Capítulo 24

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Takemichi está agotado, no parece haber dormido durante más de trece horas según Kakucho, es más, este cansancio le recuerda a sus noches sin dormir durante su periodo de exámenes del ultimo año, recuerda no dormir durante noches para aprovechar todo el tiempo y poder estudiar lo máximo que le permitía su trabajo y sus clases.

Sin embargo, en esta ocasión la cosa es totalmente distinta, se siente así porque tiene una herida en la cabeza, tuvo una conmoción cerebral y casi es secuestrado por un acosador que lleva siguiendo sus pasos desde que era un niño.

Cuando una vez que estaba borracho pidió algo de emoción en la vida, no se refería a casi morir, ser secuestrado o tener que ver tanta sangre junta, sino a echarle chocolate a su café o a adoptar un animal más.

—Te he traído algo para comer. —Comenta Ran al entrar en la habitación donde Takemichi está sentado, le extiende un sándwich y un poco de zumo antes de sentarse a su lado en el sofá con cuidado de no despertar a su jefe que descansa la cabeza sobre el regazo de Takemichi. —¿Cómo está?

Takemichi suspira mientras muerde su comida, abatido, en cuanto se despertó tras ver a Manjiro fuera de sí, todo el ambiente de violencia, la muerte de Kisaki, y todo lo demás, pidió saber todo lo ocurrido desde que se desmayó en los brazos de Manjiro.

Ran no dudó en contarle todo, desde cómo Mikey también cayó inconsciente, como fueron llevados los tres al ático donde trajeron un equipo de médicos para ellos y sus heridas, y como limpiaron cada gota de sangre del edificio por medio de múltiples explosiones que destruyeron todas las pruebas que incriminasen a Bonten.

Entre todo lo que los ejecutivos arreglaron mientras los dos miembros más importantes estaban inconscientes, fue el cubrir las muertes de Kisaki Tetta, Hanma Shuji, y quince personas más. Takemichi, por su estúpida culpa, ha acabado con la vida de casi veinte personas, todo por no hacer caso al consejo de Manjiro, por escapar de Haruchiyo y por creer que las palabras solucionarían algo con personas como Kisaki.

Casi pierden a Haruchiyo, sigue inconsciente en su cama, su hermoso rostro herido, y casi muerto porque Takemichi no pudo quedarse quieto y dejar que Manjiro se encargase de acabar con las personas peligrosas.

—Despertará pronto, Sanzu es un bastardo con suerte en estas cosas, y se pondrá muy feliz de ver a su rey y a su reina acompañándolo mientras está herido. —Dice Ran con una sonrisa divertida, imaginándose la forma en la cual Sanzu se pondrá al verlos.

—No estaría herido si hubiera hecho caso a Manjiro. —Añade Takemichi, su mano continúa moviéndose rítmicamente por el cabello blanco y hermoso de Manjiro, dejando que descanse tras haberlo cuidado mientras no estaba consciente.

—Takemitchy, no puedes culparte por algo así, todo esto recae en Kisaki Tetta, te llevó a un punto donde creías que lo mejor sería hablar con él porque querías que te dejase en paz cuanto antes. Es ese idiota quien tiene toda la culpa, y si dices que has sido tú, el bastardo de Sanzu se sentirá mal, ya sabes. —Comenta Ran encogiéndose de hombros, mentalmente felicitándose por ver el brillo decidido en los ojos azules, ya que por encima de sí mismo está el resto del mundo y su preocupación por cuidar a todas las personas que le importan.

—Tienes razón, Haruchiyo se sentirá mal si me escucha decir eso. —La mirada de Takemichi se fija en las preciosas cicatrices en forma de diamante, suspirando al darse cuenta de que no puede poner más carga en los hombros de Sanzu. —¿Qué pasará ahora?

—Nada. El enemigo ha desaparecido, no tenemos pérdidas y ahora damos un paso hacia adelante y nos fijamos en otro objetivo. Así es como funcionan las cosas en Bonten. —Explica Ran comiéndose su propio sándwich, aunque de forma mucho más elegante que Takemichi. —Esperaremos a que el jefe nos dé nuevas órdenes.

SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora