omegaverse;
Un príncipe que no ha pisado el mundo exterior y un ladrón que quiere la corona real. Un omega algo asustadizo pero confiado y un alfa desconfiado que solo huye. Louis heredero al trono y Harry colándose en el castillo, encontrándose con...
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Zenttokya era un precioso reino, no era grande de hecho era uno de los más pequeños de la zona, tenía abundante fauna y flora, un reino muy bien cuidado por sus habitantes y donde alfas, betas y omegas convivían en una armonía singular. Entre diferentes castas se llegaban a tener un mínimo de respeto, pero aún así los alfas eran los que destacaban en la sociedad por ser los más fuertes, llegando a tener los mejores trabajos medievales, les seguían los betas con oficios decentes y los omegas, tan pequeños, intentaban regatear para poder conseguir trabajo.
Aunque hubiera diferencias sociales, gente más destacada que otra, en Zenttokya siempre resaltaba una única familia. La familia real, los líderes de ese pequeño reino. Esa gran familia a la que respetaban cordialmente e intentaban ser lo más serviciales posibles, aunque no supieran que realmente no dejaban ver a su preciado príncipe.
Porque sí, los Tomlinson. Johanna y Mark Tomlinson, los reyes de Zenttokya, tenían una cadena con varios eslabones. Cuatro hijos, bueno en su mayoría chicas. Las más pequeñas eran Phoebe y Daisy, gemelas de 8 años que todavía esperaban para saber su casta pero todos sabían que esas revoltosas iban a ser omegas. También estaba Lottie, la más tranquila de su familia, una reciente beta al cumplir sus 16 años y por último tenían a Louis, el hermano mayor y un pequeño omega de casi 19 años.
Louis Tomlinson, hijo primogénito de un alfa que heredó su trono y se casó con una omega familiar que venía de otro reino lejano. Louis, próximo heredero al trono y nunca visto por los habitantes de Zenttokya, ya que ese chico de ojos azules y labios rosados era un completo omega de pies a cabeza y eso afectaba mucho a la realeza. Los reyes pensaban que tener un omega chico defraudaría mucho a los habitantes y más aún si este iba a ser heredero al trono, por eso decidieron esconder la identidad del príncipe hasta que se casará con un alfa poderoso que llevará adelante el pequeño reino de Zenttokya.
— Louis, hijo. — habló cautelosamente Mark. Su padre y él estaban en el gran salón del castillo, bien decorado de manera estilosa con columnas de mármol, detalles de oro, sofás de terciopelo y cuadros de la familia real de Zenttokya por las paredes y estantes.
Mientras Louis leía un libro él ojeaba el periódico en la butaca de la esquina. — No te olvides que esta noche vienen los reyes de Nutnia con su hijo. — continuó hablando.
— ¿El príncipe George? — preguntó el omega, despegando la vista del libro para mirar a su padre, con una mueca de disgusto en su rostro.
— Sí, hijo, no sé por que pones esa cara. Ese alfa nos va hacer muy bien a la familia, al reino e incluso a ti. — explicó el alfa, pasando una hoja del periódico. — Ya te lo dijimos, es una cena importante y que decidirá el futuro del reino.
