capítulo veinte;

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— Veo que ya eres todo un profesional.

Harry estaba en la orilla del río, sentado mientras observaba a Louis.

— Aprendí del mejor. — sonrió el menor sin dejar de nadar.

La pareja estaba en un precioso río de agua cristalina y bastante calmada. Si se quedaban en silencio solo podía escuchar como el agua chasqueaba cuando Louis se movía libremente. Estaba situado más en el norte cerca de algunas montañas que se veían en el paisaje, rodeado de bastante flora de color verde junto a grandes árboles dónde se podían escuchar unos cuantos pájaros cantar en la copa de estos, las rocas de su alrededor eras grises y brillantes y chocaban con el agua. Louis apenas llegaba pie, podía rozar las rocas profundas con sus dedos.

El alfa se había dado ya un baño y solo se ocupaba de observar a Louis que ya se movía ágilmente gracias a sus lecciones de nado. Sonrió cuando escuchó al menor hablar así de él, sí, quizás era un poco egocéntrico, no lo podía evitar.

— Claro que lo soy. — Sonrió de forma ladina. — Gracias a mí ahora nadas perfectamente.

— Bueno, no te lleves todo el mérito, todavía me cuesta un poco. — Se pasó las manos por el pelo, dejando sus cabellos mojados conforme pasaba sus manos.

— Creo que lo haces genial.

— O quizás necesite algo más de ayuda, puede que termine ahogándome. — La manera en la que dijo esas palabras fueron más coquetas de lo que pensó y Harry se tensó cuando lo miró con sus ojos azules.

Louis observó detenidamente como Harry soltaba una risa sin decir nada más , se ponía de pie sin apartar sus ojos del menor y se tiraba de cabeza al agua cristalina. El omega lo perdió de vista en cuanto se metió bajo esta, miró a ambos lados buscando el cuerpo de Harry salir del agua, se sorprendió cuando lo sintió detrás suya. Una sonrisa se le escapó cuando las manos del mayor se posaron delicadamente en su estrecha cintura y sus labios húmedos en el cuello.

— Harry... — Habló bastante bajo. Su omega se retorcía en su interior.

— ¿Qué pasa, omega? — La sonrisa era casi de maldad en sus labios, sabía perfectamente él efecto que provocaba en el menor.

Louis fue girado por Harry sutilmente para quedar cara a cara, sin despegar sus manos del diminuto cuerpo, los ojos azules tampoco se despegaban de cada movimiento que hacía. Dándole un par de besos en la mandíbula, Louis sumiso cerró sus ojos y suspiró. El alfa calló el suspiró juntado sus labios al los del menor, este no dudó en juntar más sus bocas y sentir como ese beso húmedo subía de tono al chocar las lenguas. El agua de sus cabellos mojados caía entre ellos, el rizado colocó una de sus manos en en muslo de Louis con el propósito de impulsarlo y que sus piernas rodearan su cadera y sus manos su cuello.

príncipe omega; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora