Capítulo 18

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Takemichi se siente muy ansioso mientras camina por los pasillos de la escuela, mirando cada esquina como si una persona fuese a saltar sobre él y secuestrarlo, está muy nervioso y no quería volver tan pronto a dar clase, pero solo le han permitido faltar un par de días, y sin una causa concreta no pueden darle más. Aunque lo entiende, no está seguro de si decir al director que alguien ha asaltado su casa, han interceptado su móvil y lo están siguiendo sería creíble.

Está un poco nervioso también por la seguridad de sus niños, si alguien apunta hacia él, sus niños estarían en medio y eso es algo que no puede soportar, por eso aceptó la ayuda de Manjiro cuando le contó que debía volver al trabajo al día siguiente.

Es esa la razón por la cual Haruchiyo, Kaku-chan y Ran lo siguen por los pasillos de la escuela, riéndose de los dibujos colgados en las paredes y charlando animadamente. Takemichi les agradece que intenten aparentar normalidad, pero puede ver la tensión en sus hombros, la forma en la cual miran cada puerta y ventana, y cómo su mano sigue dentro de la chaqueta, seguramente aferrándose a un arma.

—Es aquí. —Dice Takemichi mientras abre la puerta de su aula, sonriendo al ver en su escritorio varios dibujos de sus niños deseándole que vuelva pronto y que esperan que esté bien. Sonriendo, observa los dibujos y decide colgarlos en el tablón detrás de su escritorio antes de comenzar a preparar el aula para sus niños. —Espero que no llaméis mucho la atención.

Takemichi suspira mientras ve a Haruchiyo sentándose en una pequeña silla e intentar aparentar un aura peligrosa, luego se fija en Ran jugando con la mascota de la clase, Pelusa el hámster, y cómo Kaku-chan parece fascinado con los proyectos de ciencias sobre como hacer crecer tus propias semillas.

—No te preocupes, Michi. Nadie hará muchas preguntas sobre nosotros. Solo deja que te protejamos mientras trabajas. —Dice Ran tranquilamente, como si no supiera lo curiosos que son sus niños, o cualquier niño en general.

Takemichi se encoge de hombros y se prepara para la llegada de sus niños, que como había previsto, lo primero que hacen es preguntar por los tres hombres de aspecto amenazante colocados por el aula, por lo que Takemichi, habiendo preparado una respuesta, les dice que son profesores en prácticas y que no deben molestarlos, aunque ha visto varias veces a algunas niñas acercarse a Haruchiyo para preguntarle si es un príncipe.

Por lo menos esos pequeños momentos de risa le hacen olvidarse la seriedad y el problema actual que tiene encima. Una persona ha decidido acosarlo, interceptar su móvil y seguirlo.

—¿Takemitchy? —Pregunta Ran en voz baja, acercándose por su costado, pareciendo preocupado por haberlo visto congelarse en mitad de la explicación del día. Takemichi asiente y sonríe, volviendo a centrarse en sus niños para que no se pongan nerviosos.

No quiere influir negativamente en el buen ambiente del aula o de sus niños, pero se siente mal y se siente asustado, y lo único que quiere es esconderse del mundo en el ático de Manjiro con él a su lado mientras ven a Haruchiyo perseguir a Rindou por todo el lugar por sus dibujos en los pasteles.

Sin embargo, ama su trabajo, y no quiere dejar de hacer algo que disfruta tanto por ese sentimiento tan horrible que hay en su interior de forma persistente sobre algo malo que está a punto de ocurrir. Quiere dejar de lado esa sensación y agradecer a Manjiro por hacer a sus hombres que lo cuiden, sobre todo Haruchiyo, a quien considera un buen amigo pese al poco tiempo que lo conoce.

Es justo él quien se acerca mientras los niños trabajan en su trabajo de arte, con un café en la mano y una mirada preocupada, y pese a que mantiene las distancias por ordenes de Manjiro, Takemichi se siente mucho más tranquilo al tenerlo cerca.

SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora