Acht

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-Tengo miedo-La voz débil de Satoru resonó en su cabeza.

El alfa que se presentó aquel día no era el Satoru arrogante que conoció al inicio del curso.

-Te lo ruego, ayudame a encontrar al padre de Yuuji-Los ojos del alfa brillaban gracias a las lágrimas que comenzaban a deslizarse por las mejillas pálidas, sintiendo compasión con aquel gesto.

-¿Y qué gano yo?-Pensaba ayudar sin recibir nada a cambio, pero quería descubrir hasta donde estaba Satoru dispuesto a entregar por el pequeño que dormía en sus brazos.

-Te dare lo que quieras- Sus manos sujetaron con más fuerza al cachorro y su atención se la dio solo en el-Amaré a Suguru si es necesario-Sus ojos cafés analizaron por última vez a la persona frente ella.

-Esta bien. Solo hazlo feliz-Giro sobre su silla dándole la espalda al alfa para seguir con el trabajo que había interrumpido.-Por cierto, Yuuji es un Itadori-

Un pequeño “¿Eh?” salió de los labios de Satoru, mostrando confusión.

-Ya sabes por si quieres cambiarle el apellido-Continuó viendo las hojas que se encontraban en sus manos.

-¿Pero cómo lo sabes?- El alfa sujetó su hombro con delicadeza, algo hipócrita, ya que estaba segura que en ese momento Satoru deseaba sacarle información por medio de fuerza bruta.

-¿Crees que Yuu no me importa?¿O que no se quien es Suguru?-Soltó con burla-Adoro a ese niño con todo mi ser.-Le dio un pequeño golpe con la muñeca al brazo de Satoru, logrando que el alfa soltara su hombro-Ahora sal de mi habitación, y no vuelvas hasta dentro de tres días-

Durante ese periodo la mansión Gojo percibía un aura pesada. El Omega Suguru había quedado como gobernador de los terrenos y cada habitante de estos habían conocido la bondad que se encontraba dentro del alfa peliblanco.

No pudieron contar cuántos miembros habían sido asesinados, mutilados o desprendidos de sus lenguas, lo que sí sabían es que era peligroso nacer siendo igual al cachorro que Suguru tanto adoraba.

-Gran señor se lo ruego- La débil voz de la mujer causó dolor en el pecho del omega, amaba al clan que lo había recibido, que lo había aceptado a su hijo y el, por ello quería protegerlos de este mundo-No le haga esto a mi hija. Usted tiene a un cachorro de la misma edad que ella, por favor entienda que ella no ha vivido- La madera se torno oscura bajo las lágrimas de la persiana arrodilla.

-Yo no busco lastimar a las personas que amó, solo quiero protegerlas de este mundo cruel en el que no pueden sobrevivir- El Omega soltó un suspiro, cerrando un momento sus ojos, pensando las palabras necesarias para calmar a una madre- Mi hijo es igual a la suya y aunque me duele el destino que Dios les dió, tengo la fortaleza para hacerle lo mismo que a su pequeña y salvarlo de ellos mismo-

El pobre cuerpo de la mujer cedió ante su propio peso, terminando completamente derrotada en la madera, dejando deslizar todo su dolor en forma de forma de mar.

-Traigan a la niña-Ordenó con la voz que había heredero de su alfa.

-Solo le queda un familiar-
La voz de Ieri resonaba en su cabeza mientras aborda el tren con dirección al nuevo hogar de su cachorro.

-Se llama Wasuke y es su abuelo-
Tenía muchas preguntas respecto a la apariencia física y personalidad del familiar de su Yuuji. El padre de su fresa tenía que estar demente, o sea, se había fijado en un omega tan ordinario como Suguru, y de algún lado tuvo que heredar esa condición y seguramente había Sido se su padre.

El pequeño que se encontraba sobre sus piernas se movió incómodo, cuando Satoru empezó a moverse de más en su asiento realizando poses que expresan dudas asustando a los demás pasajeros.

-¿Alfa a dónde vamos?- Yuuji sujeto las rodillas de Gojo inclinado un poco su espalda hacia enfrente y pegando más su pequeño culo contra la entrepierna de su padre.

Satoru tosió antes de poder hablar, la acción de Yuuji lo había tomado por sorpresa y tal vez le había gustado un poco-A conocer a tu abuelo-

-¿Voy a conocer al padre de mi alfa?-Artículo el niño emocionado. Su alfa lo abrazó por la cintura pegando su espalda contra el abdomen contrario.

-No Yuuji-Acarició con la punta de sus dedos el pequeño y pálido cuello de su pareja, cerca de su glándula de aroma, liberó una ligera porción de su aroma a té logrando relajar al infante-Te lo explicaré después, ahora solo duerme-

-Pero cuidado con tus palabras. Su hijo desapareció hace una semana, justo cuando Suguru pidió permiso para abandonar las instalaciones del colegio-

Los ojos detrás de esas gafas de sol se tornaron opacas por los sentimientos que le provocan los últimos recuerdos de su visita a Ieri.

-No estoy segura, pero tal vez tu esposo está relacionado con la desaparición de Jin itadori-

1._ ¿Recuerda el primer capítulo? ¿Cuando Satoru explica que los omega son iguales a los alfa? Pues eso explica la voz de Suguru.

2.- Perdón por el capítulo corto, pero no he tenido tiempo para escribir y no quiero escribir tampoco algo que no les guste y no entiendan.

3.- ¿Listos para el último capítulo con Yuuji siendo un hijo del clan Gojo? 😌

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