Esto no podia seguir así, no soportaría ver una vez mas a su hija lastimada por culpa de esa mujer. Aprovecho que ella había salido hacer las compras al supermercado lo que le daría el tiempo suficiente para hacer las maletas, ya estaba todo hecho, hizo la denuncia, compro los boletos del avión y las maletas ya estaban hechas. Tomo a su hija y se la llevo lejos de aquél sitio, los vecinos lo miraban de mala manera como siempre, todos aquí lo miraban como si él fuera el malo en esta historia, y no era así, esto tan solo era una historia contada por la persona incorrecta que lo dejaba a él como el villano. Pero eso ya no importaba, ahora se llevaría lejos a su hija y ya no sufrirá nunca más a manos de esa vil arpía. E iban a huir lejos de ella, y que mejor que ir a la hermosa ciudad de Londres, Inglaterra.
[...]
Con las maletas dentro del porta equipaje, le indica al conductor la dirección a la que debería ir, para posteriormente sentarse en el asiento del copiloto, por el retrovisor podía ver a su pequeña niña dormida, había sido un largo vuelo desde Estados Unidos hasta la hermosa ciudad de Londres asi que comprendía el por qué se encontraba inconsiente, ahora tan solo debían de viajar hasta los suburbios en donde se encintraba su nuevo hogar. A él también le gustaría dormir tan pacíficamente, de no ser por que desconfía del taxista y temía que los llevara por un camino equivocado y les pase como en la Rosa de Guadalupe, ya habían pasado por mucho para que un inglés lo secuestren junto a su hija. Aquél hombre no paraba de mirarlo de mala manera tras echarle un vistazo a su hija, lo detestaba, pero comprendía la razón de ello, las heridas en el rostro de su pequeña no eran normales, pero eso era culpa de la madre de ella, esa perra, pero, no debería de importarle ahora, eso estaba en el pasado.
Una hora y media les llevo llegar a su nuevo hogar, estaba sorprendido por la gran mansión delante de él, no tenía comparación con las fotografías que le había enseñado Charles, el asesor inmobiliario que le ofreció la mansión, al principio no le agrado la idea de irse tan lejos a vivir, pero tras meditar por varios días el asunto y charlando con su hija, se decidió por mudarse a la mansión Heelshire. Con la ayuda del taxista entró las maletas, para luego cargar a su hija hasta adentró de la vivienda, parecía prácticamente abandonada, pero eso era lo de menos, en un par de días llegaría Catherine, la decoradora de interiores junto a su equipo, y para ser sinceros, si tenía que confiar en alguien para que tuviera que remodelar su hogar era con una mujer, ellas tenían un mejor sentido del gusto, además de que detestaría tener que lidiar con un posible decorador de interiores gay, no es que fiera homofobico ni nada, pero hay que aclarar que habían gays que eran super agradables y buena onda, de esos que hasta que no te dicen no sabes que son gay, pero luego estan esos otros... Uhg, de esos que son unos, ¿Como lo digo para no sonar tan discriminador? No encontraba otra palabra mejor oara describirlo, unos maricones demaciados afeminados que utilizan ese tono de voz tan irritante que te hace odiarlos al instante, aunque eso tambien dependede la actitud del mismo, hay algunos que son buena onda.
Otros que no lo son.
Le entregó su dinero al taxista y se despidió cortes del mismo, ya se encargaría de equipaje después, tuvo que ir a dejar a su niña a la que sería su habitación, la había escogido por todos los juguetes que en esta se encontraba, supo que a su niña le iba a encantar. Deposito un suave beso sobre su coronilla antes de apagar la luz e irse, procurando no hacer mucho ruido, no queriendo despertarla. Bajo hasta el recibidor, tomo algunos artículos de limpieza, como la escoba, plumero, etcétera, este lugar nesesitaba limpieza urgente, podía incluso el ver el polvo en el aire y si no se encarga pronto de limpiar todo esto a su hija la iban agarrar sus alergias, era preferible evitar todo lo posible esos sonoros estornudos.
Con un audífono puesto en cada oreja y conectados a su teléfono puso algo de Elvis, mas en específico la canción Burning love, esa canción le encantaba, le daba las energías que necesitaba en momentos como estos, tomando la escoba comenzo a limpiar, aunque pronto ae distrajo y tomo a la escoba como su compañera de baile, danzando a la son se la música, no siendo consciente que alguien estuviera viendo aquella danza, extrañado observa al hombre recién llegado, no tenía idea de quien se trataba o quien era esa niña que ahora dormía en la que antes era su habitación, pudo haberlos matado desde el primer instante en el que los vio cruzar esa puetta, pero no lo hizo, sentía curiosidad de saber más acerca de los recién llegados. Padre e hija habían llegado a su casa sin invitación, pero lo que más rabia le provoca era ver el rostro lastimado de esa niña, ¿Porque la habían lastimado? No culpaba al padre, era todavía dudoso saber que era lo que le había sucedido a la pequeña niña, pero lo descubrirá, y sabía que para eso necesitaría de la ayuda de ese muñeco.
A la mañana siguiente se encargó de dejar al muñeco en un lugar que se les haga fácil de descubrir a los nuevos inquilinos.
Padre e hija observaban curiosos al descubrimiento de esa mañana, mientras ordenaban la habitación que sería de la niña, dentro del armario hallaron un muñeco de porcelana de gran tamaño, parecía como si se hubiera sido roto en el pasado, y reparado, y fuera quien fuera que lo hizo, sin dudas hizo un gran trabajo a hacerlo-Tal vez le perteneció al hijo de los antiguos dueños-divaga, a lo que su hija asiente afirmativa, vio como algo se asomaba por el bolsillo del muñeco, al tomar dicho papel lo leyo un par de veces, eran reglas bastantes simples, misma lista en la que tambien salia el nombre del muñeco-Se parece a la lista de reglas que le dejaba a la niñera cuando tenía que salir... Solo que aquí no dice nada de que sea alérgico al maní, las nueces, el chocolate, al mango, al polen, el polvo o intolerante a la lactosa como a vos mi niña-dice, sacándole una sonrisa a la pequeña-. Por cierto, ¿Te gustaría quedarte con el pequeño Brahmsy? Dime ya o lo venderé al mejor postor.
— ¿Cómo hiciste con los zapatos de ballet de mamá?
El recordatorio provoca que una carcajada escapará del mayor—Exacto mí vida, pero recuerda que esa vez la bruja lo tenía bien merecido.
—Lo se—murmullo, acercándose a tomar el muñeco—, me gusta, así que si me lo quedo papi.
—Esta bien feo y de seguro se me va a salir el alma del cuerpo si me lo topo en la noche, así que si algo me pasa, será la culpa del muñeco... Y tuya por querer quedarte con el mismo.
—Tonto.
— ¿Que formas son esas de dirigirse a su padre, señorita? -dice con dramatiza— ¡Deshonra, deshonor para toda tu familia, deshonrada tú y deshonrada tu vaca!
—No tengo una vaca—se queja.
— ¡Te conseguiré una vaca y va a estar deshonrada al igual que tú! —exclama, sacando una risa a su niña. Y eso era lo único que él deseaba para ella, que estuviera feliz—Ya me dió hambre. Deja al muñeco poseído en la cama y vamos a desayunar algo rico.
De mala gana la pequeña dejó al muñeco recostado en su cama en lo que ella iba junto a su padre a desayunar, tenía tanta hambre que se atrevería a comer un elefante entero si se lo propusiera. El mayor preparo un desayuno con los pocos víveres que tenían, viendo la situación en la que estaban, sin duda necesitaría comenzar pronto a trabajar antes de que termine en bancarrota, y no quería eso, tampoco quería que su hija se diera cuenta de la clara falta de recursos— ¡Papi, quiero más! —pide la niña, pero no había más comida, a pesar de tener hambre le dió su desayuno a su hija—Pero papi, tu también tienes que comer.
—No tengo hambre—se escusa—, y come rapido que se enfría. Hoy tendremos un día muy ocupado.
— ¿Limpieza?
—Limpieza—confirma.
Asiente con la cabeza antes de volver hacer otra pregunta—Oye papi, ¿Cuando voy a comenzar ir a la escuela? Es que ya quiero hacer amigos nuevos.
—Pronto mi vida, muy pronto podrás hacer todas los amigos que quieras.
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Señor Smith ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉ
FanfictionUn padre recién divorciado, se muda a Inglaterra junto a su hija, dispuestos a olvidar el pasado. No eran conscientes del gran peligro que corrían al mudarse a la mansión Heelshire, el mal acecha las paredes de su nuevo hogar, y deberían de seguir...