ode to harry (one shots)

doubts (!)

-¿Puedes llevar a la hermana de Winter a casa? No te lo pediría si no fuera tan importante.-Edward frunció el ceño mientras veía a su hermano más ebrio de lo normal, estaba acompañado de una chica que no parecía tener más de 21 años y le parecía lo suficientemente incorrecto para un tipo de 35 años como  su hermano, pero aún así asintió, tenía cosas que arreglar.

-¿Está ebria? No quiero hacer de niñero.-lo dijo con un doble sentido y lo suficientemente fuerte para que las chicas lo escucharan.

-No, no lo está, solo no seas un idiota.-Edward asintió pensando que iba ser difícil y vió como Harry abría la puerta para la otra chica, que sea veía incluso más pequeña que su hermana, hasta que esos ojos azules se encontraron con los suyos y se quedó sin aliento.

-Hola.-ni siquiera pudo articular palabra para saludarla de vuelta y ella parpadeo varias veces confundida, pero se despidió de su hermana por la ventana y abrochó su cinturón.-Lamento ser una molestia, no vivo muy lejos, es junto al hospital central.

Incluso su voz era suave, ni hablar de ese vestido ajustado de flores que tenía, que lo estaba haciendo babear sobre el asiento, se pasó una mano por la cara y encendió la camioneta, ignorando que acababa de entrar en un trance por la linda rubia.

¿Qué diablos le pasaba?

-¿Cómo te llamas?-Edward la miró a través del espejo y la aparto rápidamente, pensando que era mala idea seguir observándola si no querían tener un accidente.

-Edward.

-Yo, December.-el asintió, sintiéndose un poco culpable de ni siquiera haberle preguntado de vuelta y encendió la radio para no tener que establecer una conversación.-¿Puedo poner alguna canción?

-Bien.-ella sintonizo otra estación mientras que veía con curiosidad el auto, bajo un poco la ventana y Edward sintió como lo inspeccionaba mientras conducía.

-¿No hablas mucho, cierto?-él negó de inmediato, sorprendido de que se sintiera intimidado por una adolescente, pero aclaro su garganta antes de volver a dirigirse hacía ella.

-Le estoy haciendo un favor a mi hermano, no es necesario que hablemos.-frenó en el semáforo y vió como December se acurrucaba más en su asiento, cubriendo su rostro con su cabello.

-Lo siento.

Mierda, se estaba comportando como un imbécil, pero por su bien debía tomar un poco de distancia, estaba lo suficientemente confundido.

Volvió a encender el auto, aumento la velocidad un poco más para que el trayecto se hiciera más corto y solo hizo sonidos de afirmación cuando December le indicaba hacía donde ir.

-Puedes dejarme aquí, necesito comprar algo.-Edward frunció el ceño, claro que no la iba a dejar ir sola, mucho menos con ese vestido.

-No ¿qué necesitas? Iré.

-De verdad no es necesario, vivo en la otra esquina, gracias.-bufó al escucharla, era tan jodidamente terca que era casi exasperante, detuvó la camioneta frente al supermercado de 24 horas pero bloqueo la puerta de December.-¿Qué estás haciendo?

-Iré yo.

-Te dije que no es necesario, es personal.-pudo ver cómo sus mejillas y orejas se iban tiñendo de un color rosado y tuvo ganas de besarla.

¿Qué mierda acababa de pensar?

-December, solo dime.-ella suspiró y entrecerró sus ojos, pretendiendo mirarlo mal.

-Son unas toallas higiénicas.-Edward quiso reírse de que ella se avergonzara al respecto, pero asintió intentando no ser aún más idiota.

-¿Algo más? ¿de cuáles necesitas?-apago el motor del auto y se desabrochó el cinturón, mientras abría la puerta sintió como ella lo tomaba del brazo.