El mundo del jujutsu se regocijó una semana completa. La unión del alfa Satoru Gojo y el omega Suguru Geto anticipa la evolución en los hechiceros. Por ello, los altos mandos dedicaron todo su esfuerzo en organizar una ceremonia de matrimonio, además de una luna de miel con la cual esperaban tener un hijo digno del apellido de Satoru.
-Pero Yuji ya es digno para llevar mi apellido-El alfa cargaba al pequeño niño entre sus brazos, cerca de su pecho para transmitirle calor-Y no me quiero casar con Suguru, a el le queda bonito su apellido-El cachorro soltó una ligera risa, las feromonas del alfa expresaban felicidad, un sentimiento demasiado intenso para los alfas de menor rango presentes en la sala de la mansión del peliblanco.
-Esta decisión no está en tus manos Gojo.-Hablo Yaga-Si no haces a Suguru parte de tu clan, Yuji tampoco podrá permanecer contigo-El hombre terminó de hacer el muñeco en el que había estado trabajando desde que entró en el territorio de Satoru, y lo ofreció a la pequeña criatura.
-¿Cuándo es la boda?-Satoru mostró una sonrisa. Acción que inquietó a más de uno en la sala.
-En un mes-Sentenció un anciano, que permanecía junto al maestro de Gojo.
Para Satoru fue demasiado difícil el permitir que alguien entrara a su terreno, y tener a la hipocresía encarnada lo volvía más complicado, su instinto pedía a gritos que sacara a todos los que se encontraban dentro de la mansión, pero sentía mayor hostilidad por una persona en específico.
"Por favor, solo aleja al omega de Yuji".
Y es que el omega sostenía a Yuji como si le perteneciera, comprendía que fuera su madre y que el pequeño necesitaba alimentarse, pero el cachorro no necesitaba estar las 24 horas al cuidado de Suguru.
"Nosotros lo cuidamos mejor"
Con un sentimiento desconocido Gojo camino en dirección al pelinegro, en su camino tal vez empujó a un par de personas que se encontraban preparando la fiesta que se celebraría al día siguiente, pero eso no era importante. Sujeto al omega por el hombro llamando la atención del que se suponía era su pareja.
-Alejate-Gruno Suguru.
Para los presentes fue agobiante la atmósfera que se formó, el aire se sentía pesado gracias a las emociones negativas que tenían Satoru y Suguru en contra de su prometido. Se podían escuchar gruñidos provenientes de ambos, parecían enemigos en vez de prometidos.
-No tienes derecho de pedirme tal cosa- Replicó el alfa.
El peliblanco sujeto más fuerte el hombro del omega, Geto giro para soltarse del agarre y quedar frente al alfa.
-En pocas horas seré tan dueño del clan Gojo como tu lo eres- Los ojos negros de Suguru miraron directamente los ojos azules de su contrario, sujeto el pequeño cuerpo de su cachorro mas cerca de su cuerpo-Pero eso no es lo que más te duele-Su mirada cambio al pequeño bulto que mantenia en su pecho-Te duele que legalmente Yuji me pertenece-
El aroma de Satoru se volvió agrio, los omegas cercanos al alfa terminaron de rodillas y con el rostro contra el suelo, los alfas bajaron la mirada evitando que dentro de su periferia se encontrará el hechicero de cabello blanco, y los betas salieron de la habitación gracias al instinto de su subgénero. El único que aún retaba al alfa era Suguru.
Pero todo terminó cuando el cachorro comenzó a llorar, con sus pequeñas manitas aun sin fuerza trataba de alejarse del pecho de su madre. El omega lo mesio tratando de que el niño se calmara, pero el cachorro parecía decidido en alejarse de su progenitor.
-Sé que no confías en mí, pero ambos queremos que Yuji esté bien-Satoru bajo la mirada mostrando sumisión delante del omega. -Solo por esta vez permiteme estar con el-
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¡Papi!
Fanfiction-Tu aroma.- El alfa gemía excitado, su cuerpo poco a poco cedía a su lado animal. Sus ojos azules miraban a su presa, tan hambriento, tan delicioso. -Es diferente.-El moreno rápidamente entró a su habitación cerrando la puerta evitando que el alfa i...