rutine (!)

3.4K 91 3
                                    

Harry estaba realmente cansado, caminaba por los pasillos del supermercado como si se tratara de un zombie, intentando encontrar la sección de pañales y artículos para bebé.

Sus dos pequeñas eran incluso más demandantes que Winter, no podía asegurar que hubiera tenido una jornada de sueño completa en más de un año y ni hablar del sexo, cada vez que ponía una mano sobre Winter, las bebés empezaban a llorar, estaba seguro de que se trataba de un sexto sentido.

Estaba frustrado y eso se demostraba en su mal humor pero intentaba no hacerlo todo sobre él, era el menos afectado, Winter en cambio quería estar constantemente para las pequeñas y al mismo tiempo estudiar, incluso estaba buscando un trabajo de medio tiempo, lo cual le parecía absurdo, porque él podía proveer con todos los gastos, pero ella era totalmente terca al respecto.

Su teléfono empezó a sonar, viendo la cara de sus dos pequeñas en el fondo de pantalla, así que decidió contestar.

-Hola amor.-Harry se agachó para conseguir uno de los biberones junto con unos lindos peluches de osos que estaba seguro que le encantarían a las chicas.

-Harry...-el sonido lo hizo de repente golpearse contra un estante y maldecir entre dientes ¿eso había sido un gemido?-Te necesito...

De nuevo otro gemido que lo dejó totalmente duro, sí, definitivamente Winter lo había llamado para tener una llamada caliente y él tenía que buscar un baño para masturbarse.

-Mierda, bebé ¿Necesitas a papi?-se aseguró de que nadie estuviera en el pasillo antes de pronunciar esas palabras y recibió un lloriqueo de parte de Winter, tuvo que ajustar sus pantalones para no salir con una jodida tienda de campaña.-Extrañaba esos gemidos, maldita sea ¿estás apretando esos dedos como lo haces con la polla de papi?

-No se siente igual, tu pene me estira tanto que casi duele.-tuvo que pasar una mano sobre su rostro y ocultar una sonrisa engreída, levantándose y dejando las cosas allí, casi corriendo para llegar a uno de los baños.-Te extraño tanto dentro de mí, te quiero en mi boca, estoy tan mojada que estoy empapando la sábanas.

Harry estaba desabrochando sus pantalones incluso antes de entrar a uno de los cubículos y tan pronto sintió su mano sobre su pene, gruñó.

-Las dejarás así para que cuando llegué a casa recuerde que has sido una chica mala y te follé tan duro que no puedas caminar.-distinguía el sonido de la humedad de Winter y los pequeños sollozos que intentaba ocultar cuando era demasiado.

-Más, más.-apretó su pene imaginando que era el coño de Winter y soltó un gemido.

-¿Sabes lo qué acabas de provocar? Me hiciste salir corriendo del jodido almacén para venir a follarme la mano como un adolescente porque no puedo dejar de pensar en tu coño, porque recuerdo esa boca perfecta que me envuelve y me hace venir tan duro, porque tus tetas son tan sensibles que incluso jugando con ellas puedo hacerte venir, eres una mocosa, Winter. Está noche te voy a azotar y follar por el culo por serlo.

Escuchó el grito que salió de los labios de Winter y como su respiración estaba más pesada, ella acababa de llegar al clímax y él se seguía acariciando imaginando la imágen sucia sobre su cama.

-Las niñas se quedan está noche con D.-él se rió cuando ella colgó y de inmediato recibió un mensaje con una foto del coño mojado de su esposa que fue más que suficiente para servirle de inspiración y acabar sobre su mano.

Esa mujer lo iba a matar.

///

-No le va a gustar.

Winter se miró en el espejo y suspiró, un embarazo de gemelas claramente dejaba el cuerpo hecho una mierda y sus estrías se lo aseguraban, el nuevo conjunto que se había comprado no se veía tan lindo como ella esperaba y eso la frustraba un poco.

ode to harry (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora