

—Es bueno que seas inconsciente de lo que suele ocurrir a tu alrededor, porque sin planearlo ya tienes una cita con él mañana. —Hinata se encoge de hombros y sonríe. —Solo sigue haciendo lo mismo que hasta ahora y ya está.

Takemichi se permite enloquecer momentáneamente porque, bueno, ¡tiene una cita con Manjiro! No lo había pensado claramente, pero ahora que lo sabe, es muy consciente de la situación.

—Oh, dios. Hina, mañana tengo mi primera cita en años. —Dice Takemichi y casi se atraganta con su café cuando se percata de otra cosa. —¿Y qué me pongo? Mi ropa es apropiada para enseñar a niños, no para impresionar a un hombre como Manjiro.

—Takemichi, te ha visto con el cabello de colores, brillantina y con tu adorable mochila llena de regalos de tus estudiantes. Créeme, no importará mucho lo que te pongas. —Hinata se encoge de hombros y le guiña un ojo antes de murmurar: —Lo importante es que sea fácil de quitar.

—¡Hina! —Grita Takemichi avergonzado, y se alegra de que el timbre del final del recreo suene, salvándolo de decir o escuchar algo vergonzoso. —Venga, fuera. No mancilles mi aula con tus comentarios.

Takemichi se alegra al ver a sus niños entrar en el aula, porque se le olvida rápidamente todo lo vergonzoso de antes, centrándose en contarles un cuento a sus niños y que enseñarles a dibujar el suyo propio hasta el final del día.

Cuando todos sus niños se marchan, Takemichi comienza a guardar todo el material usado en el día, canturreando en voz baja mientras se mueve por el aula. Está ordenando las pequeñas sillitas cuando siente una presencia, casi gritando al girarse y ver a Manjiro en su aula.

Manjiro en su aula.

—Hola, Takemitchy. Tardabas mucho y me estaba aburriendo de esperar en el coche. —Manjiro dice antes de entrar un poco más, observando los dibujos de las parades, y las decoraciones que Takemichi y sus niños han hecho.

—No sabía que ibas a venir a buscarme, normalmente es Sanzu quien me acompaña a casa. —Dice Takemichi ordenando otra caja de lapiceros, perdiéndose la mirada celosa de Manjiro.

—Ahora que he vuelto, te acompañaré yo. —Takemichi se da la vuelta y sonríe feliz de que Manjiro quiera pasar más tiempo con él, y entonces se acuerda de su vergonzosa búsqueda en internet, haciendo que su rostro se vuelva rojo.

—B-bien, eso me gustaría. —Murmura Takemichi y termina de guardar todo antes de tomar su mochila. Manjiro lo espera en la puerta, el indicio de una sonrisa en su estoico rostro hace que el corazón de Takemichi se acelere rápidamente. —¿V-vamos?

Manjiro asiente y espera a que Takemichi cierre la puerta del aula, cuando caminan por el pasillo de la escuela, la mano de Manjiro toma la suya, guiándolo fuera del edificio hacia el coche. Y Takemichi está en una nube al sentir la presencia de Manjiro junto a él, tomando su mano.

No puede esperar a la cita de mañana.

SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora