-¡Yuuji!- Una pequeña de cabellos oscuros grito nada mas entro a su salón de clases. Varios niños giraron su vista hacia la apenada niña que con vergüenza avanzó hasta su asiento, y a su lado un pequeño sol la esperaba sonriendo.-Hola Ozawa-
El horario escolar transcurrió de manera normal, hasta llegar al almuerzo, donde Yuuji y su amiga caminaban por los pasillos de su institución para regresar a su aula después de adquirir alimento para sobrevivir al resto del día.
-¿Estas mejor?-Preguntó la niña expresando preocupación en su voz.
-Creo que sí-Respondió con simpleza el niño mientras mordía su pan de durazno-Según el médico está relacionado con mi género secundario, y una vez que me presente dejare de sentir malestar-
-Pero Yuuji todavía faltan dos años para presentarnos-Ingresaron al salón sin dejar su plática-Ya no deberías de seguir soportando esto. ¿Además qué pasa si eres beta?-Comenzaba a perder la calma, se encontraba enojada con su amigo por preocuparse tan poco por su salud, estaba enojada con el mundo por lastimar a una persona de su manada.
-No soy un beta- El niño se sentó en su lugar sin cambiar su actitud tranquila.
-¿Y como estas tan seguro de eso Itadori?-Un niño que se encontraba cerca de los amigos se acercó con curiosidad.
-Porque el medico me lo dijo-El infante abrió un nuevo paquete de su amado pan sabor durazno-Tambien me dijo que no seria un alfa-
Un pequeño grito se escuchó en el salon, los niños se acercaron al niño de cabello rosado. Yuuji pudo ver la mirada de los que estaban cerca de el, y todas mostraban el mismo sentimiento, preocupación.
-Niños regresen a sus lugares-La maestra encargada del grupo entró al aula, encontrando a sus alumnos reunidos cerca de los asientos de dos de los estudiantes-¿De qué están hablando, pequeño?-Pregunto acercándose a ellos.
-Es Itadori-Ozawa respondió, en sus ojos se presentaban pequeños destellos, que rápidamente se convirtieron en lágrimas.
Itadori regresó a casa, donde su abuelo ya lo esperaba con la comida hecha. Dejó sus cosas derrumbadas en algún lugar de la sala y procedió a sentarse con su abuelo a disfrutar del momento de la comida.
-¿Cómo te fue?- El anciano interrumpió el silencio.
-Bien, solo que mi maestra lloro en clase-El niño mostró un poco de preocupación hacia su tutor escolar-Y no regresó hasta la hora de salida-
El viejo solo hizo un sonido expresando que escuchaba al pequeño delante de él, Yuuji habló durante toda su estancia en el comedor.
-¿Puedo salir con Yuu?-El viejo miró al niño, sorprendido por la petición-No lo he visto en mucho tiempo-Frunció el ceño y continuó con su labor de lavar los trastos.
Era un viernes por la mañana, habían pasado dos días desde lo ocurrido en su salón de clases, y Yuuji se encontraba sentado frente al director, una psicóloga y su maestra, los cuales tenían una mirada que ponía nervioso al pequeño.
-¿Entiendes lo que está pasando?-Habló el director, el cual era un hombre algo robusto que impone presencia.
Yuuji negó moviendo la cabeza, ya que se encontraba asustado y no podía producir sonido alguno.
-Pequeño-La psicóloga se acercó a la silla donde estaba Yuuji, arrodillados para estar a la altura de este.-Hablamos con tu abuelo y nos proporcionó el número del médico que está ayudándote-
Itadori la miró con confusión, ya que no entendía qué tenía que ver su enfermedad con que estuviera delante de tantas personas en las que no confiaba.
-Sabemos por lo que estás pasando y creemos que es necesario que comprendas tu condición-
Satoru caminaba en un centro comercial, acompañado por Megumi y las hermanas, buscaban vitaminas y suplementos necesarios para que Suguru pudiera acondicionar su cuerpo para su próximo embarazo.
Recorrieron varios pasillos hasta llegar a la sección de electrónica, había demasiadas computadoras y pantallas de televisión que honestamente no llamaron la atención de ningún integrante de la familia Gojo.
-Pobre criatura-Satoru observó a dos omegas mirar la pantalla mientras miraban sorprendidos en la dirección de los televisores.
-¿Cómo es posible que pueda existir alguien tan despiadado?-
La familia abandonó el establecimiento, pero durante su trayecto al auto escucharon diferentes comentarios expresando sentimientos negativos hacia alguna persona que había cometido un crimen, crimen que tampoco le interesaba descubrir.
Ingresaron al territorio de su clan, donde todo estaba como cuando lo dejaron, los niños corrieron al jardín donde siempre se encontraba su madre.
-¡Papá!-El grito de Nanako llamó su atención, la niña llegó corriendo-Mamá está llorando-
La preocupada rubia tiraba de la mano de su padre guiandolo en dirección al jardín.
Al llegar el ambiente se sentía triste, los pelinegros se encontraban de rodillas en los costados de la silla de su madre, mientras esté abrazaba su pecho buscando seguridad que al parecer no lograba encontrar.
-Satoru- Hipo un poco al tratar de hablar-Otra vez esos monos-
El alfa sujeto los hombros de su pareja apretando los ligeramente para reconfortarlo, así como soltando feromonas para tranquilizarlo.
-¿Que sucedió?-Pregunto a los niños, los cuales le dieron el periodo que su madre estaba sujetando con fuerza momentos antes de su llegada.
Satoru corrió lejos de su manada, salió de la mansió y pido a la primera persona que se cruzo que la llevará con la doctora Shoko.
-¿Gojo-san de encuentra bien?-El beta que conducía pregunto, ya que aunque su genero secundario no le permitía distinguir las emociones a través del olfato, podía sentir la tensión de su superior.
-Solo conduce-Gruño a forma de amenaza.
La conversación termino y no volvió a pronunciarse palabras alguna durante el resto del viaje.
Al llegar al consultorio, Satoru se vio detenido por una enfermera que exigía que se calmara y que tenía prohibido entrar a molestar al médico.
-De rodillas-La mujer quedó en el suelo, temblando de miedo al recibir la orden del alfa.
Al abrir la puerta, se encontraba enojado, pero al ver al niño que sujetaba a su abuelo buscando protección su corazón se ablandó.
-Yo...Shoko-El alfa retrocedió hasta quedar fuera de la habitación que había invadiendo. -Perdón..-
A mí me hablan bonito y les actualizo 😂
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¡Papi!
Fanfiction-Tu aroma.- El alfa gemía excitado, su cuerpo poco a poco cedía a su lado animal. Sus ojos azules miraban a su presa, tan hambriento, tan delicioso. -Es diferente.-El moreno rápidamente entró a su habitación cerrando la puerta evitando que el alfa i...