CAPÍTULO 1: PREFERENCIA

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Mario se encontraba en el sofá del salón esperando a Luigi. El menor volvió de la cocina con un vaso de leche con cacao sentándose al lado de su hermano.

Tras un rato de silencio entre los dos mientras veían la tele Mario irrumpió.

M: “Luigi, tengo sed.”

L: Le pasó su batido. “¿Quieres un poco?”

M: “No gracias. Sabes que no me gusta esa marca de cacao.”

L: “Oh, cierto. Lo siento.”

M: “Yo lo que quiero es leche.”

L: “Pues ve a la cocina a por un vaso.”

M: “No Luigi, no lo entiendes. Quiero que me des leche. Mi leche preferida.”
Luigi estaba bastante confundido. ¿Qué quería decir Mario con que le él le diera leche? ¿Su leche preferida?

L: De repente Luigi empezó a sentirse cansado. “Oye Mario, me voy a la cama.”

M: “¿Estás bien?”

L: “Si, solo… tengo un poco de sueño.” 

M: “¿Enserio? No tienes buena cara.”

L: “De… verdad. S-solo…”

No pudo acabar la frase porque se desplomó en el suelo. Mario, como buen hermano mayor, le levantó y le llevó a su cuarto.

L: “¿Qué me pasa Mario?... S-si a-apenas he hecho cosas en el día.”

M: Lo tumbó en su cama. “Tu descansa bro.”

L: “M-Mario…”Y fue ahí cuando Luigi terminó quedándose dormido. 
Mario se frotó las manos mientras se relamía los labios.

M: “Bien, comencemos.”

Empezó a desnudar a Luigi con mucho cuidado. Una vez desnudo Mario se quitó la ropa también. Esto era algo que Mario había hecho en más de una ocasión: ponía somníferos en el cacao en polvo con el propósito de dormir a Luigi y así poder degustar de esa “leche” que a Mario le volvía loco.

Se posicionó encima del dormido y desnudo cuerpo del pequeño contemplándolo con mucha admiración. Le encantaba lo puro e inocente que era Luigi, era su ángel, su hermanito, su todo. Olió el aroma que Luigi desprendía, fue bajando por su cuerpo dándole besos parándose a chupar sus rosados pezones. Cuando llegó abajo empezó a darle amor su pene acariciándolo un poco para después metérselo directamente en su boca. Mario ya sabía dónde y cuándo se encontraba el punto g de Luigi, por lo que siguió un poco más rápido y su pene ya estaba erecto. Aunque a diferencia del pene de Mario, que era más grande y grueso, el de Luigi le parecía más hermoso. El mayor estaba tan concentrado chupando que no le dio importancia a su propia erección.

M: “Si… Luigi… sabes tan bien…. *Dios, como me gusta que no captes la indirecta. Nunca lo entiendes y no lo debes entender.* Dame tu leche, quiero tu leche.”

Le estrujó los testículos con suavidad, como si fuesen dos globos de agua, pasando su mano libre por el abdomen y pecho de Luigi. Éste último gimió pero no se despertó y Mario suspiró aliviado. Al tener su cara frente a los genitales de Luigi también veía su entrada. Nunca se atrevió a tocarla, sentía que si lo hacía Luigi no volvería a ser él mismo. En ninguna ocasión introdujo su pene en Luigi, no podía, no quería. Quería que Luigi siguiera virgen, así que Mario también decidió seguir siéndolo, aunque al mismo tiempo quería perder la virginidad con Luigi. Pero para Mario lo primordial era la salud mental de su hermano pequeño.

M: “*Ya estás apunto… lo sé.*” Su lengua jugaba en el glande y lo empapaba de saliva. Luigi se retorcía de placer ante los movimientos de Mario. Se sacó el pene de su boca y le pasó una lametada. Fue ahí cuando logró que Luigi se corriera, soltando su leche. “Dios, está deliciosa." Lamió cada rincón de Luigi manchado de semen degustando de su sabor y tragándoselo. No se dejó ni una sola gota. Ya terminado su cometido dejó a Luigi solo en ropa interior tapándolo con sus sábanas y le dio un beso en la frente. “Duerme bien mi precioso ángel.”

Mario cogió su ropa y se fue a su cuarto a aliviar a su “amigo”.



Espero que os haya gustado. Continuaré cuando pueda con el seguro capítulo.

Nos vemos.

Leche (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora