omegaverse;
Un príncipe que no ha pisado el mundo exterior y un ladrón que quiere la corona real. Un omega algo asustadizo pero confiado y un alfa desconfiado que solo huye. Louis heredero al trono y Harry colándose en el castillo, encontrándose con...
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— Feliz cumpleaños, principito.
Louis sonrió al ver a Harry.
Acababa de levantarse, siempre se despertaba después que Harry.
Y al abrir los ojos perezosamente, bostezar para espabilarse y no encontrarse a Harry en la cama ni tampoco en el interior de la casa decidió salir fuera con las pintas que llevaba, la ropa arrugada y los pies descalzos, hecho un desastre.
Allí lo encontró, en el jardín de florecitas que había ido plantando Harry, estaba dándole de comer una zanahoria a Centella quien relinchaba alegremente. El alfa se apoyó en el lomo de la yegua cuando lo vio y lo felicitó inmediatamente, como había estado planeando.
Para Louis la imagen de Harry en ese momento era dichosa.
— Te has acordado. —El omega solo sabía sonreírle al mayor, acercándose poco a poco.
— Pues claro. ¿Cómo no lo iba a hacer? — le sonrió de vuelta Harry.
Louis tardó poco en terminar de acercarse al alfa y darle un abrazo, rodear con sus pequeños brazos la cintura del más alto. Harry lo aceptó y lo apretujó entre sus brazos en un agradable abrazo.
— Felicidades, principito. — volvió a decir el rizado.
— Gracias. — dijo Louis separándose de los brazos de Harry.
— ¿Y bien? ¿Qué te apetece hacer hoy?. — preguntó el alfa tras el ojiazul mientras se alejaban de Centella y entraban en la casa.
— ¿Qué? No sé... no lo había pensado. — respondió él, encogiéndose de hombros. — No sabía que lo íbamos a celebrar.
Louis no se pensaba que Harry fuese a celebrar su cumpleaños con él, ni siquiera pensó que se fuese a acordar del día. Ver que Harry se acordaba y acompañarlo en el día, aunque eso ya lo hacía desde que se conocían, era una sorpresa para el menor que estaba demasiado emocionado.
— Menos mal que me has conocido porque tengo planeado lo que podemos hacer. — ideó el alfa, ilusionado.
— ¿Sí? — Preguntó Louis como si no se lo pudiera creer.
— Primero, desayunáremos pancakes que he hecho como he podido. — dijo que el mayor cogiendo a Louis por los hombros y guiándolo para sentarse en la silla con la pequeña mesa.
—¿Pancakes? — todo lo preguntaba sorprendido, y es que estaba demasiado sorprendido por lo que decía y hacía Harry. — Me encantan. Los que hace la cocinera del castillo son los mejores.
— Pues espero que estos superen a los de tu cocinera. — dijo poniendo delante de Louis un plato con una pequeña torre de pancakes. A Louis de le iluminó la cara de lo bien que olían.
