ode to harry (one shots)

priest 2 (!)

Harry se despertó gracias a una alarma que empezó a sonar del celular de Christie, se estiró para poder apagarla ya que ella se veía lo suficientemente cómoda como para siquiera intentarlo, suspiró cuando intentó acomodarse y notó que ella se había apoderado de su brazo y lo usaba como almohada, lo que le causó un poco de gracia.

No estaba arrepentido, pero vaya que no sabía que hacer.

Se dedicó a observar a Christie, esos pequeños detalles que no había podido apreciar antes por su miedo a ser descubierto, los lunares que tenía sobre la nariz y la mejilla hacían una curva, su labio tenía una pequeña cicatriz en la parte de arriba y era tan blanca que con un simple toque, podía dejar marca.

Sus pezones estaban erectos y creía que se debía al frío, su barriguita estaba presionada sobre su pene y pudo apreciar un par de estrías sobre su cadera y su culo, teniendo ganas de apretarlo.

Lo hizo y recibió un pequeño gemido de felicidad, logrando que su pene respondiera de inmediato, decidió besar sus pechos y pronto empezó a chupar los pezones, Christie olía a su crema corporal, era algo mezclado con durazno y su sudor, el sabor era delicioso y pensó que se estaba volviendo adicto a ella.

Tomó el pezón de manera delicada con sus dientes pero fue suficiente para despertarla, pasó la lengua con perezosas lamidas mientras ella lo miraba con deseo.

-Podrías hacer lo mismo con mi coño.-su voz estaba un poco más ronca y eso le pareció lindo, él asintió antes de besarla.-Me gusta despertar así.

-A mí igual.-le sonrió y ella se acomodó, sosteniéndose de manera que pudiera verlo y abriendo sus piernas, todo lo que podía.

Harry tuvo que tragar saliva, definitivamente no había visto el coño de Christie de cerca, estaba un poco hinchado, goteante y rosa, con sus pulgares tomó los labios y abrió para poder ver el interior, ella lo contrajo una y otra vez, moviendo sus caderas hacia adelante para que la lamiera, dejando ver cómo salían más de sus jugos.

-¿Este coño es mío?-ella gimió sin siquiera haberla tocado y el sonrió, antes de introducir su lengua en su interior, eso sí era el jodido cielo.

Sostuvo sus piernas que instintivamente se cerraron y se dedicó a beber de sus jugos, Christie realmente gritaba a causa del placer y eso lo excitaba, empezando a rozar su polla contra las sábanas, sintiéndose a punto de explotar.

Empezó a succionar su clítoris y con dos de sus dedos, volvía a repetir el movimiento que la había hecho venir antes, daba pequeños golpes con su lengua y luego volvía a chuparla, sintiendo las manos de Christie sobre su cabello, queriendo tomar ella el control, masturbándose con su cara.

-Pareces un jodido vibrador.-Harry se rió y ella igual, pero continúo besando su vagina, guiandose a partir de los gemidos más fuertes, logrando que ella se viniera más de una vez.-¡Harry, Dios!

Ella literalmente chorreo sobre su cara y él se limpió la barbilla con las sábanas antes de ir directo a comer su boca.

-Sabes delicioso, Christie.

-Creo que te convertí en un adicto al sexo.-ella lo recibió con gusto y Harry movió sus caderas para encontrar su centro y empezó a embestirla con tanta fuerza que la cama empezó a hacer sonidos, en especial el del choque del cabezal contra la pared.-Me estás destrozando el coño, joder.

Harry intentaba no reírse pero ambos lo hacían, él estaba realmente feliz y sentía mariposas en el estómago, junto al placer de que su pene estuviera dentro de ese lindo y cálido agujero de Christie.

-Me gusta mucho verte la cara cuando follamos.-ella lo miró como sí quisiera llorar y lo besó, aparentemente agradecida por su comentario.

-Eres tan lindo... Quiero decirte cosas lindas, pero me follas tan bien que solo quiero maldecir.-él metió nuevamente uno de sus pechos a su boca y Christie empezó a ser vocal de nuevo, su chica era bastante particular, pero le encantaba.-¿Lo ves? Adoro tu pene.