10. Abogado

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Lo mejor era ser directa, debía explicar su situación para así advertirles sobre lo que les podría suceder si siguen viviendo allí, no era justo que ellos pasen por el mismo horror que vivió ella en esa maldita mansión, porque ahora no se trataba de una sola persona la que vivía allí, era una familia, con niños, debió advertirles antes de que alguien muera y, no podría estar tranquila consigo misma sabiendo que él sigue con vida, quién sabe lo que planea hacer con esa familia.

Decidida a contar lo que en verdad paso en esa mansión aquella noche hace seis años, fue a encontrarse con el nuevo dueño de la mansión Heelshire, según tenía entendido, trabajaba en un buffet de abogados en el centro de Norfolk, además de tambien trabajar en otro en la ciudad de Londres  la verdad es que estaba sorprendida del trabajo que hacía este hombre para mantener a su familia, trabajando el doble y aún así se daba el tiempo oara estar con su familia, o al menos eso era lo que le habían dicho.

Se encontraba en el centro de Norfolk, parada enfrente de aquel buffet de abogados en la espera del señor Smith, planeaba interceptarlo cuando salga del edificio.

- ¡Señor Smith!

Lo llamo, yendo apresurada a su encuentro, esta era la primera vez que se veían y era sorprendente lo diferente que se veía a la fotografía queble habían enseñado, más agotado quizás, a pesar de ello no se borraba esa calida sonrisa de sus labios.

- ¿Podríamos hablar por un momento?

Se noto nervioso al instante y dando un vistazo a su reloj en la muñeca, responde-Me encantaría poder tener tiempo para hablar con usted señorita, pero no me da el tiempo-explica algo apenado-, debo de ir a buscar a mi hija a la escuela y luego llevarla a su clase de baile y de ahí debo de ir a Londres.

-Oh, ya veo-murmulla apenas, acariciando su panza levemente- ¿Podría ser en otra ocasión?

-Puede venir mañana a las nueve acá, la estaré esperando en mi oficina-enuncia-, y le aseguro que ahí si tendré el tiempo suficiente oara escuchar lo que me tenga que decir.

No le dio tiempo ni de reaccionar cuando se fue apresurado hasta donde tenía su vehículo estacionado, se le hacía tarde, muy tarde. Por su parte, Greta había permanecido parada en la entrada del buffet, pudo al fin respirar aliviada, ahora tan solo bastaba buscar las palabras indicadas para explicarle aquél hombre el peligro que él y su familia corrían si seguían viviendo en esa mansión, solo espera que no sea demasiado tarde.

[…]

-Necesito que hagas esto conmigo, no soportaría hacerlo sóla-ruega-y tu al igual que yo sabés la pesadilla que vivimos juntos a causa de los Heelshire, no es justo que ellos pasen lo mismo que nosotros, Malcolm, por favor, hazlo por mí.

-Esta bien-acepta finalmente-. Iré contigo hablar con ese hombre para advertirle de Brahms.

No había pasado mucho tiempo desde esa conversación, aún así ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado venir en primer lugar, ni siquiera era la mansión Heelshire, pero tenía miedo, odiaba recordar lo que sucedió esa noche, en aquél entonces le habían mentido a las autoridades acerca de lo que pasó realmente en esa casa, porque si les hubieran dicho la verdad los hubieran tomado como locos, porque lo que sucedió en esa casa no era más que una completa locura por donde lo veas, por lo menos, luego de eso pudieron lentamente reconstruir sus vidas, teniendo que vivir sabiendo que él todavía seguía con vida.

Esperaban de que después de tantos años sin que nadie habite la mansión él muriera de hambre, pero tal como dice el dicho Hierba mala nunca muere, y así fue, no supieron de esto hasta que recibieron la llamada de la hierba mala- ¿Greta, porque me dejaste? -esa voz infantil, no había dudas que era él, seguía con vida y de alguna forma que aún desconocen consiguió el número de ellos, y Greta entro en un ataque de pánico cuando recibió esa llamada, ya no lo soportaba, ya no guardaría silencio y ahora le haría saber a todos de que el heredero de los Heelshire seguía con vida, oculto tras los muros de la mansión.

Cuando el señor Smith los invito a pasar, ambos andaban con los nervios a flor de piel y sus mentes estaban en blanco, no sabían siquiera como comenzar hablar acerca de lo que pasaba en esa casa.

-Den gracias al cielo que me pude hacer tiempo para hablar con ustedes, muchas personas de poe aquí y por allá me solicitan para representarlos-explica brevemente-, aunque les confieso que nunca antes había agendado una cita con alguien sin saber siquiera su nombre.

-Oh, disculpe eso, solo es que... Es bastante urgente el asunto que debemos tratar-informa algo nervioso, Malcolm.

-Yo soy Greta, Greta Evans, y él es Malcolm, mi esposo.

-Es un placer conoceros-dice sonriente-. Entonces díganme, ¿De que se trata este asunto que se le es tan urgente hablarme.

Entre ambos hablan acordado que ella seria la que hablaría, pero al ver la fotografía de esa niña en el escritorio del abogado le puso los nervios de punta, comenzó a temer por esa niña.

- ¿Es-Es su hija? -dice titubeante.

-Ella es mi todo, se llama Nila, tan solo tiene seis años, pero es bastante inteligente para su edad-comenta, sonriendo con dulzura hasta el cuadro-, y ustedes, ¿Tienen hijos?

-Tambien tenemos una niña-se adelanta a decir, Malcom-su nombre es Emily tiene tres, y viene otro en camino.

-  ¿Y hace cuánto están casados? -inquiere curioso.

-Cinco años-se adelanta a responder, Malcolm, la verdad es que no le atraía ni un poco este diálogo tan trivial, pero era necesario oraa entrar en confianza con el nuevo dueño de la mansión Heelshire-en fin, mejor hablemos de cosas más serias.

- ¿Como la razón por la que están aquí para comenzar? -comenta, sin darle la suficiente importancia al asunto.

-Exacto, y es que necesito de su asesoramiento-explica vagamente-hace seis años se me acuso de un crimen que no cometí y de haberlo hecho, este fue en defensa propia.

-Mataste a alguien me imagino.

-No, pero la persona que lo hizo huyo y no se encontraron pistas de él, como si nunca hubiera estado presente-expresa con desdén-como un jodido fantasma... Ojalá fuera solo eso.

El abogado permaneció en silencio por varios segundos, analizando la situación, viendo si saldría o no beneficiado por este caso, de ser así conseguiría el dinero suficiente para terminar de pagar la educación de su hija. No le quedo otra más que aceptar.

-Esta bien, voy a ser quién te represente en la corte-exclama sonriente-por cierto, ¿En donde ocurrieron los hechos?

Su pregunta hizo que instantáneamente ese par se tense, se miraron el uno al otro, en busca de respuestas capaz, o eso creyó él, en realidad ellos se debatían por quién le revelaría la verdad.

-Es curioso que este hecho que sucedio hace seis años, sucedió en la antigua mansión de los Heelshire-informa la castaña con la mirada baja-misma vivienda que usted compró recientemente.

Aún algo pasmado por lo revelado, aclara la garganta antes de hablar-Ya decía yo que sus nombres se me eran conocidos de algún lado, ahora se porque.

Al vender una vivienda ya antes utilizada, era el deber del vendedor informar acerca de lo que haya sucedido en la misma en los últimos diez años, de otro modo incumplen con su deber de informar lo que los lleva a oagar una gran multa, y en lo personal, Noah hubiera preferido que jamás le dijeran lo que sucedió en esa gran mansión que compro, prácticamente era como esos idiotas de las películas, que se compran un casa a pesar de que saben perfectamente que se han cometido un chingo de asesinatos en la misma.

-Verga, y yo que tenía un día tan lindo-se queja entre dientes.

¿Acaso este día podía empeorar todavía más? Y en cuanto we hizo esa pregunta se arrepintió, era obvio que las cosas iban a empeorar de ahora en adelante a causa de ese matrimonio y los motivos que los hicieron llegar hasta allí.

Señor Smith ᴮʳᵃʰᵐˢ ᴴᵉᵉˡˢʰⁱʳᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora